{El día del ansiado baile había llegado, y Aurora se encontraba en su habitación, envuelta en una mezcla de nerviosismo y expectativa. Para calmar su mente y distraerse de la creciente ansiedad, decidió sumergirse en la lectura de uno de los antiguos tomos de magia que el hechicero le había confiado. Entre sus páginas, buscaba encontrar la serenidad necesaria para enfrentar la noche que se avecinaba, una noche que prometía ser inolvidable.}
Aurora se hallaba sumergida en la lectura del “Tomo II: Magia de Agua y Derivados”, su escepticismo inicial dando paso a un creciente entusiasmo. La magia, con sus infinitas posibilidades, la llamaba, y ella no podía evitar sentirse emocionada ante la perspectiva de dominar tal arte.
“Conjuro de Bola de Agua: Para invocar este hechizo, se requiere un cetro mágico que amplifique el maná,” leyó en voz alta, su mente ya tejiendo imágenes de olas y remolinos controlados por su voluntad. “¿Dónde podría encontrar un cetro mágico?” se preguntó, su curiosidad despertada por el desafío que representaba la adquisición de tal artefacto.
“Quizás padre pueda ayudarme,” murmuró para sí misma, una idea formándose en su mente. Con decisión, cerró el libro y lo colocó cuidadosamente junto a los otros tomos de su creciente colección. Si alguien sabía dónde obtener un cetro mágico, sería su padre.
Mientras Aurora caminaba por los pasillos hacia el despacho de su padre, se cruzó con Margareth. La hermana mayor, percibiendo la tensión en el aire, le preguntó con suavidad si estaba nerviosa por el baile.
“Estoy bastante nerviosa,” confesó Aurora, asintiendo. Había hecho un esfuerzo consciente por mejorar su relación con Margareth desde aquella reveladora noche de sueños. A pesar de las incertidumbres, Margareth era su hermana, y Aurora deseaba fortalecer ese vínculo.
Con una sonrisa cálida y fraternal, Margareth compartió algunos consejos para tranquilizarla. “¿A dónde te dirigías?” inquirió con curiosidad.
“Al despacho de padre,” respondió Aurora, una idea formándose en su mente. “¿Me acompañarías?” preguntó, ofreciéndole una sonrisa esperanzada.
Margareth asintió sin dudarlo, y juntas se encaminaron hacia el estudio del señor Thorne.
Por supuesto, aquí tienes una versión del texto sin las formas verbales arcaicas:
Tres golpes resonaron en la puerta, firmes y decididos: ‘toc toc toc’. Del otro lado, una voz grave y autoritaria concedió permiso con un “adelante”.
Con paso firme, las hermanas se presentaron ante la imponente figura de su progenitor. El Duque Thorne levantó la vista de la montaña de documentos que demandaban su atención y preguntó con su característica seriedad: “¿Qué asunto las trae por aquí?”
Aurora, con un brillo de entusiasmo en sus ojos y una ligera vibración en su voz, inquirió si sabía dónde podría adquirir un cetro mágico.
El padre las observó detenidamente, permitiendo que el silencio se extendiera por un momento antes de responder. “Pueden encontrar uno en el centro de la ciudad, en una tienda especializada en artículos mágicos. Pero, ¿para qué quieren un cetro?” preguntó, aunque ya intuía la respuesta, deseaba escucharla de los labios de su hija.
“Sabes que aún no puedes salir de la mansión, Aurora” recordó el Señor Thorne con firmeza. Fue entonces cuando Margareth intervino, ofreciéndose a acompañar a Aurora y sugiriendo pedir a Elliot que se uniera a ellas.
El Duque meditó la propuesta por unos instantes. La relación entre sus hijos había sido distante durante años; esta podría ser la oportunidad perfecta para un acercamiento. Finalmente, asintió. “De acuerdo, pueden ir. Pero llevarán a dos caballeros con ustedes para garantizar su protección.”
Las hermanas, aliviadas y agradecidas, expresaron un sincero “gracias, padre” antes de retirarse del despacho en busca de Elliot.
En el campo de entrenamiento, Elliot estaba absorto en su rutina cuando la llegada de sus hermanas interrumpió su concentración. Al verlas acercarse juntas, una curiosidad genuina cruzó su rostro.
“¿Qué las trae por aquí?” preguntó Elliot, sorprendido por su inesperada visita.
“Padre nos ha dado permiso para ir al centro de la ciudad,” explicó Margareth con un tono práctico. “Aurora está en busca de un cetro mágico. Venimos a buscarte porque padre insistió en que nos acompañaras y que trajéramos a dos caballeros con nosotros.”
Con un asentimiento, se preparó para unirse a ellas.
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El interior del carruaje se llenaba de risas y conversaciones animadas, una visión encantadora que reflejaba la calidez del vínculo entre las hermanas.
La curiosidad brilló en los ojos de Aurora, y no pudo evitar preguntar a Margareth por qué había dejado de practicar su magia. Los fragmentos de recuerdos que volvían a ella le susurraban que Margareth poseía una afinidad natural con la magia del viento.
Con una sinceridad teñida de melancolía, Margareth confesó que su reserva de maná era limitada y que el uso continuo de su magia la agotaba profundamente. Abusar de ella, admitió, podría tener consecuencias fatales.
Un silencio cargado de reflexión se apoderó del carruaje. Aurora, con la esperanza titilando en su voz, rompió la quietud: “¿Y un cetro mágico no podría ayudarte?” La pregunta quedó suspendida en el aire.
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Los hermanos se habían reunido de nuevo en la majestuosa mansión, sus almas aún resonando con las risas y el calor de una tarde llena de momentos.
“Bueno, nos vemos en la noche,” dijo Elliot, despidiéndose de sus hermanas para prepararse para el baile.
Aurora, con una sonrisa que ocultaba su verdadero propósito, se acercó a Margareth. “Tengo esto para ti,” dijo, extendiendo un espléndido collar de rubí. “Lo encontré en la tienda de artículos mágicos. Este collar almacena maná, te ayudará a poder usar tu magia,” explicó con una sonrisa.
Margareth quedó estupefacta ante la belleza del regalo. Se cuestionó sobre sus actitudes hacia su hermana menor y, con los ojos llenos de lágrimas, la abrazó y le ofreció un agradecimiento sincero.
Cetro de Aurora:
Collar de rubí de Margareth:
Conjuro Bola de Agua:
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Comments
Soledad Franco Vera
excelente historia atrapante, aunque mata la curiosidad porque Margaret quería desaparecer a aurora cual sería el motivo, de traer a los magos oscuros para que se la lleven. aunque ella todavía no tiene los recuerdos de la aurora original 😁más capitulo que se quedó en la parte más interesante 😍
2024-06-08
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