Capítulo 1: "La chica solitaria".

Esta historia se centra en Hikari, su vida siempre había sido una lucha constante. Desde que era pequeña, sus padres nunca le habían prestado la atención que merecía.

Siempre preferían a su hermano mayor, quien era el orgullo de la familia, el atleta estrella de la escuela, el chico más popular del vecindario. A Hikari, por otro lado, apenas le dedicaban una palabra o una mirada. Se sentía sola y abandonada, como si no importara en absoluto.

La situación no mejoró en la preparatoria. Los chicos se burlaban de ella, la llamaban por nombres desagradables, le hacían bromas pesadas. Hikari trataba de ignorarlos, pero por dentro se sentía cada vez más triste y desesperada.

No tenía amigos con quien hablar, ni una persona en la que pudiera confiar. Su vida era una prisión sin salida.

Ella caminaba por los pasillos de la preparatoria con la cabeza gacha, evitando todo contacto visual con sus compañeros de clase.

Siempre había sido así, invisible para los demás, excepto para aquellos que se burlaban de ella. Siempre habían sido más grandes, más fuertes, más populares, y siempre se aseguraban de recordarle su lugar.

Cuando llegó a su casillero, abrió la puerta y sacó los libros para su próxima clase. No pudo evitar notar las miradas burlonas de un grupo de chicas a su alrededor.

‐ ¿Es ella?.

‐ Si ella, la chica rara.

‐ JaJaJa ¿en serio?.

Sabía que estaban hablando de ella, susurrando cosas a sus espaldas, riéndose en silencio.

Esa era la vida de Hikari, una chica de dieciseis años que había sido maltratada por sus compañeros de clase desde el primer día de la escuela secundaria.

Había intentado ignorarlos, hacerse invisible, pero nada parecía funcionar. Siempre estaba ahí, el dolor y la humillación constante.

Al terminar la ultima clase, fue a su casa y se encerró en su habitación y se sumergió en su libro favorito. Le encantaba leer, podía perderse en los mundos de los libros y olvidar sus problemas.

Pero cuando la noche cayó, Hikari se encontró incapaz de conciliar el sueño. Se revolcaba en su cama, preguntándose por qué siempre estaba sola. No tenía amigos, nunca había sido popular en la escuela. No había nadie que la apoyara o la entendiera.

‐ Ahhh ¿Por qué la vida me trata asi?. ‐ Dijo Hikari con un suspiro al final.

Se preguntó cómo sería tener un amigo, alguien con quien pudiera hablar de todo.

‐ ¿Cómo se sentiría tener a alguien me apoyara?. ‐ Se preguntaba asi misma.

Se sentía tan sola y triste, como si nunca fuera a encontrar la felicidad.

Hikari había intentado encajar, intentado hacer amigos en la escuela, pero siempre había sido rechazada. No sabía qué estaba mal con ella, por qué no podía conectarse con los demás.

A veces se preguntaba si había algo malo en ella, algo que la hacía imposible de amar.

Mientras se removía en la cama, Hikari decidió que no podía seguir así. No podía seguir viviendo en soledad y tristeza. Tenía que hacer algo para cambiar su vida, para encontrar amigos y sentirse amada.

‐ ¡Tengo que hacer algo, no todo tiene que ser siempre asi!. ‐ Dijo Hikari con mucha determinación...

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