Capitulo 3

En la universidad...

En el salón de clases, todos sus compañeros se miraban y finalmente alguien se destacó tomando valor y dijo...

_ Renée, ¿qué tal si le pides a tu novio que nos invite a cenar este fin de semana? Han estado juntos durante mucho tiempo y deberías presentarlo _ Xavier se paró frente a la asiento de Renée sonriendo.

Enloqueció a Renée. ¿Cenando juntos? ¡Apuesto a que Lisandro incluso quería tragárselo vivo ahora! Todavía estaba enojado con él por haberlo engañado anoche.

Desde que Xavier empezó esto, todas los otros compañeros lo rodearon, hablando sobre lo de la cena.

_ Después de la graduación, nos distanciaremos. Y rara vez podríamos tener la oportunidad de reunirnos. ¡Vamos! ¡Hagamos una fiesta este fin de semana!.

_ ¿Tienes miedo de que te arrebatemos a tu amante? No somos perras que le robarían el novio a otro.

Todos hablaban en un tono extraño.

La boca de Renée se torció. ¡Así que todos estos perros estaban siendo sarcásticos! Él apretó los dientes y marcó el número de teléfono de Lisandro, diciendo con voz suave.

_ ¿Estás disponible este fin de semana?.

_ Viaje de negocios _ Luego Lisandro colgó el teléfono.

Renée tenía mucho que decir, pero sólo pudo cerrar la boca. Tenía que aceptar el hecho de que Lisandro no quería hablar con él.

_ ¿Qué? ¿No es en el momento adecuado? _ Xavier sonrió. Parecía que intentaba ser amable, pero en realidad estaba siendo irónico.

Entonces alguien retomó la conversación.

_ Un Alfa mayor de cincuenta años debería salir con su nieto los fines de semana. Él no tendría tiempo para ti. Lo encontró un poco tonto y luego explicó _ Jajaja, solo estoy bromeando.

Xavier también habló por él.

_ Todos somos mejores amigos. Él sólo estaba bromeando. No te lo tomes en serio. De todos modos, no te importaría, ¿verdad?.

Renée rechinó los dientes, pero únicamente pudo decir.

_ ¡No!

Realmente no quería perder la compostura ante esos perros. En un abrir y cerrar de ojos, inmediatamente se le ocurrió un plan.

_ ¿Quién dijo que es un inconveniente? Por supuesto que no. ¡Él esta disponible! Este fin de semana. Me haré cargo de ello.

La amistad de los Omegas es como las flores de plástico. Parecen hermosas, pero son falsas. Cuando se felicitaban entre sí, en realidad también competían debajo de la mesa.

Por la noche, Renée llamó a su mejor amigo Gerald Thompson y le dijo en tono lastimero por teléfono.

_ ¡Mi príncipe, necesito tu ayuda! Un montón de perros me acosaron. Deberías ayudarme. ¡Pretendes ser mi novio para aturdirlos a todos!.

_ ¿No tienes un Alfa súper guapo en casa?.

Renée frunció los labios.

_ Él no es confiable, así que solo puedo acudir a ti.

_ Pero soy un Omega.

_ ¡Mírate en el espejo! ¡Tengo confianza! Te ves masculino, vestido como un Alfa, además tienes el pecho fuerte. Eres un Alfa, créeme.

"..." Gerald realmente quería romperle la boca, Renée.

_ ¿Estás pidiendo ayuda o buscando la muerte?.

Luego acordaron reunirse el sábado. Cuando Gerald lo vio después de que él entró a la cafetería, sus ojos brillaron.

_ Ren, tienes que hacerme un favor.

Renée se revolvió el pelo y luego pensó que era él el que necesitaba ayuda. ¿Cómo podría revertirlo?.

Gerald pidió dos cafés y luego comenzó a quejarse. Le contó a Renée todo sobre él y Jack Lorentz.

Jack me toma como su escudo. Todos sus Omegas vienen hacia mí. Algunos me enviaron sus fotos desnudos, algunos me enviaron sus videos sexuales en HD y algunos me enviaron audios sexuales… ¡Me vuelve loco! Ren, ¿qué tal si finges ser yo para romper con él?.

Renée casi se ahoga con el café. Él puso los ojos en blanco y dijo.

_ ¿Cómo puedo romper con él en tu nombre?.

Gerald hizo un gesto con la mano.

_ Nuestro matrimonio es una especie de negocio. Rara vez nos encontramos, así que no reconocería mi voz.

_ ¿Solo dos palabras? ¿Es tan difícil para ti?.

Renée realmente no podía entenderlo.

Ahora el rostro de Gerald se sonrojó un poco.

_ Bueno, no puedo decir una palabra al escuchar su voz. Ese Alfa es mi destinado.

_ ¡Bien!.

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Había bastante animación en el club. Todo el mundo estaba bebiendo. Jack se apoyó en el sofá, con una copa de vino en la mano. En ese momento sonó su teléfono.

Todos a su alrededor tenían cara de burla. Alguien dijo.

_ Ahora es el momento de hacer la apuesta. Vamos chicos. ¡Haz tu apuesta!.

_ Jaja, 500.000, y apuesto a que un Omega quiere que el señor Lorentz le compre un regalo.

_ Un millón, y apuesto a que algun Omega le pide dinero para abortar.

_ 500.000, apuesto a que algun Omega le pide que le busque trabajo.

Todo el mundo se reía y se burlaba de sus relaciones, de las que todos los Alfas estaban orgullosos.

Jack sonrió. Cogió el teléfono, abrió el manos libres (Alta voces) y luego lo arrojó sobre la mesa.

_ ¡Disuelvo él matrimonio!.

Una voz gruñona llegó desde el otro extremo de la línea.

Todos estaban congelados. Nadie esperaría jamás que un Omega rompiera con Jack.

Lisandro, que estaba sentado en el medio, de repente abrió los ojos y frunció el ceño. Esa voz sonaba bastante familiar.

Jack se sorprendió al principio y luego se rio a carcajadas.

_ Gerald ¿por qué?.

La gente se guiñaba el ojo unos a otros. Entonces ese era el marimacho, es él Omega prometido del Sr. Lorentz.

_ ¿Ni siquiera te da vergüenza preguntarme?. Después de que Renée hubiera escuchado lo que Gerald le había dicho, él ya quería visitarlo como su mejor amigo. Él se burló _ Me pusiste los cuernos como mil veces. ¿Qué? ¿Quieres que me pongan los cuernos mil veces más? ¿Quién crees que soy?.

_ Eso fue todo por mi trabajo. Fue sólo una especie de coqueteo _ Jack intentó defenderse.

_ No eres un Alfa de dinero. Y tu familia no hace negocios con condones. Entonces ¿por qué necesitas verificar la calidad de cada uno de ellos?. ¿Por qué tienes que socializar con tantos Omegas en la cama? _ Cuanto más hablaba Renée, más se enojaba _ Tus riñones están en excelentes condiciones, con una alta producción de espermatozoides, ¿eh? Entonces, con un Omega se podría formar una nación, ¿verdad?.

_ Gerald, firmamos un acuerdo. Nuestro compromiso es para los negocios. Tenemos nuestras propias vidas.

_ En realidad no me importa tu vida personal. ¿Pero por qué tus malditos amigos vienen a causarme problemas? Algunos me pidieron la tarifa de ruptura. ¡Algunos me pidieron una tarifa por el aborto y otros me pidieron una compensación por daños mentales! ¿Ya me siento molesto por ser tu escudo, y ahora hasta tengo que limpiar tu desorden? ¿Y gratis?.

Gerald tosió levemente y Renée inmediatamente recobró el sentido.

_ ¡No digas más! ¡Rompemos!.

Toda la gente allí se echó a reír. Alguien dijo.

_ Jack, el señorito Thompson es realmente extraordinario.

Ahora Jack también encontró que su prometido era algo divertido y lindo.

Lisandro entrecerró los ojos y agarró el teléfono, diciendo con voz fría e indiferente.

_ ¡Renée!.

Al escucharlo, Renée, que estaba metido en su papel, inmediatamente se quedó inerte y dijo con voz débil.

_ Sr. Lisandro, cometiste un error.

Luego inmediatamente descubrió que había cometido otro error estúpido. Renée estaba asustado y colgó directamente.

En el café se miraban fijamente. Renée tenía una cara triste y casi lloró.

_ Estoy muerto. Te salvé el trasero a costa de poner el mío en peligro.