Mundos distintos

Al asignarse las aulas, Diana se sentó en la mesa cerca de la puerta. Algunos compañeros viejos habían caído con ella, pero fingían que no le conocían. Suspirando la joven trató de serenarse.

Entendía por una parte a sus antiguos amigos

No querían mezclarse con la cristianita. Diana era recién convertida pero aun así daba pasos agigantados en la obra del Señor. En las vacaciones sus antiguos círculos de amigos se habían sorprendido de que ella los rechazara casi siempre ante la solicitud de una fiesta.

Observaba como muchas de su antiguo colectivo pasaban de largo por su mesa y ni la miraban. Recordó cuantas veces había compartido con ellas sus secretos y la traición le dolió en lo profundo de su pecho.

Pero no dejó que la tristeza tomara su corazón.

La silla a su lado permanecía vacía hasta que vio que una chica de brillantes ojos café y precioso pelo azabache se sentaba a su lado. Al principio pareció sorprendida, pero poco a poco, se fue acostumbrando a su nueva compañera. Comprobó que detrás de ella se sentaban en la segunda mesa dos chicas más. Seguidas en la tercera por un chico de lo más encantador. La sonrisa radiante que le dedicó a Diana, más la visión de esos preciosos ojos grises y pelo rubio hicieron que le diera un vuelco al corazón.

-Me llamo Elizabeth – dijo la desconocida al fin tendiéndole una mano

-Me llamo Diana – dijo aquella con inseguridad en la voz

De repente las dos chicas de atrás saltaron a presentarse:

-Me llamo Daniela – dijo la chica rubia y de ojos imposibles color cielo

A pesar de haber parecido amigable, Diana sabía que le estaba evaluando su persona. No era la primera vez que le decían quién era sin ni siquiera conocerla más.

Para su asombro ella no habló después de su presentación, sino que le dedicó una sonrisa que nada tenía que ver con el aspecto que daba a mirar. Las dos se parecían. Nadie conocía lo más secreto de ellas, solo se lo mostraban a personas especiales.

Todos tenemos algo que esconder. Por necesidad enterramos el yo verdadero y lo atamos con candados para que no muestre lo secreto del corazón.

Pero nada es eterno. Ellas comprenderían el porqué.

La que estaba sentada al lado de Daniela la chocó con el hombro y soltó una carcajada inusual. Por lo general el primer día de clases era para conocerse y Los profesores tardaban bastante en entrar a las aulas.

-Me llamo Naomi, no le hagas caso a su actitud de princesa de hielo, la película de Frozen le quedaría perfecta.

Diana no pudo aguantar y se partió de la risa. ¿En verdad esas dos se llevaban tan bien?

Daniela era como el invierno, en cambio Naomi era como el nítido y claro verano.

Diana esperaba que el chico de detrás no hablara, pero sí lo hizo y cuando salió su voz dulce, suave y varonil no supo cómo reaccionar

-Me llamo Gabriel y espero que seamos muy buenos amigos.

Pero de repente un chico apareció en la puerta opacando la presentación de Gabriel. De hermoso pelo negro y ojos azules como el mar en días de braveza. Samuel logró que un cortocircuito ocurriera en la cabeza de Diana.

¿Quién era ese chico? ¿Existían esos modelos hoy en día? ¿Babear es pecado?

Miles de preguntas cruzaron el corazón de Diana en esos momentos. Un fuerte deseo la jaló a admirar más los ojos de aquel muchacho y él la sorprendió mirándolo.

-¿Te gusta lo que ves? – preguntó aquel divertido

Toda la clase se quedó en silencio. Pronto vendrían los profesores a dar el inicio de las asignaturas pero mientras tanto cualquier chisme era importante

-¿Disculpa? – dijo Diana sin amedrentarse y alzando la barbilla – solo observaba que tapas la bonita visión de la puerta

- Me mirabas a mí de una forma asombrosa, te puedo decir lo que pasó por ese pequeño cerebro – dijo él inclinándose sobre la mesa de Diana, tan cerca que Elizabeth tuvo que carraspear

- Diana, recuerda quienes somos, no te dejes provocar por sus palabras, todos tienen las miradas puestas sobre ti, cualquier error y serás la burla de todos –

Samuel reconoció esas palabras de algún lugar y rápido sacó las conclusiones. En su antigua escuela también había gente de su calaña y él se había encargado de destruirlos a todos.

-Diana ¿verdad? Eres cristina, que divertida es la vida para enviarme tal destino.

Diana enojada comenzaba a arrepentirse y avergonzarse de haber mirado a ese chico de una manera en forma de admiración.

-¿Te digo lo que viste? – Habló en el mismo momento en que ella abría los labios – Admiración…. Estupefacción por mi belleza… profundo deseo por besarme y hacer cosas que chicas como tú no deberían ni pensar.

Al momento en que dijo eso, ella se levantó de su silla que se quejó con un chirrido. Elizabeth tomó su mano pero ella encaraba a Samuel de forma asombrosa.

Samuel estaba sorprendido, esa chica era una bomba de tiempo, parecía en un momento dócil y apacible, pero cuando la agitaban…

¡Bum! Era una explosión de pura ira y sobredosis de sarcasmo

-¡Acaso puedes tú decirme que hacer o no hacer! Se supone que eres Dios y por eso me juzgas con rayos en las manos. Pues te diré una cosa, un pequeñito secreto: soy cristiana pero eso no impide que peque algunas veces, porque mi deber es crecer junto con Cristo.

Diana observó a Elizabeth

-¿Tú también eres cristiana? – Elizabeth asintió y al momento los otros tres de detrás levantaron sus manos.

- Pues ya ves listillo, nosotros cinco somos cristianos ¿y qué? , ustedes los de fuera solo utilizan los defectos y los canalizan en gentes que según ustedes ya son perfectas…

Samuel iba a protestar pero ella se lo impidió alzando una mano.

-Noticia para ti y para todos los de esta clase – le dijo a él y a todos a su alrededor – somos cristianos pero también seres humanos.

Todos enmudecieron ante la elocuencia y veracidad de las palabras. Las antiguas amigas de Diana se morían de envidia en un rincón, mientras que otros que la conocían ya no veían a la chica vive mundo y fiestera.

Veían un ejemplo de chica cristiana.

Mientras tanto Samuel enmudecido y cruzado de brazos pensaba y admiraba a la chica de ojos color miel. Le había hechizado la fuerza de sus palabras y en su mente la situó como un reto personal.

-Hoy ganaste cristianita, pero ambos sabemos que pertenecemos a mundos diferentes, tarde o temprano nuestras dimensiones van a chocar, pienso destruir la fuerza de tu habla –

-No estés tan seguro chico rudo, viví en el mundo y le conozco las entrañas, nada de lo que hagas me sorprenderá tanto o me hará desmayar –

Diana lo siguió con la vista cuando él se retiró a su asiento al final del aula. Cuando se sentó de frente vio un papel arrugado de libreta que había sido lanzado desde atrás. Lo abrió y notó un pequeño escrito.

-Me has desafiado de una manera abierta y descarada, comienza la guerra cristianita –

Diana arrugó el papel pero antes miró el nombre del escritor firmado al final de la declaración de guerra:

Samuel…

Capítulos
1 [Índice; Sinopsis ; Nota del Autor ; Prólogo]
2 Comienzo del curso escolar
3 Mundos distintos
4 Nuevos amigos
5 Una extraña pregunta
6 Una ayuda peligrosa
7 El espejo y su reflejo roto
8 El corazón de un guerrero
9 La cara doble de la moneda
10 El vendedor de rostros
11 Los recuerdos dañan... ¡Y mucho!
12 Corazón confuso
13 Es imposible...
14 La furia de los heridos
15 ¿Quién eres?
16 Aire cambiante o Hielo asesino
17 El mercader del destino
18 Sentimientos
19 Domingo en la mañana
20 Un encuentro especial
21 Conociéndose mejor
22 El amor es solo para los débiles
23 Preparativos de fiesta
24 Sorpresas y más sorpresas
25 Nuevos sentimientos
26 Alerta de explosión
27 Confesión
28 Un juego peligroso
29 Pensamientos oscuros
30 Sentimientos encontrados
31 Más allá del pensamiento
32 Enfrentando el problema
33 ¿Solo queda ira?
34 Por primera vez
35 El incendio del rencor
36 Mas cercanos que nunca
37 Encontrando la verdad
38 La hipnosis del cambio
39 Un ángel particular
40 ¿Huir o caer?
41 La montaña de la tensión
42 La verdad puede doler
43 Dulce chantaje
44 El viaje de las almas
45 Compartir el corazón
46 Por un error
47 Un susto tremendo
48 Cicatriz abierta
49 Enfrentamiento
50 Otra vez
51 La Visitante
52 La oportunidad
53 Tregua de guerra
54 Las heridas sanan
55 Puentes de amor
56 Ver la luz
57 Epílogo
58 Agradecimientos
59 Despedida
60 Nota
Capítulos

Updated 60 Episodes

1
[Índice; Sinopsis ; Nota del Autor ; Prólogo]
2
Comienzo del curso escolar
3
Mundos distintos
4
Nuevos amigos
5
Una extraña pregunta
6
Una ayuda peligrosa
7
El espejo y su reflejo roto
8
El corazón de un guerrero
9
La cara doble de la moneda
10
El vendedor de rostros
11
Los recuerdos dañan... ¡Y mucho!
12
Corazón confuso
13
Es imposible...
14
La furia de los heridos
15
¿Quién eres?
16
Aire cambiante o Hielo asesino
17
El mercader del destino
18
Sentimientos
19
Domingo en la mañana
20
Un encuentro especial
21
Conociéndose mejor
22
El amor es solo para los débiles
23
Preparativos de fiesta
24
Sorpresas y más sorpresas
25
Nuevos sentimientos
26
Alerta de explosión
27
Confesión
28
Un juego peligroso
29
Pensamientos oscuros
30
Sentimientos encontrados
31
Más allá del pensamiento
32
Enfrentando el problema
33
¿Solo queda ira?
34
Por primera vez
35
El incendio del rencor
36
Mas cercanos que nunca
37
Encontrando la verdad
38
La hipnosis del cambio
39
Un ángel particular
40
¿Huir o caer?
41
La montaña de la tensión
42
La verdad puede doler
43
Dulce chantaje
44
El viaje de las almas
45
Compartir el corazón
46
Por un error
47
Un susto tremendo
48
Cicatriz abierta
49
Enfrentamiento
50
Otra vez
51
La Visitante
52
La oportunidad
53
Tregua de guerra
54
Las heridas sanan
55
Puentes de amor
56
Ver la luz
57
Epílogo
58
Agradecimientos
59
Despedida
60
Nota

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play