Nacimiento

Toma tus cosas ahora mismo, vamos a un centro para que te saquen eso que tienes ahí dentro

- No, no, no puedes hacerme eso, si me obligas a hacerlo no solo vas a matar a tu hijo, me matarás a mi también porque yo sí lo quiero

El caminaba de un lado a otro maldiciendo y yo, yo pensaba en lo que podía hacer para proteger a mi bebé

- Me voy a suicidar, si me obligas a abortar, me voy a suicidar

El paro en secó, camino velozmente hacia mí y me tomó de las mejillas con fuerza

- Tu jamás me dejaras, me escuchaste? Tu eres mía, solo mía

Me besó a la fuerza y sus manos estaban por todo mi cuerpo, le pedí que parara era la primera vez que lo hacía, la primera vez que le pedía que parara aunque desde la primera vez que estuvimos juntos no me gustó estar con el, pero sentía que era mi obligación estar con el porque era mi esposo es por eso que jamás me había negado, pero ahora el acababa de golpearme y decirme que tenía que matar a mi bebé lo último que quería en estos momentos era tenerlo encima de mí

- Déjame, no quiero!!

El no me escucho y si lo hizo no le importo lo que yo decía, pues me saco del baño y me lanzó contra la cama y ahí me rompió la blusa

- Por favor Tomás no me hagas esto te lo ruego piensa en nuestro hijo

- Ese niño no me importa

Le rogué, le implore que parara, que no me hiciera daño, pero el no se detuvo. Me besó y mordió mi labio tan fuerte que hizo que esté sangrara, me levanto la falda y mis súplicas no importaron entro en mi con tanta fuerza que sentí que algo dentro de mí se desgarraba, lloré y grité para que no lo hiciera pero el tapo mi boca y continuo con lo que estaba haciendo hasta que terminó. Cuando se bajó de encima de mi y se fue al baño yo me quedé echa un ovillo mientras continuaba llorando, al cabo de unos minutos el salió y se acercó a mi yo me hice para atrás pues tenía miedo de el

- Amor perdoname, es que la sola idea de perderte me vuelve loco y me ciego, te prometo que no volverá a pasar y para que veas que hablo enserio te dejare quedarte con el niño que vas a tener, pero tendrás que quedarte en otro lugar

Yo no le dije nada solo asentí con la cabeza, el se fue y yo con dificultad me pare y me fui a bañar necesitaba quitarme su olor de encima, solo recordar lo que acababa de pasar me daban ganas de vomitar, me daba asco solo de pensarlo.

Me quedé en la ducha un buen rato pues necesitaba lavarme, me sentía sucia y cuando por fin salí hice las maletas pues como dijo Tomás me quedaría en otro lugar.

Me llevo a una casa de campo que tenía en Valverde de los arroyos que estaba a unas horas de distancia de la casa ahí había gente cuidando el lugar pues tenia que asegurarse de que yo no saliera, también contrato a una enfermera y una ginecóloga para que me atendieran 24/7. Los meses pasaron rápido y mi embarazo marchaba bien, cuando cumplí 5 meses de embarazo gracias a una ecografía supe que sería niña, una niña no podía estar más feliz, amaba muchísimo a mi hija, ella se movía y la primera vez que la sentí llore de la emoción, ansiaba verla, conocerla, la había imaginado muchísimas veces pues tal vez tendría mis ojos o mi nariz y si se parecía a mi mamá, mi mamá ella estaría feliz de ser abuela. Tomás venía a verme cada semana y era un horror el tener que verlo pues llegaba siempre como un animal en celo y las relaciones con el eran cada vez más dolorosas, la ginecóloga recomendó no tener actividad sexual pero a él no le importaba nada, y yo, yo solo me quedaba muy quieta mientras el terminaba, yo quería irme, alejarme de ese, ese monstruo con el que me había casado muchas veces me culpaba y preguntaba cómo fue posible que no me diera cuenta de la clase de hombre que era, como fui tan ciega, tan tonta. Pase mi vida huyendo de tipos como mi padre y terminé con uno peor. Lo único bueno de este infierno era mi niña, ese ser que crecía dentro de mí.

El día del parto llegó y como era primeriza la enfermera dijo que tardaría, para mí mala suerte la ginecóloga había tenido que salir, la enfermera la había llamado por teléfono y ella había dicho que se daría prisa en volver, pero los dolores aumentaban y yo estaba que me moría del dolor. Le había rogado a la enfermera para que no llamara a Tomás pero no le importo y lo llamo. Al cabo de unas horas que parecían eternas la ginecóloga llegó y Tomás con ella también. Mi parto fue muy difícil les rogué para que me llevarán a un hospital pues la salud de mi niña era lo más importante para mí, pero como siempre mis súplicas fueron ignoradas

- Ahhh!!! Si, si algo le pasa a mi bebé no, ahh!!! No te lo voy a perdonar

Después de casi diez horas de labor de parto mi hija nació, el parto fue doloroso y muy difícil pues yo había perdido la conciencia un par de veces y cuando mi niña llegó al mundo me desmaye de nuevo.

Cuando abrí los ojos ya estaba en la habitación y estaba cambiada, mire por toda la habitación buscando a mi bebé pero no logré verla por ningún sitio

- Donde está mi hija?

La enfermera dijo que iría por Tomás, el entró poco después de que ella salió

- Donde está mi hija? dímelo!! Quiero verla, puedes traerla por favor

Tomás saco algo de su saco y me lo lanzó a la cama, lo tome y eran fotografías de una bebé recién nacida

- Que significa esto?

- Tu hija nació muerta

- No, no es cierto, estás diciendo eso para lastimarme

Comencé a llorar y vi las fotografías que me había lanzado era preciosa, mi bebé era un ángel

- Tuviste un parto difícil, perdiste la conciencia varias veces, y tu hija estuvo tanto tiempo ahí dentro que se ahogo. Tu la mataste

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