Capítulo 8

Emma le avisó a Ámber que pasaría la noche fuera.

Pasaron la noche juntos, pero no hicieron el amor, solo hablaron de su vida. Emma le contó todo de su vida, su pueblo, sus hermanos mayores, y de su padre. Los paisajes de Jackson Hole, él la observaba cuando ella narraba sus historias de aventuras y excursiones a los parques nacionales, aledaños a su pueblo y en las montañas. Se le iluminan los ojos cuando dice que quisiera hacer un hotel campestre de solo cabañas, donde el huésped interactúe con la naturaleza y la vida del campo.

Ella le dice a Daryl: ¿por qué me ves así?

Eres una hermosa soñadora y emprendedora.

Ella se entristece, y le sale una lágrima.

¿Qué pasa, Emma?

Emma: Lo arruiné, hasta esa noche no tenía nada de que avergonzarme, pero ahora, estoy con un extraño viviendo, una fantasía que no sabemos cómo termine, pero lo que sí es real, que cuando mi familia se entere de lo que hice, no podré mirarles a los ojos.

Daryl: No, Emma, ellos tienen que saber la verdad, tú fuiste una víctima, no debes cargar con las culpas. Hasta yo tengo responsabilidad, pero te aconsejo que no le cuentes todo, vamos, viajemos y le decimos que fue amor a primera vista y decidimos casarnos.

Emma: No sé, Daryl, no me siento bien con esto, no me entra en la cabeza, que tú estés aquí conmigo y lo que tú representas, vienes de un mundo distinto al mío. Si acepto, siempre voy a tener el temor de que no funcione.

Daryl: Puede que no funcione, pero ya estamos en esto. No sé cómo será nuestro matrimonio, pero vamos a intentarlo. En el principio puede que todo esté turbio y complicado con nuestras familias, pero tenemos que vivir para nosotros, Emma.

Si soy un CEO, pero también soy una persona, vengo de una familia, de empresarios, me críe en los mejores internados, te escucho hablar de tu niñez, y siento un poco de nostalgia, al querer estar en una familia, tú eres tan auténtica, con valores familiares. Eres diferente a las mujeres que conozco, tienes metas, eres noble, no eres interesada.

Para mí eres única, y me dirás loco, pero quiero que una mujer como tú sea la madre de mis hijos, quiero tener una familia. Mi propia familia.

Emma lo escuchaba, quería confiar en él.

Amaneció, ellos estaban abrazados, sentían paz, sin sospechar que se avecina una tormenta de problemas.

Ella le dice que quiere ir a su casa. Para cambiar de ropa, hay que trabajar.

A él no le gusta que trabaje para la competencia, pero por ahora no quiere presionar con ese asunto.

Al salir, Maikol esperando en la sala de la suite, buenos días, Daryl, ¿cómo te fuiste ayer con tu esposa? Se molestó por lo que hicimos.

Mientras decía eso, Maikol se llevaba una tasa de café a los labios. Cuando sale Emma de la habitación, Maikol se atragantó.

Emma es interesante, así que tú eres Maikol, el cómplice.

Daryl dice: Él no fue el cómplice. Él es el autor intelectual y el ejecutor de la idea.

Maikol: Daryl, silencio, ¿qué te pasa?

Maikol: (apenado) Emma, no nos dejó otra opción. Daryl estaba insoportable, y le confieso que es la primera vez que lo veo así.

Ya dice Daryl, vamos a cambiar el tema.

Emma: es bueno ir conociendo lo que son capaces de hacer.

Maikol, nosotros no actuamos así, mil disculpas.

Los tres bajaron a la entrada y salieron rumbo a casa de Emma. Al llegar, Ámber abre la puerta:

Ámber: Hola, ella se cubre un poco, tiene una pijama de short, mostraba más de lo que ella quería. Saluda y va rápido a cambiarse.

Maikol se queda observando cuando ella se va retirando. Emma piensa que este Maikol no disimula.

Cuando Ámber volvió con ropa adecuada, Daryl y Maikol estaban sentados en el sofá. Le hago seña a Ámber. Ven, Ámber, vamos a preparar un café.

Al llegar a la cocina.

Amber: ¿Pregunta qué hiciste? ¿Dónde pasaste la noche? Estaba preocupada por ti. Me imagino que entre esos dos está tu esposo. Hay Emma, estás perdida. Entiendo por qué te has comportado así.

Emma: Daryl es el de los ojos azules.

Amber: No, qué difícil, Emma, ¿no me digas que estuviste otra vez con él? ¿No lo puedo creer? Bueno, que viéndolo bien, ¡quién se resiste a un hombre así! Y el otro, no está nada mal.

Emma: Ámber, nunca te había escuchado hablar así.

Amber: Nunca había visto hombres, como ellos, personalmente.

Amber: Bueno, ¿qué decidiste?

Emma: (vamos a intentarlo) pero no espero que sea duradero.

Amber: Hay Emma. no seas así, sé positiva.

Emma: Ámber, tú sabes quién es Daryl Thompson.

Amber: No, Daryl Thompson, se queda pensando.

Emma: Repite su nombre varias veces.

Amber: Y para qué voy a decirlo varias veces, no entiendo, Daryl Thompson. Daryl Thompson Amber (Cae en cuenta quién es)No puede ser el presidente de Excellence hotel Complexes.

Emma: El mismo.

Amber: No, amiga, este te lo mandó Dios, por ser tan buena. Hay Dios, necesito un trago, no un café.

Emma: tú no tomas café Ámber.

Amber: En este momento, me arrepiento de no tomar licor.

Emma: Vamos a llevar el café. Tengo que cambiarme y recoger algunas cosas.

Amber: Me dejas sola.

Emma: Sí, unos días. Pero si todo sale bien, si me voy definitivamente.

Amber: Ojalá amiga, tú eres la persona más noble que existe, merece este regalo de la vida, no dejes de vivir por nadie.

Llegamos a la sala con los cafés, Emma se retira para cambiarse, y recoger algunas cosas.

Los hombres conversan con Ámber.

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