Capítulo 5

Al salir Fraga, la oficina quedó en silencio incómodo...

-Ejem, ejem, bueno ya que ya arregle mi asunto, yo paso a retirarme, tengo cosas que a hacer, mi retiro Dereck

-Si está bien Leah y recuerda que estás en todo derecho de hacer lo que quieras hacer aquí en la mansión y no es necesario que yo intervenga, ya que eres la Duquesa y...

-Lo se Dereck, lo que pasa es que como estaba involucrada Fraga y sé lo que ella significa para ti, lo quería tratar contigo, pero sé cuáles son mis obligaciones y créeme que haré lo que pueda, adiós.

Caminando rumbo a la puerta, salió de allí, ahora debía de concentrarse a ayudar a Andrés y buscar las cartas en donde Dereck planeaba dar un golpe de estado para quedarse con el trono y sobre todo buscar quienes son los que lo están ayudando a planear tal acto y con eso en mente llego a su habitación y le pidió a sofí la correspondencia de ella.

-Madam, aquí están sus cartas

-Muy bien sofí ponlas en el escritorio y ya sabes apenas Dereck salga de la oficina me avisas, tengo que buscar esas cartas

-Mi señora, ¿de verdad le hará eso a su esposo?, UPS perdón mi atrevimiento- inclinando su cabeza.

-Esta bien sofí, además has estado conmigo desde que éramos niñas y más que mi sirvienta, te veo como una amiga y respondiendo a tu pregunta es sí, es verdad que Dereck me trata bien y me da mi lugar, pero no lo amo y por su culpa no pude casarme con Andrés, no sé con que trucos o amenazó a mi padre para que aceptara tal oferta

-Bueno, usted sabe lo que hace mi señora y me retiro para estar al pendiente, con permiso

Al quedarse sola, Leah se puso a leer sus cartas y en cuanto vio una de Andrés la empezó a leer sonriendo, pero le llamo la atención una parte en la que la invitaba en dos semanas a un baile al palacio en honor de la emperatriz y tenía hasta esa fecha para llevarle toda la información y allí mismo desenmascarar a su hermano y acusarlo de traición junto con sus aliados y poder solicitar su divorcio y si era posible la anulación de su matrimonio y después pedirle a su padre poder tener a Leah como concubina real.

Leah no podía dejar de sonreír porque en dos semanas por fin sería mujer libre para estar con Andrés, aunque no dejaba de sentir un piquetito en su pecho, pero decidió no darle importancia porque posiblemente sería algo sin cuidado.

Después de un rato ya casi para el atardecer sofisofíro a la habitación para decirle que ya Dereck había salido y no había ya nadie por el pasillo, ya que Fraga y Armando estaban ayudando en el almacén.

Con prisa Leah y Sofí llegaron a la oficina y con cuidado entro Leah, dejando a Sofí cuidando afuera por si alguien pasaba

-Muy bien, recuerda apenas veas a alguien toca tres veces, oíste sofí

-Si mi señora

Así que sin más, Leah entro y de inmediato procedió a buscar en el escritorio los papeles que Andrés le pedía, vaya que Dereck era muy desordenado porque tenía muchos papeles por todo el escritorio y ni que decir de los cajones, todo por sin ningún lado, Armando de seguro cuando limpiaba tendría un coraje por todo el desorden que había.

Sofí por su parte estaba muy nerviosa, ya que si Fraga o Armando la veían ¿qué les diría? Ya que ella al ser la sirvienta personal de Leah no tendría que estar allí y mucho menos a esa hora, porque era particularmente la hora en que el duque llegaba de entrenar a los caballeros.

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