capitulo 6

Contenido explícito +18

Dime que te pasa vampira y deja de decirme traidor!- ella seguía furiosa y grito -saliste de la casa de esa!-ella se refería a Maggi -Vampira mi vida privada no tiene nada que ver con ustedes- como digas perro- se giró molesta y camino, - ven acá! - le grite y no hizo caso, así que camine hacia ella la tome de la cintura, la gire y la cargue en el hombro.

-Suelta, perro!- decía furiosa, me jalaba el cabello, me mordía, esa loca endemoniada, siempre me hacía sangrar, y con mi genio en vez de calmar mis demonios ella los despertaba,-CALLATE YA!- guardo silencio la subí a la moto y la llevé a casa de las Salvatore.

-No me toques!- decía -Idiota, perro, ARRE! Largo fuera de mi vista! Si le hablas a esa no te quiero cerca!- solo reí no había forma de que ella escuchara, estaba muy enfadada,- la acabo de conocer - ella hizo gestos de disgustos y volvió a decirme -haz lo que te dé tu gana!- sonreí cínico y le conteste - siempre mija, siempre- me fui y la deje ahí.

Días después, iba y visitaba a Maggi, platicaba con ella de una y mil cosas, siempre me recibía feliz, en este maldito pueblo la única persona que siempre reía al verme era ella, la que siempre corría gritaba mi nombre y decía -HÉCTOR-, no toque a Maggi porque se hizo como la poca familia que nunca he tenido, eso fue lo que le dije a Ariane, cuando llego a mi apartamento y pregunto por qué visitaba tanto a Maggi.

-¿Qué haces aquí?- ella sonrió y me dijo, -porque te gusta tanto ir con Magdalena?-camine y me deje caer en el sofá, encendí mi cigarrillo y la mire fijo.

A nadie le importa lo que hago oh dejo de hacer, ella como decirte, sonríe cuando me ve, se alegra de verme, me abraza, puedo hablar con ella como me dé mi perra gana, y ella no se queja, me sigue en mis locuras. Ella elevó una ceja suspiro, se sentó a mi lado y me dijo,- Mike no estás solo, cualquier cosa que quieras hablar te escucho, no soy cariñosa no soy de correr y abrazar amenos que sea tu jefe ja, ja, ja- soltó una carcajada enorme, -pendeja-le dije y sonreí. - no me hagas caso son pendejadas mías, pero la chica me cae bien eso es todo si hace algo malo solo la mando a la V y asunto resulto.

-Bien sabes que las mmds no van conmigo.-Ella suspiró y asintió, días después, en la universidad, ahí estaba Ariane y otra amiga de ella. Que pensándolo bien era una chica que siempre me daba los buenos días en cualquier aula oh pasillo en el que me la tope, una chica superpopular en toda la universidad, Isabella.

Solo las observé y seguí mi camino, tiempo después el jefe llego.

Me acerqué a él y dijo - vamos por ella- fuimos a su casa, estábamos afuera de su casa, ella llegó con otro chico.

* Héctor, ese ¿quién es?- dijo mientras su seño se frunció, - Le dicen el cuervo- el jefe hizo puños sus manos dentro de sus bolsillos, lo note porque sus venas se marcaron.- ¿qué tiene que ver con Ariane?- te dije que ella salía con un chico es él -vámonos!-! Dimos la Vuelta y subimos al auto.

El jefe tal vez solo quiso evitar romperle la cara al tipo ese, o salir de pleito con ella, días después visite a la vampira, -Hola mija, cómo estás?- ella me miro feo, como siempre, pero me dejo pasar, la invite a comer y acepto y la lleve a mi casa, hay la plática se hizo larga, las risas y chistes no faltaron.

-Ya me voy perro- eso dijo sonreí - espera un poco, pitufina tengo hambre!- ella elevó su ceja y me dijo - me ves cara de comida? ¡Sonreí me acerqué a ella y la cargue en el hombro.- que haces Idiota! Suéltame! Perro! - mis oídos se hicieron sordos, ella comenzó a patear y moverse como pudo, me araño la espalda, elevando mi camisa. Gruñidos salían de mí y gritos de miedo de ella.

La metí en mi garage, y le dije al diablo que cuidara la puerta, no había escapatoria para ella, tome una soga la ate a mi barra de ejercicio, y la colgué de manos gritaba, así que cubrí su boca, le dije,-intenta pegarme oh escapar y el diablo te morderá-, no le quedó de otra se quedó quieta.

Ese día, abuse de la vampira Salvator, sin compasión alguna al igual que con la fiera, pero está fue peor, saque mi navaja, y rasgue su ropa hasta dejarla sin nada en ella, la mire con deseo y malicia, y ella mordía sus labios al punto de sangrar, sus ojos eran de una asesina, ya tenía una silla al lado con mi fusta arriba y uno que otro juguete, me acerque por detrás de ella le susurre - destaparé tu boca, grita y será peor- le destape la boca y lo primero que dijo fue.

* Perro!- Sonreí, -si mija ladra todo lo que quieras de todas formas, nadie te escuchara,- le di unas cuantas nalgadas a su trasero con mi mano hasta dejarlas rojas, luego tome mi fusta y la hice contar, se moría de rabia y eso, eso era una inyección de placer a mi vista.

El ver como salía sangre de su espalda, de su trasero, como encorvaba cada que yo daba un azote, era placentero, excitante, pasar la yema de mis dedos por su espalda herida, me coloque frente a ella le pase la fusta ensangrentada por todo su cuerpo, hice hilos de sangre en él.

Me acerque un poco a ella para chupar, oh sorpresa me pateo la entrepierna aún tenía fuerzas, me hizo excitar más, y la mire como perro maníaco, quite mi camisa baje mi pantalón, abrí sus piernas y la tome sin piedad.- ah~ -grito -Grita perra! -le dije en jadeos y gruñidos.-oh ~- aquello era placentero.

La tomé a mi antojo, y nadie pudo detenerme, ni el diablo lo habría impedido, me maldijo una y otra vez, pero mis oídos eran sordos, solo escuchaba sus - ah ~- después de mordidas, besos, lamidas y caricias, cuando la bi más relajada, desate sus manos, su cuerpo lo pedía a gritos.

Me senté en una silla con ella, -oh~ - joder que se movía como una Diosa, botaba y rebotaba en mí!, ella se movía, ella quería placer ,ella quería ser mía, mordía mi cuello chupaba de mi sangre, dejo mi espalda arañada, le lleve al infierno y me llevo al cielo.

Ah~ decía, cuando estaba a punto de correrse, tapo su rostro en mi cuello, pero sus gritos de placer fueron tan obvios, sonreí y comencé a moverme más rápido hasta terminar.

Al terminar, la lleve hasta el baño,y la deje en la bañera.

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