Faisal Al-Mansour

Faisal Al-Mansour escucho la noticia, la muerte de Adil Al-Hakim significaba mucho, Omar Al-Hakim ya no tenía un heredero, solo hijas mujeres, si algo le pasaba a Omar Al-Hakim el trono quedaría vacante, el tenía el poder suficiente para ocupar ese lugar y con eso tendría como vencer a Khalil Hazbun.

Así que con esa idea en mente decidió viajar a Durham, le daría sus condolencias a Omar y pediría la mano de su hija.

Omar Al-Hakim estaba en su carpa principal, rodeado de sus comandantes y estrategas, discutiendo los planes de guerra, cuando recibió la noticia de la llegada de Faisal Al-Mansour. Faisal era un hombre poderoso y astuto, conocido tanto por su riqueza como por su influencia en la región. Su visita no era algo que Omar tomara a la ligera.

Al entrar Faisal en la carpa, los dos líderes se saludaron con la formalidad y el respeto que sus posiciones demandaban. Faisal, siempre directo, no tardó en exponer el motivo de su visita.

—Omar, mi viejo amigo —comenzó Faisal, su voz resonante llenando la carpa—. Estoy aquí con una propuesta que fortalecerá nuestros lazos y asegurará un futuro próspero para ambos. Me gustaría pedir la mano de tu hija mayor, Aisha, en matrimonio.

Omar se quedó en silencio por un momento, considerando las implicaciones de esta propuesta. Sabía que una alianza con Faisal Al-Mansour no solo traería una mayor estabilidad y fuerza a su causa, sino que también consolidaría su posición en la región. Además, Faisal era un hombre de recursos ilimitados, cuya influencia podía inclinar la balanza en la guerra contra sus enemigos.

—Faisal, tu propuesta es bienvenida —respondió Omar finalmente, su voz firme y pensativa—.Un matrimonio entre nuestras familias fortalecería nuestras alianzas. Doy mi consentimiento para la boda.

La noticia del acuerdo se extendió rápidamente por el campamento. Los soldados y comandantes vieron esta unión como un movimiento estratégico brillante, una maniobra que podría traerles la ventaja que necesitaban en la guerra.

Esa noche, se celebró un banquete en honor al compromiso.

Aisha, estaba sorprendida y aterrada por la decisión repentina de su padre cuando este se la comunico la noticia.

— Como ordene padre.

Durante el banquete, Faisal y Omar discutieron detalles de su alianza y los planes futuros. Las risas y el sonido de la música llenaban el aire, pero ambos líderes estaban profundamente enfocados en la guerra que se avecinaba.

—Omar, con nuestra unión, nuestras fuerzas serán inquebrantables —dijo Faisal, levantando su copa en un brindis—. Juntos, derrotaremos a nuestros enemigos y reclamaremos lo que es nuestro por derecho.

—Así será, Faisal. Nuestra alianza traerá una nueva era de poder y prosperidad a nuestras tierras —respondió Omar, chocando su copa con la de Faisal.

Mientras la celebración continuaba, la mente de Omar volvía a la realidad de la guerra. A pesar del compromiso y la alianza, sabía que el camino hacia la victoria aún estaba lleno de desafíos. Su hijo Adil habia muerto, y los enemigos seguían acechando en cada rincón del desierto.

La unión con Faisal Al-Mansour era un rayo de esperanza, una chispa que podría encender la llama de la victoria. Con Aisha comprometida y las fuerzas combinadas de sus ejércitos, Omar se sintió más confiado que nunca en su capacidad para enfrentar y derrotar a Kalen.

Al final de la noche, Faisal se retiró a su tienda, dejando la celebración atrás. Decidido a seguir adelante con su plan, cada decisión, cada movimiento, debía ser calculado con precisión. Con Omar a su lado y la determinación de sus soldados, estaba listo para enfrentarse a cualquier desafío que se interpusiera en su camino.

Omar y Faisal, unidos por un lazo matrimonial y una causa común, se prepararon para llevar su alianza a la batalla, decididos a conquistar sus enemigos y asegurar un futuro brillante para ellos.ĺ

— ¿ Te casaras con ese viejo?, pregunto su pequeña hermana.

— ¿ Has estado escuchando? ¿ qué te he dicho?, debes ser prudente exclamó Aisha.

— No puedes casarte, me dejarás sola exclamó su pequeña hermana. — Deberíamos escapar.

Aisha abrazo a su pequeña hermana, ella también deseaba escapar. Pero su padre no era un hombre que perdonara. Por menos de pequeña la había golpeado...