Después de ese día con Isabella, el jefe me puso a reclutar chicos, así que lo hice, 1 mes después me mando llamar a una bodega que había comprado,-Héctor, los mocosos que trajiste son unos pendejos, no tienen ni pt idea de donde están metidos ven entrénalos - me dijo eso y colgó sin esperar mi respuesta. Tome mi moto y me dirigí a la bodega.
Mi sorpresa fue que él ya estaba entrenando y nada menos que con ella. Ariane, esa mujer lo tenía del cuello.
El sudor los llenaba a ambos,-Mike- grito al verme, como siempre ella con una sonrisa, y él serió,- ponte los guantes y sube al rin- dijo él, sonreí ansioso, los coloque, ella se alejó a una esquina y sonrió.
Comenzamos el entrenamiento, después de meses sin entrenar mi cuerpo perdió algo de condición, así que el jefe me dio una madrisa que para qué les cuento, quede bañado en sangre y la loca de Ariane riendo de mí.
- Es todo por hoy Héctor- mi jefe se quitó los guantes, bajo del rin, tomo una toalla limpia y limpio la poca sangre que le saque, Ariane se bajó de un salto y lo abrazó, solo mire como se bajaron y me tire en el rin, me acosté en el piso, mirando el techo agitado.
Minutos más tarde me puse de pie, había un tambo con agua así que tome una cubeta y comencé a echar agua en mi cuerpo, luego fui y tome algunas bandas y vende las partes heridas, dure bastantes días sin ir a la universidad.
Días después, fui a casa del jefe por la noche eran como las 9 pm, al llegar estaba completamente obscuro, pero su camioneta estaba con las puertas abiertas la música a todo lo que daba con el sonido alto y la puerta del garage estaba abierta, aún no bajaba del carro cuando con las luces llegue a ver tremendo espectáculo.
Ariane montada sobre él, joder no sabía si apagar las luces, si bajar del auto oh no, él sentado en su silla y ella brincándole en la V mientras se sostenía del respaldo, lo bueno fue que tenían ropa, ella bestia de negro shorts y blusa negra, él su ropa habitual, pero era muy obvio lo que hacían, estos locos me ganaron en locuras, tenían la puta puerta abierta y la música a todo.
Ni siquiera me baje, siendo honesto tuve miedo de salir muerto al ver tremenda escena y eso que ambos tenían ropa, recorde como brincaba la vampira en mi V aquella vez que la abuse, y me dirigí a su casa.
Toque más de una vez y la wey no me habría, así queme metí por la ventana, me senté en el sofá, saque un cigarrillo y comencé a fumar.
Cuando ella entró aún estaba yo fumando así que, el olor al cigarrillo era muy evidente, - QUIEN ESTA HAY?- pregunto ella en voz alta.
-pitufina endemoniada relájate que soy yo, no vayas a hacer una locura.- - Idiota casi me matas del susto perro - sonreí,- tu pinche mente maquiavélica mija - ella entrecerró los ojos y dijo molesta ,- que haces en mi apartamento a esta hora?- me puse de pie y camine hacia ella, - que a caso no puedo venir?- No! dijo ella enfadada.
¡Sonreí, y me acerque a ella, la tome de la cintura y la pegue a mí, - ¿por qué no?- le susurre al oído, mientras ella me empujaba con ambas manos,- suéltame! ¡Alejate! Dame espacio perro idiota!-
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