Sorprendida

Rosa va a levantarme y me dice que tenemos una visita que me espera en el jardín, no me dijo quien era me trae mi café, yo me alisto para ver quien llegó. Bajo al jardín y no veo a nadie, cuando por detrás de mí me dice una voz conocida buenos días, dormilona, la taza del café se me cae de las manos, no lo podía creer era Oswaldo, yo solo le pregunto ¿cuándo llegaste? Él me responde ayer como a las siete, estabas saliendo según me dijo mi hijo, cuando llegamos tú ya estabas durmiendo, como se vinieron sin avisar, vine a ver qué pasaba, porque no estoy dispuesto a dejar a mi familia y también quería preguntarte si la ceremonia inconclusa se renovaría, esas palabras de Oswaldo me dejaron con la boca abierta, mi hijo solo me dice responde Cecilia Mijares Alcántara, no tenía palabras, me quede petrificada, el hombre de mi vida había venido por mí y me estaba pidiendo que nos casáramos. No podía hablar no me salían las palabras, todo me dió vueltas y me desmayé, al despertar estaban mis dos hombres a mi lado y yo solo pude decir si acepto, Oswaldo me abrazo, me besó y solo me dijo entonces hasta que la muerte nos separé, mi hijo solo nos dijo no quiero todavía hermanitos se portan bien y salió corriendo ya que sabía que le lanzaría algún objeto a la mano, Oswaldo solo se rió y le dijo serán quintuples y el respondió ni locos solo se oía su carcajadas por toda la casa.

Bajamos nuevamente al jardín yo tenía mucha hambre y consigo a Rodrigo probando varios tipos de quesos y me dice que se queda con las cremas y el de cabra, su padre le indica los más duraderos y le indica cuál debe regalar, al igual que las conservas de los perniles dice que se guindan en un sitio aireado y duran siglos, que ellos no tienen problemas, le doy orden a las muchachas para empacar y regalar, con lo que teníamos hacemos una venta y ganamos mucho dinero, en eso mi hijo dijo eso es, vamos a poner un puesto en el mercado y vemos como es la demanda aquí en Inglaterra y si podemos colocarlos en el mercado. Me quedo viendolo y le digo habla con Yorman, el es bueno en eso, así la abuela recupera parte de su inversión y quién quita se le abre una ruta de comercialización aquí en Londres. Oswaldo se queda viéndonos y nos dice mi madre los contagio con sus excentricidades y nos ponemos todos a reír; sin embargo, mi hijo me dice que va a llamar a Yorman y lo invitará a la casa, pero antes va averiguar precios.

Yo me siento en las piernas de Oswaldo y le pregunto, porque no me busco antes y él me dijo que si no me dejaste hablar ese día menos lo harías después, para muestra que ni para decirme que era papá me hablastes. Me quedé en silencio y le dije si te llamé dos veces y una vez me dijiste si no quieres hablar no molestes y me tiraste el teléfono, otro día te llamé y te dije que estoy embarazada y me dijiste que no jodas más.

El se quedó viéndome y me dijo que, eras tú yo estaba pensando que era mi prima Rosario, ya que fui el asme reír de mi familia por mucho tiempo. Perdóname le dije y lo bese, no me imaginé lo que sufrió bajo el escarnio familiar. El solo me dice te perdono si te casa conmigo, yo lo abrazo y le digo que si, pero no quiero gente a nuestro lado solo mi hijo tu madre y mis abuelos. El me dice que con la suegra que me gasto es muy difícil y le digo si lo hacemos aquí y no decimos nada, el solo se ríe y me dice vamos hacerlo, nos pusimos a reír y terminé de desayunar ya que tenía mucha hambre.

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