Capitulo 19

Después de la conmocionante proposición del profesor Castillo, Mateo se sentía completamente desorientado. No podía creer que la persona a la que más admiraba en el mundo académico le hubiera hecho una oferta tan inapropiada.

Mientras caminaba al lado de Emma, Mateo no podía dejar de pensar en lo sucedido. ¿Cómo había llegado a esa situación? ¿Qué otros secretos podría estar escondiendo su mentor?

Emma, al notar la turbación en el rostro de su amigo, lo tomó del brazo con suavidad. "Mateo, ¿estás bien? Sé que todo esto debe ser muy difícil para ti."

Mateo la miró con una expresión de profunda decepción. "No lo sé, Emma. Aún estoy tratando de procesar lo que acaba de suceder. Jamás imaginé que el profesor Castillo pudiera hacer algo así."

Emma lo miró con preocupación. "Entiendo, Mateo. Pero debes saber que hiciste lo correcto al rechazar esa oferta. No puedes dejarte seducir por el dinero o los privilegios, por más tentadores que parezcan."

Mateo asintió, sintiendo cómo un nudo se formaba en su garganta. "Lo sé, Emma. Pero aun así, no puedo evitar sentirme traicionado. El profesor Castillo era alguien en quien confiaba ciegamente."

Emma apretó suavemente su mano, intentando reconfortarlo. "Sé que debe ser una decepción enorme, Mateo. Pero debes recordar que la integridad y tus principios son mucho más importantes que cualquier oferta o tentación."

Mateo suspiró profundamente. "Tienes razón, Emma. No puedo dejar que esto destruya todo el trabajo que he hecho. Debo mantener la calma y seguir adelante."

Emma le dedicó una mirada llena de orgullo. "Así se habla, Mateo. Sé que esto no ha sido fácil, pero estoy segura de que podrás superarlo. Eres una persona íntegra y honesta, y eso es lo que más importa."

Mateo intentó esbozar una sonrisa, aunque le costaba trabajo. "Gracias, Emma. No sé qué haría sin tu apoyo."

Mientras caminaban, Mateo no podía evitar pensar en las consecuencias que podría tener esta situación. ¿Qué pasaría si el profesor Castillo insistía en su oferta? ¿Cómo afectaría esto a su futuro y a su relación con él?

Cuando llegaron a la puerta de la residencia, Emma se detuvo y miró a Mateo con seriedad.

"Mateo, prométeme que no vas a volver a encontrarte con el profesor Castillo a solas. Al menos, no por ahora. Necesitas tomar distancia y procesar todo esto."

Mateo asintió, sintiendo cómo la preocupación se reflejaba en su rostro. "Tienes razón, Emma. No quiero arriesgarme a que vuelva a proponerme algo así. Mantendré mi distancia por el momento."

Emma lo abrazó con fuerza. "Me alegro de que lo entiendas, Mateo. Sé que esto ha sido un duro golpe, pero estoy segura de que saldrás adelante. Eres mucho más fuerte de lo que crees."

Mateo se aferró a su amiga, sintiéndose agradecido por tenerla a su lado. "Gracias, Emma. No sé qué haría sin ti."

Después de despedirse, Mateo se dirigió a su habitación, sintiéndose abrumado por todo lo que había sucedido. Se dejó caer sobre la cama, enterrando el rostro entre sus manos.

A pesar de todo, no podía dejar de pensar en el profesor Castillo. ¿Cómo era posible que alguien a quien admiraba tanto le hubiera hecho una proposición tan inapropiada? ¿Qué más estaría escondiendo?

Mateo se sentía traicionado y decepcionado, pero también confundido. ¿Acaso el profesor Castillo había desarrollado sentimientos hacia él que iban más allá de lo profesional? ¿O se trataba simplemente de una búsqueda de poder y control?

Mientras luchaba por entender la situación, Mateo se dio cuenta de que su admiración por el profesor Castillo se había visto seriamente dañada. Ya no podía verlo de la misma manera, y eso le causaba una profunda tristeza.

Pero, al mismo tiempo, Mateo se sentía orgulloso de haber rechazado la oferta. A pesar de la tentación del dinero y los privilegios, había mantenido sus principios y su integridad. Eso era algo que nadie podía quitarle.

Con un suspiro, Mateo se puso de pie y comenzó a prepararse para la siguiente clase. Sabía que, a partir de ahora, tendría que ser más cauteloso y mantener una distancia prudente con el profesor Castillo. No podía permitir que esta situación afectara su futuro.

Mientras caminaba por los pasillos, Mateo se encontró con algunos de sus compañeros, quienes lo saludaron con su habitual calidez. En ese momento, se dio cuenta de que tenía mucho más que perder que solo una relación con su mentor.

Decidido a no dejarse vencer por la decepción, Mateo se enfocó en sus estudios y en sus amistades. Sabía que, con el apoyo de Emma y de los demás, podría superar este obstáculo y seguir avanzando hacia sus metas.

Aunque la herida en su confianza tardaría en sanar, Mateo se prometió a sí mismo mantenerse firme en sus valores. Nunca permitiría que algo como lo que le había propuesto el profesor Castillo lo desviara de su camino.

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