CAPÍTULO 13 mayores de 18 años (+18)

Nasir estaba en su habitación encerrado en el closet esperando a que Janet entrara, pero la espera fue más larga de lo que pensó, estuvo ahí casi una hora, estaba realmente desesperado porque llegara.

Estaba a punto de ir por ella, cuando la escucha entrar a la habitación, abre un poco la puerta para verla; ella empezó a buscarlo, hablarle, hasta que llegó a la cama y mira el regalo.

Janet no entendía por qué Nasir no estaba en su habitación y se le hizo extraño ese regalo en la cama, mira que en el moño que tenía en la esquina, había una pequeña nota.

La tomó y empezó a leerla.

Nota:

Para mi hermosa esposa, esta noche quiero invitarte a hacer más de una locura con tu esposo, si estás de acuerdo, creo que te gustará lo de la caja.

PD. Si aceptas tienes 5 minutos para estar lista.

Fin de la nota.

Janet muerde su labio inferior, no había visto lo que había en esa caja, pero solo de imaginarse lo que era hizo que el corazón brincara de la emoción y su entrepierna palpitara por lo que se imaginaba que esa noche iba a pasar.

Ansiosa abre la caja, se quedó sorprendida con lo que encontró; tomó lo que serían las bragas que no más perecían unas pequeñas tiras unidas, la otra pieza era de tela trasparente, abajo del pecho tenía encaje, era de un tirante delgado y el pecho de una tela tan trasparente que se podía ver su piel.

Tenía un escote V, era algo larga debajo de su trasero, pero no tapaba sus piernas, todo era de una tela trasparente de color rosa palo.

Por un momento ella solo se le quedó mirando, nunca había usado algo así, era cierto que le gustaba la mirada lasciva de su esposo, pero ponerse unas bragas tan diferentes a lo que acostumbraba, fue por un momento incómodo.

Pero no se quería detener, realmente deseaba ver ese rostro desencajado por su belleza, algo que hace años no pasaba.

Tomó lo de la caja y se fue al baño, se metió a bañar rápidamente, al sentirse limpia, cerró la llave de la regadera, tomó la toalla, se secó rápidamente, se puso una crema aromática, se echó un poco de perfume.

Cuando terminó de atender su cuerpo, tomó las diminutas bragas y se las pone; una de las tiras quedo entre sus sentaderas, las otras dos al lado de su feminidad.

No quiso ni verse al espejo, tomó la otra prenda y se la puso, cuándo se la vio puesta, se dio cuenta que realmente no le tapaba nada.

Se soltó el cabello, se lo alborotó un poco y cuando creyó estar lista decidió salir, para esperar a su guapo esposo, realmente estaba emocionada de poder pasar esa noche con él.

Ya tenían meses sin poder estar así por el trabajo que Nasir tenía, siempre llegaba tarde a dormir y cansado; él no solo tenía que lidiar con los trabajos de escritorio, si no que también tenía los entrenamientos duros que su padre y Harry le ponían a diario por las tardes, estaban siendo demasiado exigentes con él y Lían.

Janet sale del baño y empieza a caminar de un lado a otro, estaba nerviosa, realmente deseaba tanto estar con él, que contaba los segundos para que él llegara.

Por un momento mira la cama, se acerca, se para enfrente y muerde sus labios al momento que se imagina lo que iba a pasar, realmente deseaba que llegara.

Nasir al ver que le daba la espalda sale del closet y llega hasta donde está ella, quedando detrás, con su mano izquierda la abraza por la cintura, no la dejó voltear y con la derecha empieza acariciar sus piernas con la flor.

Lo hizo de una manera lenta, haciendo que su cuerpo se estremeciera, eso le estaba gustando demasiado; ella no dijo nada solo echó su cabeza hacia atrás cerrando sus ojos, quedándose muy quieta, disfrutando de lo que le estaba haciendo.

Nasir podía sentir lo agitada que estaba, hasta parecía más ansiosa que él y realmente no la podía culpar, la había descuidado tanto tiempo, que no entendía por qué ella no le reclamaba, no le exigía ese tiempo.

Ya lo había visto en la pequeña Zuria como un día llegó furiosa al despacho por Lían, porque tenían el mismo problema de la falta de atención a sus parejas por el trabajo.

También miró a Tao discutir un poco con Dulía por que al igual que ellos se la pasaba trabajando; era tanto el trabajo y la tensión de la seguridad que todos los problemas recaían en ellos tres.

Nasir realmente no entendía por qué Janet no le había reclamado ese tiempo, si estaba igual que Dulía y Lían.

Realmente su silencio, la forma tan cariñosa en que lo trataba cada día, hasta en las madrugadas que llegaba siempre esperando con una sonrisa, con un beso, siempre le tenía listas sus pantuflas, la tina de bañar, con el agua tal y a como él le gustaba.

Hasta le tenía un vaso de leche o algún bocadillo para que comiera en esos días que él no había podido comer nada.

Ella nunca le contaba si tenía algún problema, siempre lo escuchaba en lo que le contaba, si había problemas con sus hijos tampoco se los contaba, para no agregarle más estrés, más problemas que los que ya tenía que lidiar.

Nasir sabía todo eso y realmente no entendía por qué ella no le reclamaba, por qué lo apoyaba en todo, por qué no le exigía ese tiempo especial; si ella lo hiciera pensaba que estaría en lo correcto, porque realmente la estaba descuidando y sabía que no era lo correcto, pensar así le dolía, pero realmente por el momento no podía hacer más.

Janet se sentía feliz en los brazos de su esposo, realmente le estaba gustando esa forma en que estaba recorriendo sus piernas; realmente no quería que parara y fue aún más excitante cuando su mano rozó su intimidad.

Ella exclamó un ruido de placer al sentir ese roce en su feminidad, ya no quería esperar más, deseaba más de él; pero Nasir tenía planes para ella, esa noche realmente deseaba ir lento con ella.

Nasir al escucharla exclamar ese ruido y al sentir en su mano como empezaba a frotar sus piernas, se dio cuenta que ella ya no quería esperar más.

Puso la flor en su mano y la giró para poder ver su rostro; ella respiraba agitadamente, podía ver como su pecho subía y bajaba por lo rápido que respiraba.

La besó con pasión mientras la iba recostando en la cama, no dejaba de acariciar sus piernas, su pecho, la estaba haciendo perderse en ese mar de placer; pero de un momento a otro dejó de besarla le sonríe y algo inseguro le dice. – Janet, quiero intentar algo que escuché de Joshua (esposo de Paola) y Paola (hija de Brandas JEAN y Zuria), pero necesito que solo te dejes llevar.

Si no te gusta como lo hago, solo dímelo y dejo de hacerlo.

Janet no le contestó nada, solo movió su cabeza en afirmación, aunque se moría de curiosidad por saber que tenía en mente.

Ella se le quedó mirando, dejó que hiciera lo que quería; él abrió sus piernas y se colocó en medio de ella, se agachó, hasta llevar su rostro a su punto más sensible.

Nasir nunca había hecho algo así, pero Paola y Joshua, fueron los que le dijeron que era lo que tenía que usar y como tenía que hacerlo, para que no la lastimara, pero sobre todo lo disfrutara.

Él estaba realmente nervioso, quería hacerlo lo mejor, para que ella lo gozara, se estaba esmerando, usando solo su lengua, jugueteando en ese punto más sensible.

Ya habían pasado uno segundos y no sentía ninguna reacción en ella, por un momento pensó que tal vez no lo estaba disfrutando, que tal vez no lo estaba haciendo bien; pensó en dejarlo de hacer y disculparse, por no ser bueno.

Pero en ese momento siente como ella pone sus manos en su cabeza y exigentemente grita. – ¡Sigue, no pares! Es increíble.

Ese grito desesperado de ella, solo hicieron que el ego de Nasir creciera y empezó a intensificar sus movimientos, hasta que provocó su liberación, para él no fue un sabor desagradable, estuvo ahí hasta que el cuerpo de ella se calmó.

Nasir se pone de pie, limpia un poco su boca y sonríe al verla; ella tenía un rostro deslumbrante lleno de placer.

Ninguno de los dos dijo una sola palabra, él se quitó la ropa y entró en ella, aunque a su baby doll no le fue tan bien porque se lo quitó a trozos mientras la hacia de él.

Acariciar todo su cuerpo era lo que más le gustaba, disfrutarla completamente y no quería parar.

Los dos terminaron, pero no pararon ahí, siguieron besándose, provocándose hasta que Nasir la volvió a tomar, las posiciones que esa noche hicieron algunas ya las habían hecho, otras eran consejos de Paola que le había dado a Janet.

Pero esa noche fue Nasir quien la consintió en todo lo que ella le pidió, estaba dispuesto a hacer lo que quisiera sin protestar, solo quería hacerla feliz.

Los dos terminaron acostados, ella quedó recostada bocabajo, mientras que Nasir acariciaba su espalada, dejando que durmiera, lo que le había hecho fue demasiado intenso, que ella quedó agotada.

Nasir mientras acariciaba su espalda, antes que se quedara dormida le dijo. – Janet, perdóname por dejarte tanto tiempo sola, por no poder estar así todas las noches contigo y por dejarte la mayor responsabilidad de nuestros hijos.

Voy a tratar de estar más tiempo a tu lado y estar al pendiente de nuestros pequeños; solo espero que nunca te arrepientas de estar a mi lado, que nunca dejes de amarme y si realmente quieres reclamarme algo, solo dímelo.

Yo siempre te voy a escuchar y soportaré tus reclamos, porque sé que me los merezco; mi amor, no quiero que estés triste y no quiero que te calles las cosas, siempre dime lo que piensas.

Janet al escuchar lo que le decía sonríe y entre su sueño, le dice. – yo solo quiero que cuides de toda nuestra familia y que nunca dejes que nadie nos lastime, no dejes que nadie muera, que nadie sufra.

Nasir no se esperó esas palabras, lo dejaron sorprendido, su hermosa esposa realmente entendía lo que estaba haciendo y realmente tenía su apoyo incondicional.

Realmente se sentía el hombre más afortunado de ese mundo y eso era algo que nunca iba a poderle compensar, no había nada que él pudiera darle del mismo valor.

Dejó unos besos en su espalda y cuello, pensó que si no fuera porque estaba ya dormida, seguro la hubiera vuelto hacer de él; amaba a su mujer y si eso era lo que ella le pedía, eso pensaba hacer, seguir con su trabajo y perfeccionar sus técnicas, sus estrategias para mantener a todos a salvo.

En un susurro de voz para no despertarla le dice. – Gracias mi Janet, te prometo que así lo haré y también te prometo que trataré de pasar más tiempo contigo, darte más momentos especiales.

Esa noche Nasir durmió feliz, sentía que no había nada en ese mundo que pudiera arrebatarle esa felicidad que sentía al tener a su hermosa esposa a su lado.

El avión llegó a mediodía al país de México al Estado San Luis potosí, a la ciudad capital de San Luis potosí.

Todos bajaron del avión, en el aeropuerto ya los estaban esperando su gente de más confianza que estaban en ese lugar, estaba la gente de más confianza de Adonis.

Pero lo que más sorprendió a Xiao, que un joven de unos 28 años se le acercó, era de una altura de 1.60, moreno, muy bien parecido, pelo café oscuro, ojos grandes, tenía un buen porte.

El joven saludó a todos los que llegaron con ella, pero al final solo se dirigió a Xiao; él le sonrió seductoramente, se podía ver que tenía la autoestima muy elevada y con una seguridad le dice. – señorita Xiao, espero no molestarla por llamarla por su nombre, en lugar de joven maestra, su padre me dio el permiso cuando me agregó a la lista.

Creo que soy el primero que luchará por su corazón y espero convencerla para que ya no haya más; eres realmente hermosa, mucho más que las fotos que su padre me mostró.

También voy a ser su guía para que conozca la cultura de la Huasteca Potosina y llegó en muy buen tiempo, estamos a 31 de octubre, tenemos que irnos ahora.

Llegaremos en unas tres horas, puede descansar allá, ya les tengo una casa donde se van a poder quedar.

Mañana es primero de noviembre, empiezan la tradición mexicana de ese lugar, será el día de los angelitos y el día 2 de noviembre tenemos el día de muertos.

Xiao se le quedó mirando, estaba sorprendida por lo directo que era el joven, realmente no sabía si era por su autoestima alta que tenía o simplemente era porque estaba tan nervioso que no podía dejar de hablar.

Después de que el joven dejó de hablar, Xiao sin saber que contestar a todo lo que le dijo, dice. – y si primero me das tu nombre.

Al escuchar lo que Xiao dijo se hizo un silencio incómodo, el joven se puso colorado y todos los presentes se le quedaron mirando.

La presentación perfecta del pobre joven, Xiao la había acabado, haciéndole ver que le faltó lo más importante.

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Personajes

Nasir

Hijo de JEAN Y NEYLANE.

Janet

Esposa de Nasir.

Paola

Hija de Brandas JEAN y Zuria

Joshua