Casa 5

Mientras se desarrollaba todo en torno de la casa, a mí ya me hacía un poco difícil caminar porque sentía que uno de estos días iba a dar luz, tengo todo listo y así pasa unos 7 días.

Cuando una madrugada siento un dolor horrible y grito de dolor haciendo a Esther despertar y entrar a la habitación totalmente asustada, y ver como todo mi cuerpo se encuentra mojado de sudor. Le dijo que llame a María para que me ayude a acomodarme y a Natalia que distraiga a los pequeños para que no se asusten, lo mejor es que insonorice la habitación para que no se asusten mis bebes. Mientras eso comienzo a gritar de dolor porque sentía que me partían en dos y María está trayendo todo para el nacimiento de los bebés, agua tibia, toalla y más. Mientras que Esther llega con la partera que me indica que los bebés ya están listos para nacer, y me dice que comience a pujar.

Yo solo lloro y grito porque no pensé que sería tan doloroso este proceso, mientras más grito comienza a salir mi primer bebé que es un niña bien hermosa, luego mis dos niños, siento que ya no tengo fuerza, me siento mal y la partera me dice que estoy bien que solo es cansancio. Pero siento que se fue parte de mi fuerza vital porque me siento como un papel, quién hubiera imaginado que la mejor asesina está ahorita indefensa por el parto.

Veo a mí bebes hechados en su cuna unos a otros y como están tranquilos los, peros pero las nena esta llorando y les dijo que me pasen, Esther la carga y yo le hablo a mi niña que se tranquilicen y como si me entendieran lo hacen y lo colocan junto a sus hermanitos. Me limpian todo para que pueda descansar, le encargó a Esther y María a mis bebes porque son de confianza. Mientras yo comienzo a cerrar mis ojos por el cansancio, en mi mente siento una tristeza de como desearía que mis niños tuvieran un padre que los cuide si algo me llega a pasar, pero soy una mujer fuerte y podré con todo.

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En otro lugar muy lejano se encontraba un hombre con el rostro totalmente desencajado por todas las nauseas y antojos que tuvo por varios meses, su mayordomo le mira extrañado pero no dice nada. Sin embargo, no deja de pensar en esa mujer del callejón, hasta que una madrugada siente un dolor que le hace gritar y llega el mayordomo asustado y preocupado del por qué grito. Sin embargo, cuando llega lo encuentra en el suelo sudando y quejándose del dolor.

El mayordomo le pregunta qué sucede, y el dice que siente un dolor muy fuerte. El comienza a calcular y puede ser lo que estaba pensando, pero si es así tiene que encontrarlos rápido.

Se levanta con dolor y se dirige a donde sus caballeros, les ordena que se levanten y que se alisten y que comenzarán a viajar para buscar a esa persona.