Capítulo 2: Eloise 3-Antonieta 0

Capítulo 2: Eloise 3-Antonieta 0

Después de una minuciosa revisión por parte del médico de la familia, la pequeña Eloise Bernard,cayó profundamente dormida.

Temprano en la mañana la pequeña niña, abrió sus ojitos, y su primera reacción fue asustarse debido a que su habitación está en completa oscuridad, por eso mismo, la niña extendió su brazo y encendió la lámpara que tenía a su lado. Al apretar el botón, la luz automáticamente se encendió, y recién allí, Eloise observo que en la mesita principal de la habitación, descansaba un gran jarrón repleto de flores.

Si había algo que odiaba la pequeña, Eloise Bernard, eran las flores.

Para ella, era sinónimo de estupidez y cobardía.

Sin pensarlo demasiado, Eloise, se levantó de la cama y fue directo hacia la mesa, y empujó el jarrón. La pequeña sonrió al ver cómo el objeto caía al suelo, mientras que sentía la sensación del agua fría humedeciendo sus pies descalzos. Las flores, por supuesto quedaron dispersas en el suelo.

Por semejante ruido, algunos de los sirvientes entraron abruptamente a la habitación de Eloise,, y se encontraron con esta sorprendente escena. Una de las sirvientas,corrió hacia la niña,y la tomo entre sus brazos, mientras que otra se dispuso a revisar a Eloise de la cabeza a los pies.Otros se encargan de limpiar el desorden causado.

Mientras esto sucede,Antonieta, la hermanastra de Eloise que justo andaba por esos lugares, ve a lo lejos como los sirvientes de la casa entran y salen de la habitación de su pequeña hermanastra, y sin perder más tiempo acelera el paso y ve toda la situación. Se sorprendió mucho al ver los pedazos de jarrón y restos de las flores esparcidas por todo el suelo,y en un fugaz movimiento, logro cruzar miradas con Eloise.Esta última le dedicó una mirada, difícil de explicar para Antonieta, pero que debía admitir que le generó un poquito de miedo.

Sin embargo, para la adolescente, había algo más importante que el miedo, y esto era un chisme. No había nada más importante para Antonieta que el chisme, y es que su pequeño cerebro llegó a la conclusión de que fue ese demonio de 8 años quien se atrevió a romper y rechazar el regalo que con mucho amor, sus padres habían decidido enviar desde Jamaica.

Ahora bien, Antonieta tenía dos opciones, podría ser una buena hermana mayor y guardar silencio y esperar hasta que a Eloise le llegara un castigo ejemplar o...

Bueno, Antonieta,ni lerda ni perezosa, con una gran sonrisa en su rostro, eligió la segunda opción. La hermosa rubia, esquivó a los pares de sirvientes que se cruzaban en su camino,y sin perder más tiempo,ingreso a su habitación, tomo su celular y comenzó a enviar cientos de mensajes.

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Los días transcurrieron con normalidad, y finalmente el matrimonio Bernard llegó a la mansión, después de un largo viaje de negocios.

Por supuesto que Antonieta fue la primera persona en recibirlos, y es que la rubia se moría por hablar con su madre,ya que ella jamas contesto sus mensajes y mucho menos sus llamadas.En realidad lo que Antonieta aspiraba presenciar era el castigo que a Eloise podrían darle.

Luego del almuerzo, la familia Bernard dirigió al salón del té,y Antonieta aprovechaba cada oportunidad que tenía para lanzar indirectas, no tan indirectas a su pequeña hermana.Eloise,harta de esta situación no tuvo otra opción que ponerse de pie y posarse frente a sus padres, y hermanastros.Era ahora o nunca.

Marie,madre de Antonieta y Francisco,apoyo con delicadeza la taza sobre la mesa y dijo

-Eloise, hija ¿Que ocurre? ¿Te duele algo?

-No, mamá. No me duele nada.

-¿Y entonces que ocurre?

-Mamá, papá. Hermanos...Lo siento. Lo siento mucho.Fui yo quien rompió el jarrón,pero fue accidental,se los juro...

Eloise comenzó a llorar y debido a esto no pudo formular ni una palabra mas.El instinto de Marie,la hizo levantarse de su lugar,y rápido acuno a su pequeña niña entre sus brazos

-Ya, mi niña,tranquila. No llores, no hay nada que mamá y papá no puedan solucionar.

Mientras madre e hija se abrazan, Antonieta desde su lugar no puede dejar de envidiar toda la atención que Eloise recibía.Esa mocosa siempre obtenía lo que quería.

-Hija....

-Antonia....¿Me oyes?

-Si papá, no soy sorda ¿Qué es lo que quieres?

Dijo de mala gana Antonia,y es que estaba a nada de abandonar la sala,a no ser por la interrupción de su querido padre.

-Ejem...Solo quiero saber que es lo que pasa entre tú y tu hermana.Las veo tan distantes que...

-Eloise no es mi hermana. Sabes que la detesto desde lo más profundo de mi corazon.Y ahora con tu permiso,me retiro,el te me cayó muy mal...

-Hija...

-Ahora no papá. Ahora no.

Antonieta, sin decir nada más,se retiró de la sala. Había visto demasiado, y ya no podía tolerar que esa mocosa manipulaba a los miembros de su familia, a excepción de ella, claro. No se tragaba el cuento de la niñita buena.

Eloise, mientras tanto, fue acunada por los brazos de su padre, y sin que nadie pudiera ver su reaccion, formó una mueca, en señal de este pequeño triunfo.

Eloise 1 Antonieta 0

Desde ese pequeño incidente,Eloise, aprendió a manipular indiscretamente a su círculo familiar. Sus padres comenzaron a prestarle mucha más atención y por cada buena acción, que Eloise realizaba, era recompensada. Esto sucedió por muchos años hasta que un incidente lo cambio todo.

Resulta ser que en el cumpleaños número 22 de Antonieta, la joven con el permiso de sus padres, decidió realizar una pequeña celebración, y ese mismo día, presentaría a la familia a su nuevo Thomas Fellingthon. Un bello modelo Argentino de 23 años. Rubio, ojos claros como el cielo y un físico envidiable. Antonieta estaba segura de que lo aceptarían. Sin embargo, eso no sucedió.

En el medio de la sala, los miles de jóvenes bailaban entre sí, y Antonieta era la estrella de la noche. Ella estaba tan entretenida bailando con sus compañeros, que jamás noto la ausencia de Thomas.

Minutos después, las luces de la casa se encendieron abruptamente y la música por supuesto que se apagó. Antonieta y demás invitados no entendían lo que estaba ocurriendo,pero la rubia tuvo un mal presentimiento cuando noto a Eloise en esas pintas,junto a su hermano Francisco.Pero lo que más le llamo la atención es la ahora jovencita de 14 años,lucia desaliñada,completamente despeinada,y su vestido color perla,estaba manchado con lo que parecía ser sangre.

-¡Señores y señoritas! ¡La fiesta terminó! ¡Todos afuera! ¡Ahora!

Gritó Francisco furioso. Ante está orden todos los invitados vaciaron la sala. Antonieta se sentía más perdida que un granjero en New York, y cuando iba a replicarle a su hermano el porqué esta interrupción.Sin embargo, se sorprendió al ver como dos de los sirvientes traían consigo a un Thomas muy lastimado.

-¡Thomas! ¡Oh no,Thomas!

La rubia intentó acercarse al joven pero su hermano exclamó furioso

-¡Antonieta! ¡Te prohíbo que te acerques a este degenerado!

-¿qué? ¡Estás loco! Él es mi no...

Plaf

Un fuerte manotazo aterrizó en el rostro de Antonieta,y es que Francisco no iba a permitir que la reputación de su hermanita fuera manchada por un degenerado.Antonieta sintió el hilo de sangre descendiendo de su labio inferior,y al mirar nuevamente a Francisco recibió otra bofetada aún mas fuerte que la anterior.

-Antonieta si vuelves a cuestionarme de esa manera,no tendré contemplación contigo.¿Me escuchaste? Bien...Eloise,acompañame,iremos a poner una denuncia contra este degenerado.

Antonieta desde su lugar se limitó a mirar como sus hermanos desaparecen del lugar, mientras que los sirvientes arrastran a Thomas como una bolsa de papas. Por supuesto que días después de este suceso, Antonieta supo "lo que verdaderamente" ocurrió esa noche. Según la versión de Eloise, Thomas intentó sobrepasarse, cuando ella se encontraba tomando un poco de aire en el jardín.Gracias a la intervención de Francisco,la situación no paso a mayores.

La familia Bernard por supuesto que tomo cartas en el asunto, e impuso una orden de restricción contra el Argentino,ya que el abus* no pudo ser demostrado,y desde ese día, Antonieta nunca más supo de él.

Antonieta,por supuesto que abandonó la mansión luego de enterarse de esto.

Eloise 3 Antonieta 0

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