Una Madre Para Mi Hijo

Prólogo

Alma de Ortega y Amancio...

Yo nunca he aceptado que un hombre sea malo por obligación y venganza, tengo la certeza de que un hombre no nace malo, al hombre lo hace malo la vida, la sociedad o su propia madre.

Hace muchos años conocí un hombre del que me enamoré profundamente, era el jefe de la mafia más poderosa de la ciudad, no había nada que él no supiera, no se movía una piedra sin su autorización, y aunque nunca estuve de acuerdo con lo que hacía mi amor por él era más fuerte y estuve a su lado hasta el día que murió.

Aún recuerdo esa noche oscura, llena de tinieblas y zozobra, en la que de un solo golpe perdí a mi hijo, a mi amado esposo, una emboscada, más bien una traición, les arrebato la vida. Yo estaba en casa con mis nietos y mi nuera, quien nunca me agrado, pero soporté por amor a mi hijo.

Solo tuve un hijo, mi orgullo, mi adoración, que lastimosamente quiso seguir los pasos de su padre y lo acompañó hasta la muerte.

Después de enterrar mis dos grandes amores, me convertí en una matrona. Me vi obligada a continuar con el legado de mi esposo, no le podía fallar, aunque intenté cambiar un poco las cosas.

Mis nietos crecieron a mi lado, aunque intente alejar a Dalila no logre hacerlo, ella se encargó en hacer crecer en mi Jarek un odio tan fuerte que ahora es quien tiene el poder de todos los negocios de la familia, es quien cumple con el papel de su padre y de su abuelo y no es algo de lo que me sienta orgullosa.

Jarek era un niño brillante y muy cariñoso. Poco a poco su luz se apagó y a sus hermosos ojos oscuros, como la noche, les llegó la terrible tiniebla, lo único que me alegra es que Dalila está pagando con sufrimiento el haber inculcado tanto odio al corazón de mi nieto, él no soporta tenerla ni un segundo cerca, eso si quiere y protege a su hermana con su propia vida.

No es un hombre que demuestre mucho sus sentimientos, solo lo vi enamorado una vez y esa mujer desapareció dejando a un pequeño niño al cuidado de mi nieto. Eso lo terminó de destrozar por completo, y ahora es aún más frío y alejado del mundo.

-Abuela, buenas noches. Jacob aún no mejora. Necesito un especialista con urgencia, pero no quiero arriesgarme a llevarlo a un hospital —dice Jarek sacando a su abuela de sus pensamientos.

-Trae a casa la persona que necesites, hijo, mi bisnieto es lo único importante, en este momento responde la abuela.

—Lo sé, solo quería tu autorización— responde Jarek.

—Tú llevas el mando, hijo mío —le dice la abuela con una sonrisa.

Jarek sale de inmediato de la habitación; estaba decidido, lo pude ver en sus ojos. La vida de Jacob, mi bisnieto, es su prioridad en estos momentos. Necesita al mejor especialista del país para curar a su hijo y estaba decidido a encontrarlo. Cueste lo que le cueste.

No sé por qué mi intuición, me dice que la persona que llegue a esta casa va a cambiar la vida de Jarek y la de todos los que acá vivimos, solo espero no equivocarme, quiero que mi nieto sea feliz y se aleje del mundo que sus padres le construyeron.