Capítulo 12: La Propuesta de Matrimonio

La colaboración entre Dafne, Daemon, Alexander y Elena había fortalecido el ducado y sus relaciones. A medida que el tiempo pasaba, Dafne y Daemon se dieron cuenta de que sus sentimientos se habían convertido en algo más profundo y genuino. La próxima etapa en su relación sería crucial para consolidar no solo su amor, sino también la estabilidad del ducado.

A medida que pasaban los meses, los sentimientos de Daemon por Dafne se hicieron más profundos y sinceros. La alianza que comenzó como una estrategia política se había transformado en una conexión genuina y amorosa. Daemon decidió que era el momento de formalizar su relación, no solo por conveniencia, sino por el amor que sentía hacia Dafne.

Una tarde, mientras paseaban por el jardín del palacio, Daemon se detuvo bajo un gran roble, el mismo lugar donde habían compartido muchas conversaciones significativas.

Daemon: (con ternura) Dafne, hay algo que he estado queriendo decirte. Nuestra relación comenzó como una alianza estratégica, pero con el tiempo, he llegado a amarte profundamente. Quiero pasar el resto de mi vida contigo, no solo como mi aliada, sino como mi esposa.

Dafne sintió una ola de emoción y amor. Sabía que este momento llegaría, pero escuchar las palabras de Daemon la llenaron de una felicidad indescriptible.

Dafne: (con una sonrisa) Daemon, también te amo. Nada me haría más feliz que ser tu esposa.

Daemon sacó un anillo de compromiso y se arrodilló frente a ella.

Daemon: (mirándola a los ojos) Dafne, ¿aceptarías casarte conmigo?

Dafne sintió lágrimas de alegría en sus ojos mientras asentía.

Dafne: (con voz emocionada) Sí, Daemon, acepto.

Daemon se levantó y la abrazó con fuerza, sellando su compromiso con un beso. La noticia de su compromiso se extendió rápidamente por el palacio, generando reacciones mixtas entre los nobles y cortesanos.

La propuesta de matrimonio entre Daemon y Dafne desencadenó una serie de eventos que pusieron a prueba sus planes y su relación. Algunos nobles aceptaron la noticia con entusiasmo, viendo en la unión una señal de estabilidad y fortaleza para el ducado. Otros, sin embargo, vieron la oportunidad para sembrar discordia y cuestionar la legitimidad de su unión.

Durante una reunión del consejo, Lord Richard, uno de los nobles que había sido neutral hasta ahora, expresó sus dudas.

Lord Richard: (con desdén) Gran duque, aunque respeto su decisión personal, me preocupa que esta unión pueda ser vista como una consolidación excesiva de poder en manos de una sola persona. Debemos considerar las repercusiones políticas.

Daemon miró a Lord Richard con calma, pero con determinación.

Daemon: (con firmeza) Esta unión es una señal de nuestra fortaleza y unidad. Dafne ha demostrado ser una líder capaz y dedicada. Nuestra alianza es para el bien del ducado, no para concentrar poder.

Dafne intervino, buscando calmar las tensiones.

Dafne: (con serenidad) Entiendo sus preocupaciones, Lord Richard. Les aseguro que mi única intención es servir al ducado y trabajar en colaboración con todos ustedes. Nuestra unión fortalecerá nuestra capacidad para enfrentar cualquier desafío juntos.

Las palabras de Dafne lograron calmar parte de la inquietud, pero sabían que aún había descontento entre algunos sectores de la corte

La preparación para la boda fue rápida pero meticulosa. Dafne y Daemon querían que la ceremonia fuera un símbolo de unidad y esperanza para todo el ducado. Mientras tanto, Dafne continuó vigilando de cerca las actividades de la corte, consciente de que algunos podrían intentar sabotear su matrimonio.

El día de la boda llegó, y el palacio estaba adornado con flores y luces. La ceremonia se celebró en la gran sala del trono, con la presencia de nobles, cortesanos y ciudadanos del ducado. Alexander y Elena estaban a su lado, apoyándolos y celebrando su unión.

Mientras Daemon y Dafne intercambiaban sus votos, una sombra se movía entre la multitud. Dafne había anticipado posibles intentos de sabotaje y había tomado medidas para asegurarse de que la seguridad fuera estricta. Sin embargo, no había previsto que la amenaza vendría de alguien cercano.

Lady Cassandra, quien había sido desterrada pero había logrado regresar en secreto, intentó interrumpir la ceremonia.

Lady Cassandra: (gritando) ¡Esta boda es una farsa! ¡Daemon, no puedes confiar en ella!

Los guardias se movieron rápidamente para detener a Cassandra, pero el daño ya estaba hecho. La multitud murmuraba y la tensión aumentaba. Daemon levantó la mano para calmar a los presentes y se volvió hacia Cassandra con una expresión de determinación.

Daemon: (con voz firme) Lady Cassandra, tu intento de sabotaje no cambiará nada. Esta boda continuará, y tú enfrentarás las consecuencias de tus acciones.

Cassandra fue escoltada fuera de la sala, y la ceremonia continuó sin más interrupciones. Dafne y Daemon intercambiaron sus anillos y sellaron su matrimonio con un beso, bajo los aplausos de los presentes.

Después de la ceremonia, la celebración continuó con un gran banquete. Dafne y Daemon, ahora oficialmente marido y mujer, se sentían más unidos y fortalecidos que nunca. Sabían que su unión no solo era un símbolo de amor, sino también de poder y determinación.

Mientras bailaban bajo las estrellas, Daemon susurró al oído de Dafne.

Daemon: (con ternura) Este es solo el comienzo de nuestro viaje juntos, Dafne. Con tu amor y tu fuerza a mi lado, sé que podemos enfrentar cualquier cosa.

Dafne lo miró con amor y determinación.

Dafne: (con una sonrisa) Sí, Daemon. Juntos, construiremos un futuro brillante para nosotros y para nuestro ducado.

Con esa promesa, Dafne y Daemon se embarcaron en una nueva etapa de su vida juntos, listos para enfrentar cualquier desafío y construir un futuro lleno de esperanza y amor.

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