Capítulo 9

"¿Puedes decirme dónde está ahora mismo el Sr. Ilyas?", preguntó Elang. "Me gustaría agradecérselo personalmente", añadió.

"Estará en su oficina esta mañana. Resulta que él es el director de este hospital", respondió Tarjo. "Será mejor que descanses un poco. Te acompañaré a la sala del Sr. Ilyas más tarde".

"Sí. Gracias, Tarjo", dijo Elang. Decidió descansar un poco.

Elang cogió su móvil. Vio que no había mensajes ni llamadas de la persona que le preocupaba. Sólo había mensajes y llamadas perdidas de Dara, que estaba confundida porque Elang no había respondido.

"Esto es lo que pasa cuando no tienes familia. Cuando pasa algo malo, tienes que lidiar con ello solo", se lamentó Elang. Se entristeció aún más al ver a la persona de al lado rodeada de una familia. Realmente, Elang siempre había envidiado a las personas que tenían familia. Vivir sin sentir el amor de un padre y una madre ciertamente le hacía sentir curiosidad por ello.

Elang respondió inmediatamente al mensaje de Dara. Optó por mantener en secreto el accidente que había tenido. Al fin y al cabo, si se lo contaba, tendría que contarle automáticamente sobre su trabajo y Niki.

Tras terminar el desayuno que le proporcionó el hospital, Elang fue dado de alta. Sin embargo, fue a la sala de Ilyas primero, acompañado por Tarjo.

Al llegar a la sala de Ilyas, Elang dio las gracias inmediatamente al hombre de mediana edad. También tenía la intención de pagar todos sus gastos médicos.

"¿Puedes contarme qué te pasó anoche?", preguntó Ilyas.

"Un prestamista me cobró una deuda, señor. Es normal, así es la vida de un hombre solitario", respondió Elang, mintiendo. "Pero aún así, pagaré mis gastos médicos a la administración...", dijo Elang.

"¿Y si no quiero que me paguen con dinero?", respondió Ilyas.

Elang se sorprendió al oír las palabras de Ilyas. Pero, pensándolo bien, el deseo de Ilyas tenía sentido. Teniendo en cuenta que probablemente ya tenía mucho dinero.

"¿Entonces, con qué debo pagar?", preguntó Elang.

"Disculpe, mientras estaba inconsciente, revisé su cartera y vi su identificación de estudiante. ¿Todavía está en la escuela secundaria? ¿Y está en una escuela internacional con una beca?", respondió Ilyas.

"No hay problema, no es gran cosa. Lo que ha mencionado sobre mí es cierto. ¿Pero por qué importa si voy a una escuela internacional?", Elang exigió una respuesta.

"Porque, a partir de eso, sé que eres un estudiante inteligente. Así que quiero que seas el tutor particular de mi hijo", dijo Ilyas.

Los ojos de Elang se abrieron de par en par. Ciertamente estaba confundido por la repentina oferta.

"¿Por qué me ofrece eso? ¿No hay muchos servicios de tutoría por ahí? Sus habilidades deben ser mucho mejores que las mías", dijo Elang.

"Ya he pagado a muchos tutores particulares por ahí, pero mi hijo quiere a alguien como tú. Esa es su petición; si no cedo, seguirá causando problemas, y eso me está dando dolor de cabeza", explicó Ilyas, masajeándose las sienes.