EL CIELO Y EL INFIERNO

—¡Guardias! — Espeta Alfa Eros mientras Emily se mantiene con la cabeza agachada, en eso llega Larry. —¡Alfa! — responde el Beta, pasando por alto la presencia del Rey.

— ¡Guardias! — Ruge el Alfa Rey, solo allí, Larry realiza un gesto con la boca, había pasado por alto en su totalidad el informe de que el Alfa Rey se encontraba en el territorio de la manada y que ya estaba en presencia del Alfa, tampoco su fragancia de Rey era perceptible.

— Disculpe su… — antes de que Larry dijera algo, el Alfa Rey había dado una orden cuando sus guardias acuden a su llamado.

— Lleven al Beta y a la loba al calabozo.

— Basta, mientras este en la casa de la manada no tiene derecho de…

— Me ha faltado al respeto su Beta, Alfa.

— Yo me ocuparé de mi Beta no olvide nuestras reglas y Larry no es una Loba es un Lobo y es el segundo al mando de mi manada, por ende también es alguien poderoso dentro de ella, un error lo comete cualquiera, su Alteza — espeta Alfa Eros.

— El Beta se salva, pero a la loba envíen al calabozo.

— No la toquen, mi Beta se encarga de ella.

— Estás desafiando mi poder — El Rey interrumpe.

— Llévala Larry — A Eros poco o nada le importaba lo dicho por el Rey, pero tampoco la mayor fuerza de poder del Mundo Lobuno hizo algo más ante la orden de Alfa Eros, el Beta se llevó a la loba — Pase a mi Oficina, su Alteza — Los Guardias habían sudado frío, Alfa Eros era uno de los pocos para no decir que era el único que se atrevía a desafiar el poder de orden del Rey.

El Alfa Rey y Alfa Eros se dirigen hasta el despacho de la manada Eclipse, cuando la puerta se cierra, Alfa Eros mira fijamente al Rey.

— ¿Qué es lo que quiere saber su Alteza? — La pregunta del Alfa logra que el Rey también lo mire fijamente eran miradas asesinas.

— Estoy interesado en conocer más acerca de como se produjo la muerte de tu padre.

— Son recuerdos dolorosos que hubiera preferido que mi mente los siguiera bloqueando, pero cada noche me persigue como mi madre le quito la vida a mi padre — Eros no mentía, aún recordaba el abuso de su padre aquella noche antes de que él lo mate.

— ¿Ves porque es tan importante doblegar a las Lobas? Aquellas no se merecen nuestra consideración, ellas pueden ser nuestra perdición, tú viste como tu madre mato a tu padre alguien considerado Alfa y reconocido como tal.

— No hace falta que me lo diga, lo tengo bastante claro — Responde Alfa Eros.

— Me llevaré a la loba hasta el Palacio Lobuno, esperaré tus informes de la manada a la que ella pertenecía, solo estaba de pasada al medio día inicio otro viaje hasta la costa Sur allí los Alfas del Sur están preparándome varias lobas para esclavas.

—¿Esclavas? — pregunta Eros un poco incómodo ante aquella mención.

— Si Eros, a partir de ahora las Esclavas serán las Lobas, serán tratadas como Omegas — Alfa Eros solo asintió, pero en su interior aquello lo estaba molestando, no toleraba que las Lobas fueran conocidas como objetos y tratadas como tal, pero ahora mismo no podía hacer absolutamente nada.

El Alfa Rey se había instalado en una de las habitaciones de la casa de la Manada después de la conversación con Eros, el cielo estaba cubierta de grandes nubes, el Alfa sale mientras caen pequeñas gotas de lluvia, sus piernas se mueven con dirección a la cabaña en dónde está Emily, la loba se encontraba acostada, pero no podía dormir cuando escucha que la puerta de su cabaña se abre ella de inmediato se coloca de pie, pero cuando vio a Alfa Eros allí mirándola ella retrocede había cierta intensidad en los ojos amarillos de Alfa Eros.

— Alfa — susurra ella mientras Eros se acerca a la loba lentamente efectivamente había una chispa intensa alrededor de ellos.

— El Alfa Rey quiere llevarte con él al Palacio Lobuno.

— Eso era lo que usted quería al fin y al cabo Alfa.

— Serás protegida si te conviertes en mi aliada, voy a permitir que este tan solo 7 días allí posteriormente enviaré por usted, pero en esos 7 días usted deberá de traerme mucha información.

— Aquello es muy fácil Alfa ¿Solo es a cambio de mi libertad en 7 días?

— No, tu libertad del Alfa Rey y serás parte de la manada Eclipse.

— Trato hecho Alfa — expresa Emily.

— Deberás de ser muy cuidadosa y mantenerte dócil, sumisa durante tu estadía allí — Alfa Eros se da la vuelta dándole la espalda a Emily observando la lluvia desde la abertura de la cabaña.

— Voy a hacer todo lo posible — fue la respuesta de Emily, pero ni bien ella había dicho aquellas palabras todo su cuerpo fue empujado por ka pared, Alfa Eros la tomó del cuello.

— Tú lo vas a hacer bien — su voz era ronca y Emily había temblado ante la fiereza de Alfa Eros.

— Siempre y cuando no encuentre la muerte allí, Traeré novedades para usted.

— Nadie va a tocarte. Nadie se atrevería a tocarte porque enviaré otros Guardias para protegerte, solo tienes que cooperar cachorra. — ¿Va a luchar en contra de la esclavitud de las Lobas? — Pregunta Emily sin darle importancia a que un Alfa la tenía sostenida del cuello, un maldito Alfa la podía matar allí mismo, no obstante la emoción era diferente a la que ella había esperado, su loba gruñó dejando en claro que estaba excitada ante el agarre del Alfa, sus miradas conectan de manera profunda.

Pero entonces ella tiembla al sentir algo arrecho, Emily se muerde los labios, era Loba y estaba ante un Alfa, aquella historia nunca cambia, las Lobas son débiles ante un macho Alfa.

— ¿A qué está jugando Alfa? — fue la pregunta realizada por Emily mientras el cuerpo caliente de Alfa Eros la vuelve tan vulnerable — ¿Quiere que la Vampiresa me mate?

— ¿Sabes que aquello es un secreto verdad? — su voz extremadamente ronca sacude el interior de Emily.

—Lo tengo claro Alfa — Responde ella sintiendo la respiración caliente de Eros entrar en contacto con su rostro.

— Entonces no lo menciones, no menciones a la Vampiresa — La punta de la lengua del Alfa acaricia la mejilla de Emily, entonces la loba en un arrebato agarra la masculinidad del Alfa, provocando una sensación extremadamente placentera para Eros.

—¿Quiere jugar conmigo, Alfa?

— No haría tal cosa, pero maldita sea, ninguna loba me ha puesto tan arrecho como tú ¿eres bruja, tienes algún encanto en particular? — Eros la soltó del cuello posicionando ambos manos en la pequeña cintura de ella.

— Solo soy Emily, una pequeña loba que perdió toda su manada — Responde ella mientras siente como el tacto de Alfa Eros quema la piel de su cintura. En eso la tormenta llega, las velas que dan luz a la cabaña se apagan por las fuertes ráfagas de viento.

— Te deseo — susurra Eros — Te deseo como un maldito loco, pero eres una cachorra, y si te hago algo puedo destrozarte y la Luna me va a castigar.

Después de expresar aquellas palabras Alfa Eros se aparta de ella, Emily siente la ausencia del tacto del Alfa, Eros sale sin importar que la lluvia caiga intensamente, Darko toma el control absoluto llevando las gotas de agua por su rostro hasta llegar a una colina, el Alfa empieza a aullar.

—¿Por que mi Diosa? ¿Por qué permitiste que una Vampiresa me marque? ¿Por qué? — La voz de Eros se escucha en la mente de Darko con súplica — Emily, por Emily sería capaz de declarar la Guerra al propio Rey y desafiaria tu poder mi Diosa, porque en un mundo inestable para mi, siento que ella es calma, pero también el fuego que necesito para arder, ella es como nuestros ancestros de miles y millones años atrás, siglos tras siglos, como nuestro Rey, el ancestro más grande y respetado le dijo a su Diosa, el Cielo y el Infierno, Emily es eso para mí, el Cielo y el Infierno.

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