La boda fallida

El día añorado por fin había llegado. Julie no podía de la felicidad, no había momento del día en que no pensara en sus padres y en lo felices que estarían por ella.

Ellos siempre quisieron lo mejor para su pequeña luz, y al fin había llegado su turno de ser feliz junto al hombre perfecto, lo que no imaginaba la dulce Julie, era que venían momentos duros para ella.

En otra parte se encontraba un hombre, el cual llevaba un mes recuperándose de un accidente que lo dejó inválido y con cicatrices y quemaduras en la mitad de su rostro, el cual tapaba con una máscara.

Elijah King, se había convertido en un hombre gruñón, porque pasó de ser un hombre completamente sano a un inútil, según decía él.

El joven necesitaba casarse en máximo dos meses o perdería también la fortuna que le heredó su abuelo, pero para eso debía casarse antes de cumplir veintiocho años y eso sería en dos meses, pero hasta no estar completamente bien no podía exponerse, ya que tiene la sospecha que no fue un accidente sino un atentado.

El hombre se casaría con la mujer que ama y que siempre ha estado con él y ahora era tiempo de volverla, su esposa él se sentía mal porque ahora era un inválido, pero su amor por él era tan grande que no le importaba o eso pensaba él.

En otro lado se encontraba Ethan King terminando de bañarse con una hermosa mujer, toda una diosa era su mayor anhelo y lo consiguió tan fácil, él sabía que ella sería de él y juntos serían muy poderosos.

—Amor… A dónde vas cariño. —Le pregunta la mujer a Ethan al verlo tan elegante.

—Mi amor… Es solo un viaje de negocios cuando regrese tú y yo lo pasaremos muy bien. —Le responde coqueto.

—Está bien cariño, entonces me iré, ya me está llamando de nuevo y no tolero ni verlo, ya lo puedo dejar, me repugna. —Dice la joven con un puchero.

—Aún no preciosa debe ser el día de la boda, así no le quedará tiempo par buscar a otra mujer y casarse ese dinero será nuestro. —Hablo Ethan levantándola y besándola.

—ahora si adiós amor… —Dice y se va directo a su boda, en el camino va pensando todo lo que hará con su pequeña mugrosita.

Los amigos de Ethan lo llaman para decirle que todo está listo.

—Aló hermano ya todo está listo, la novia aún no llega, pero su tía ya llegó, así que es un hecho hoy te comes a la mugrosa. —Dijo Lucas riendo.

—De acuerdo, ya estoy llegando, te lo dije, soy un genio, nadie jamás se dará cuenta de nada. —Ethan iba muy feliz todo le estaba saliendo a pedir de boca él con 22 años sería un hombre exitoso y su hermano no tendría ni un centavo de su fortuna, pero sabana se dio cuenta de todo lo que no sabía que era una boda falsa ella no iba a perder su fortuna, así que llamó a la madre de Ethan y la llevo hasta donde se celebraba la boda de su hijo.

Ethan bajó del auto y se fue al altar a esperar a su futura esposa, la joven entró con un vestido hermoso, pero sencillo y con su sonrisa de siempre comenzó a mirar a los invitados, solo estaban los amigos de la universidad y su tía, ella estaba feliz.

La joven miró al hombre en el altar y estaba muy guapo y elegante, el vestido de la chica era uno sencillo, pero hermoso, su tía lo consiguió de una de las tiendas de la madre de Julie, ella hoy debía verse fabulosa.

Ethan miró a la preciosura frente a él y su corazón se apretó, estaba hermosa y elegante, parecía toda una dama de sociedad, caminaba con tanta gracia que todos sonreía, su tía la miraba feliz por su condición, no pudo entregarla, pero igual ella estaba feliz.

—Estás hermosa mi amor… —Dijo al verla acercarse, pero luego vio a su madre entrar y gritar y todos voltearon.

—Ethan King, como puedes casarte con esta doña nadie, ahora mismo hablaré con tu padre, prefiero verte sin nada que con esta.—Hablo la señora y los ojos de Julie se abrieron en sorpresa.

—Madre que haces aquí… —Pregunto Ethan confundido.

—Solo eso dirás, sabes que en el auto está sabi y no quiere saber más de ti, eso querías, está muy dolida contigo. —Ethan se preocupó, no podía perder a sabana y a la herencia que ella significaba.

—De que hablas mamá, ella no puede estar aquí, no es lo que piensas, yo te explico. —Dijo sin importarle Julie, la joven sintió su corazón estrujarse.

—Nada Ethan vas a perder a sabana si sigues con esta locura. —Dijo su madre y una hermosa mujer entró al lugar, era muy bella, toda una diosa y Julie se sentía pequeña, no entendía nada y estaba petrificada, no entendía nada.

—Que es esto Ethan, cómo pudiste hacerme el amor esta mañana y estar casándote ahora. —Dijo la joven con lágrimas.

—No es lo que parece mi amor, yo te amo … Ella no es nadie, esto es una farsa. — dijo y Julie reaccionó.

—Ethan, que acabas de decir como que farsa quién es esta mujer —Pregunto llorando, Ethan se rio de ella y le dijo.

—Esta mujer es a quien amo y mi futura esposa, esto es una farsa, solo una apuesta que perdí —Dijo y sabana sonrió.

—Ves al juez, en verdad es un publicista y amigo, su asistente es primo de Lucas, jamás, óyeme bien. —Se le acercó a la cara.

—Jamás me casaría con una mugrosa como tú, una nadie yo, Ethan King, casado contigo, eres una ilusa. —Se carcajeó, la deseaba, pero no arriesgaría todo solo por ella, luego le pediría perdón, pensó el idiota.

—La mayoría de los presentes lo sabían o no es así chicos. —Dijo y todos la empezaron a abuchear.

—Si es una mugrosa.

—Regrésate a tu pueblo pobretona.

—Eres una ilusa. —Eran algunos de los insultos que se escuchan joven lloraba sin parar y su amiga la sostuvo, ya que casi se cae.

—Amor vez esto solo era una broma para esta ilusa, te amo, me perdonas cierto. —Ella sonrió, miró a Julie y besó a Ethan, a ella solo le importaba el dinero y no tener que casarse con el adefesio que ahora era Elijah.

—Aléjate de mi hijo basura. —Le grito la madre de Ethan y se fue con el y los demás.

Cuando todos salieron, ella se dejó caer de rodillas, estaba destrozada, no pensó en su tía y la mujer no soporto verla así.

—Hija tranquila, yo estoy aquí… Yo… Yo… —Dijo, antes de desmayarse ella con ayuda de algunos que se quedaron y que no sabían del plan, llevaron a su tía a la clínica y allí fue atendida rápidamente.

Las horas pasaban y ella parecía un mapache con el maquillaje corrido, quería morirse, le dolía su pecho.

La joven estaba cansada de tanta desgracia, se decía a ella misma que estaba maldita.

—Por qué Dios, por qué tengo que pasar por esto, mamá, papá, quiero que me lleven, ya no aguanto estar aquí sin ustedes. —La joven termino y un doctor salió a avisarle sobre su tía

—Usted es familiar de la señora… —No lo dejo terminar.

—Es mi tía como está ella. —El médico negó.

—Lo siento mucho, señorita, la señora acaba de fallecer. —La joven calló de rodillas y soltó un grito desgarrador, todo aquel que la escucho se le erizaron los bellos de su cuerpo, la joven gritaba y estaba fuera de sí.

—Ya basta, ya por favor… Papá… Mamá… Tía me quiero ir. —Salió corriendo a la carretera, pero pudieron alcanzarla cuando se le iba a lanzar a un coche, la agarraron y la llevaron de nuevo a la clínica donde fue sedada, ella ya no podía con tanto dolor.

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