CAPÍTULO 5

( Benicio )

Está semana no ha Sido para nada como la había planeado, mamá está molesta aunque no lo diga sé que le cae mal Jessica, la cual se desvive por la aprobación y admiración de mi madre, en estos momentos mi prometida sería capaz de besar el piso por dónde mi bella madre pisa para ganarse su cariño, Bautista la odia por tratar mal a sus niñas y me juro que si Jessica volvía a hablar o decir cualquier cosa que hiciera sentir mal a su chica le rompería el cuello a mi prometida y conociendo a mi hermano sé que es capaz de hacerlo y para completarla ha empezado una guerra con Benjamín quién sabiendo que mi prometida era alérgica a las nueces le trajo unos bombones los cuales juro que no tenían nueces, en cualquier otra situación Jessica los habría botado a la basura, ya que ella no come nada que pueda engordarla, pero como estaba mi madre presente, literalmente se comió como seis para quedar bien frente a ella, terminamos en urgencias con su garganta cerrada y todo su cuerpo brotado, estuvo una semana sin salir de la habitación debido a las terribles manchas rojas e hinchazón de su cuerpo, el desgraciado de Benja se ponía todas las tardes detrás de la puerta a reírse a carcajadas de ella, Jessica estallaba en llanto y a mí me tocaba consolarla, estaban siendo las peores vacaciones de mi vida

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 Luego de la misa por el aniversario de la muerte de mi padre decidí caminar un poco por la ciudad, necesitaba aire puro, desconectarme un poco de todo y de todos, envié a Jessica a casa con mi familia y comencé a caminar sin rumbo fijo

Ya llevaba tiempo recorriendo las calles de la ciudad, saludé algunos conocidos y seguí mi camino, las personas me miraban como si estuviera loco o algo parecido, seguramente no era muy común ver a un hombre vestido de traje caminando distraídamente por la calle, pare en un bar y me tomé un café y comencé a pensar en mi vida, desde niño había deseado ser un gran abogado, lo tenía todo, todo lo que siempre quise y más, el trabajo soñado, un lujoso departamento, mi colección de autos, una cuenta bancaria con varios millones, una prometida que era la tentación de cualquier hombre, una excelente madre que siempre me ha apoyado, dos hermanos con los que me llevo genial y ahora una preciosa sobrina, pero aun teniendo todo eso no era feliz.

Pague mi café y salí del bar hice una cuadra cuando por ir distraído en mis pensamientos tropecé con una baldosa floja y sin querer choque con alguien que automáticamente comenzó a insultarme, lo que me faltaba para completar mi mala semana, maldije en mi interior pensado en ponerle una demanda a la municipalidad de esta ciudad por tener las veredas en este estado, Pero toda mi irá se esfumó por arte de magia cuando vi a quien había chocado, era la chica más hermosa que había visto en mi vida, era como estar frente a un ángel, se veía tan delicada, sus hermosos ojos se clavaron en los míos y puedo jurar que sentí como si mi corazón volviera a la vida, no podía dejar de observarla, era tan hermosa, sus quejas me hicieron volver a la realidad

- Te vas a quedar parado ahí mirándome como un imbécil o me vas a ayudar? - preguntó molesta

Automáticamente me a agaché y comencé a ayudarla a juntar sus fotocopias las cuales estaban desparramadas por todo el piso

- Si, si lo siento déjame ayudarte

- Genial mi trabajo de historia se ha arruinado por tu culpa, deberías de fijarte por dónde caminas - dijo mi bello ángel observando sus hojas que habían caído al piso

- Lo siento mucho de verdad, te invito un café o un helado a modo de disculpas?

- No gracias

- Anda por favor, mira me llamo Benicio Wilson - dije estirando mi mano con una sonrisa la cual se borró al ver que ella no correspondía a mi saludo

- Si piensas que voy a tomar tu mano estás equivocado

- Porque eres tan mal llevada? Solo te estoy ofreciendo mi ayuda para levantarte de suelo

- Y yo no necesito de tu mano, puedo levantarme sola y mejor aprende a mirar por dónde caminas imbécil

- Oye que te pasa dame eso - grito la hermosa chica cuando en un impulso le quite su celular y la billetera que tenía en la mano, ni yo sé por qué actúe tan estúpidamente, pero lo que si sabía era que no quería alejarme de ella, no aún

- Te la devolveré si aceptas tomar un café conmigo y me dices tu nombre

- Eres un tarado lo sabías? - pregunto con una leve sonrisa - Mi nombre es Gina y está bien vamos por ese café así me devuelves mis cosas y puedo irme y no volver a verte nunca más

Fuimos a la cafetería y mientras tomábamos nuestras bebidas trate de sacarle información al bello ángel que estaba sentado frente a mí, pero era casi imposible sobre todo porque me observaba como si quisiera clavarme la cuchara en la carótida

- Y tienes novio Gina? - pregunté cuando al fin mi invitada bajo un poco la guardia

- No, no tengo y tú? - sentí como si me hubieran quitado una mochila de mis hombros al saber que no tenía novio, pero su pregunta me hizo poner nervioso, tomé un largo trago de mi café para pensar que responderle

- No, no tengo - me maldije mil veces después cuando me di cuenta de que acaba de mentirle

¿Porque demonios dije que no tenía novia? Por qué la chica te gusta demasiado estúpido

Cuando le pregunté por su edad, mi corazón se entristeció, era demasiado niña para mí, jamás me metería con una menor de edad, además yo tenía novia, me iba a casar, debía de dejar de ilusionarme con imposibles, me levanté con tristeza y me despedí de ella, antes de salir de la cafetería me detuve unos minutos a observar ese bello ángel que jamás volvería a ver y era lo mejor

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