Un maldito momento que marcó mi vida por Carolina

Mis manos ensangrentadas y el terror reflejado en mi rostro cuando la adrenalina y la valentía se esfuman fue la sensación que invadió aquel momento de mi vida.

El dolor de no haber llegado tan solo unos minutos antes y evitarle a un ser inocente y puro, el dolor y el desamparo de ser abusado violentamente, me acompañan cada instante a partir de ese momento y junto a la culpa hacen de mi vida un infierno.Un momento que marcó la vida mía y la de mi Mary, mi inocente y pura Mary.

Mis pensamientos se arremolinan en un torbellino que se sobrepone uno a otro y los tal vez me atormentan, aunque los sí tal vez no existen, “si tal vez no hubiese ido a trabajar esa tarde”, “si tal vez no hubiese llegado al supermercado primero”, “Si tal vez hubiese visto las intenciones de ese mal nacido” no sirven de nada.

Tal vez ese maldito Mauro Ibañez no hubiese violado a mi hermanita de nueve años, él y sus tres amigotes, unos malditos drogadictos y pederastas amparados por su dinero y apellidos”.

Día a día ese recuerdo atormenta mi existencia.

CINCO AÑOS ATRÁS.

Mi hermana yace tirada en el piso de ese maldito departamento, golpeada, ensangrentada y deshonrada,con su vestido hecho jirones . Sus lágrimas y gritos hace algún tiempo que no se escuchan y su rostro refleja el dolor y la angustia vivida en estas cuatro paredes desde hace una hora.

Me acerco a ella aun con mis manos cubiertas de sangre y lentamente me arrodilló y levantó su cabeza, mis lagrimas no paran y mi pecho se estruja, tomó el pulso y se siente débil, su respiración es casi imperceptible y le pido a Dios que se apiade de ella, que mi hermanita sobreviva y se recupere de esto , así sea que no sea junto a mi.

-”Mary, Mary mi niña respondeme mi niña” repito una y otra vez con mi voz entrecortada,mis lágrimas brotando a raudales y la angustia que oprime mi pecho .

Un estruendo en la puerta dio el aviso que tanto policías como paramédicos llegaron al lugar.

Mis lagrimas bullían en cascada y nublaban mi visión, pero mis oídos eran otra cosa, ellos estaban al cien por ciento.

-”La niña aún vive al igual que los otros tres muchachos, pero el hijo del senador está muerto, la hemorragia fue mucha” dijo uno de los agentes.

-”Pobre muchacha esos malditos se ensañaron con la niña y seguramente lo harán con la hermana” dijo otro que no logre identificar.

-”Lo más seguro es que se la cobren y estamos atados de manos, no podemos hacer nada por ella, nuestras familias deben ser protegidas”.

Veo llevar a mi niña y a los otros mal nacidos en camillas.

Siento como me esposan y me arrastran hacia una patrulla. Alrededor flashes de cámaras, reporteros por doquier y el presentimiento de que sere pisoteada sin piedad.

TIEMPO PRESENTE

El tiempo es tan efímero y volátil, pero para mi es lento y eterno, cada día que paso aquí es un pedazo de ilusión que le quitó a mi vida.

Ayer salí del cuarto de castigos, se siente bien salir al fin de ese lugar escabroso; donde una es sometida a todo tipo de bajezas.No es la primera vez que estoy de visitas allí .Hoy se cumplen cinco años que mate al maldito de Mauro Ibañez, de lo cual no me arrepiento, fui condenada a cadena perpetua, el defensor de oficio que me colocaron era un endeble hombre y títere en este teatro de marionetas. Según la ley nunca hubo violiacion, es más ni siquiera mi hermanita estuvo en escena, yo seduje a esos cuatro hombres y me ofrecí a tener una orgia con ellos, para drogarlos y robarlos en el departamento de uno de esos riquillos y en estado de indefensión los golpee brutalmente y con un tubo perfore el intestino y pulmón del honorable Mauro Ibañez.

La custodia que tenía de mi niña fue quitada y solo supe que fue entregada al estado.Estoy resignada a estas cuatro paredes y solo le pido a Dios que proteja a mi Mary, que coloque en su camino ángeles que le ayude a sanar y a crecer sin mi.

Me levanto del catre y me acerco a un pequeño espejo que esta frente al lavado y veo mi rostro magullado y golpeado y a pesar de los moretones no se puede ocultar el reflejo de mis ojos miel.-”Soy Carolina Martinez Martinez “ me repito a mi misma, hoy como cada dia , como una frase que me recuerda que por muchas trampas y escollos que me ponga la vida, no debo cambiar mi escencia, esa que mis padres ayudaron a forjar, una morena de 24 años , ojos miel, cabello lacio obscuro como el azabache que seguramente si estuviera en otras condiciones tendria muchos pretendientes.Soy ruda, los golpes de la vida me han hecho aguerrida, peligrosa, soy una de las mas respetadas, por no decir de las mas temidas en el penal, a decir verdad antes de estar aqui practicaba artes marciales y aqui donde solo sobrevive el fuerte, dia a dia practico en mi celda.No me permito distracciones.No he matado a nadie en prision, pero tras tres intento de asesinato de la cual he sido victima, he mandado a enfermeria a mas de una .Los miercoles y jueves son mi escape de este mundo de porqueria que me ha tocado vivir, ese dia permanezco por horas en biblioteca, alli estudio como parte de un programa de reinsercion social, estudio derecho a distancia. Sueño con algún día reabrir mi caso y hacer justicia y volver a ver a la única familia que tengo sobre la faz de la tierra.

Al llegar la hora de salir al patio veo sonreír a Miladys una de las secuaces de Yesica la otra jefa del penal, mi rival, la que mueve el tráfico de celulares, alcohol, armas y droga.Tengo el presentimiento que me sacaron ayer del calabozo de castigo para que estuviera al alcance de ellas hoy.

Karla, Brenda y Rafaela llegan conmigo al patio, ellas saben algo, pero se que no se animan a decirlo, hasta que grito.

-”Ya maldita sea ¿Qué ocurre?”.

-”Carolina, jefa ayer se extendió la voz que darán un millón de dólares a quien te asesine hoy” dijo Brenda; mientras no podía controlar las manos,las cuales movía y sudaban profusamente.

-”Tranquila chicas, que les preocupa, que me maten o que ustedes estén expuestas por evitarlo.Tranquilas hagan lo que tengan que hacer yo las entendere.Mis días están contados, lo único que lamento es no poder volver a ver a mi hermana; aunque de algo estoy segura a más de una me la llevo conmigo” les dije tratando de darles un poco de paz a las únicas personas en quien confío dentro de este lugar.

-”¿Que insinuas que nos vamos achicopalar, ni se te ocurra pensarlo de mi parte si toca partirle la cara a la que sea, lo haremos?” dijo Karla y continuo Rafaela

-”Tu has sido quien nos ha salvado de una y muchas formas a nosotras y a muchas más, de mi parte cuenta conmigo”.

-”Gracias chicas, pero cada una de las veces que he intervenido lo hago porque quiero y ustedes no me deben nada” les dije mirándole a los ojos.

De repente no se escucha nada en el patio, el silencio embriaga el ambiente y es el preludio de que llegó el momento de pelear un día más.

-”¿Cuántas son les pregunte a Karla quien miraba un punto fijo? sin denotar en mi voz la angustia que me carcome.

-”Son diez y entre ellas viene Yesica” y mientras me respondía casi que en susurro, Rafaela me entregaba un cuchillo el que colocó en el bolsillo de mi pantalón.

Cuando el silencio es interrumpido por un grito fuerte de Miladys:

-”Llego tu hora perra” y se lanzó con la pierna derecha levantada cuando aún estaba de espalda.Me volteo en segundos y la esquivó; sin embargo ya estaba rodeada.Ante la intervención de mis amigas quienes fueron sometidas casi que inmediatamente por las secuaces de Yesica, me vi sola en una lucha por volver a abrazar a mi hermana asi sea una vez.Era increíble cómo había mejorado Miladys su arte de combate; sin embargo unos cuantos golpes rectos y golpes de mano con cuchillo fueron suficientes para derribarla . Después de tenerla en el suelo la tome por su largo cabello, el cual enrolle en mi brazo derecho y la arrastre delante de Yesica a quien mire fijamente a los ojos. Era retarla a ella o ser atacada sin piedad por todas.Me la estaba jugando , le apostaba al temor que representaba Yesica en el penal y sabía que lo estaba perdiendo por mi culpa, asi que yo era una espinita en el zapato que tenía que arrancar si quería ser la reina.

-”Maldita ¿Quien te crees para retar a la jefa?” gritó una de las más odiosas de la banda.

Voltee a mirarla como si fuera una cucaracha a lo cual bajo su mirada y quedo callada.

“Demuestra de lo que estás hecha Yesica, si quieres ese millón tómalo tú y no mandes a esas perritas chiguaguas a hacer tu trabajo ”.

Pude ver una sonrisa ladina en el rostro de la maldita y con ello supe que acepta el reto y que mi vida la tenía yo en mis manos y la decisión era vivir y seguir presa toda la vida o morir y ser libre en este preciso momento ”.

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