La traición de un hijo

 Rashad evaluó su entorno, buscando cobertura en el terreno accidentado del desierto. Sabía que tenía que moverse de prisa para evitar ser capturado. A lo lejos, podía escuchar el sonido de vehículos enemigos acercándose, atraídos por la columna de humo del avión caído.

Rashad se adentró en unas cuevas cercanas. Con cada paso, el dolor de sus heridas se intensificaba, pero su entrenamiento y determinación lo impulsaban a seguir adelante. Encontró un lugar relativamente seguro y revisó su equipo de supervivencia. Tenía suministros limitados: una pistola, un cuchillo, una brujula, una pequeña cantidad de agua y el enlacé de seguridad que poseian el y su familia. El problema era que no podia activarlo hasta estar cerca de la frontera de Burhan por una cuestión de seguridad.

Sabía que su única esperanza era llegar a las líneas amigas o contactar con su ejército para organizar un rescate. Usando la brújula, determinó la dirección aproximada hacia la frontera de Burhan. La travesía sería peligrosa, pero quedarse en un lugar no era una opción.

Durante la noche, Rashad avanzó lentamente, evitando patrullas enemigas y moviéndose solo bajo la cobertura de la oscuridad. El desierto era implacable, pero su espíritu permanecía indomable…

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Akram miraba a su alrededor hacia tres días había despertado, pero era la primera vez que tenía conciencia de eso.

— ¿Dónde estoy?, pregunto Akram.

— Papá, me alegra tanto que estés consiente dijo Zaid su hijo acercándose.

Akram estaba confundido.—¿Qué pasó?, ¿dónde está mi hija?, lo último que recordaba era a Isra llorando mientras sostenía su herida.

— Estamos en un refugio, tuve que sacarte del palacio Ahmed tu guardia me ayudó. Papá necesitó que estés tranquilo..

— ¿Dónde está Aziza?, pregunto interrumpiéndolo.

— En Burhan, después de tu ataque Isra fue secuestrada o eso creímos. Papá Vadhir entrego a Isra a Amir Al-Dhaher como tercera esposa.—Akram se incorporó de golpe.

— Mi hija ya tiene un esposo dijo Akram furioso

— Papá calmate, lo último que supe es que Sharif fue por ella, parece que hubo un problema entre Isra y Amir. La encerraron en Fortaleza Al-Sahra'a.

— Mi hija está en ese infierno, debemos salir de acá exclamó Akram.

— Papá no podemos te tenían en un coma inducido por orden de Vadhir. Le ordenó a sus guardias que me detuvieran Ahmed ya lo suponía y nos ayudó a escapar. Nuestra cabeza tiene precio, Bakhur le declaró la guerra a Jazeera Al-Faridah por lo de Isra, el ejército de Jaddara está en la frontera de Raleigh estamos al borde de la guerra, si es que ya no ha comenzado.

— ¿ Dónde estamos?, pregunto Akram.

— En un refugio subterráneo según Ahmed aquí no nos encontrarán. Intente que el consejo se reuniera para que me ayudarán con lo de Isra, pero Ibrahim ha desaparecido al igual que otros consejeros.

— Mi hijo, mi propio hijo me ha traicionado dijo Akram afligido.— Akram se quedó en silencio reflexionando, si Ibrahim había desaparecido eso solo indicaba que Vadhir seguramente sabía que Zaid había sido nombrado como heredero, ya que esa información estaba en manos de Ibrahim, porque sería el encargado de anunciar el nombramiento del próximo Rey de Jaddara si a él le pasaba algo.

— Necesito saber de tu hermana y de Aziza dijo Akram.

— Ahmed vendrá, en cuanto posible tenemos algunas provisiones. En cuanto él venga decidiremos lo que haremos lo ideal sería cruzar a Marambit comento Zaid.

— Por supuesto que no, no pienso huir de mi país como si fuera un delincuente exclamó Akram.

— No es huir es buscar una mejor posición dijo Zaid.

— He dicho que no aquí nos quedamos dijo Akram.

Zaid negó con la cabeza su padre era tan testarudo como su hermana...

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Isra miraba el teléfono llevaba seis días en Burhan y solo había conversado con Sharif el primer día después de que le informaran la desaparición de Rashad, él no volvió a llamarla. Ella lo llamó dos días después, pero Sharif no la atendió alegando que estaba en una reunión, él le devolvería la llamada, pero dos días después aún no lo había hecho. Era claro que Sharif la culpaba por lo ocurrido después de todo la guerra inició por ella.

Su hermano Vadhir junto a Amir Al-Dhaher habían puesto su mundo de cabeza. Isra ingreso en la habitación de su madre Aziza cursaba su sexto mes de embarazo.

— ¿Hay alguna novedad de papá?, pregunto Isra.

— Nada de momento, tampoco de Zaid. El problema es que tampoco sabemos en quién confiar en Jaddara, exclamó Aziza.

— ¿En Ahmed?, pregunto Isra.

— No lo sé Isra de momento en nadie exclamó Aziza.

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