CAPÍTULO 06 Fin del recuerdo de Xiao y Nain.

Nain no sabía qué contestarle, no podía decirle lo que realmente pensaba, las inseguridades que estaban pasando por su mente y sin poder controlar sus palabras, traicionado por los nervios, empieza a decir. - yo no podría estar con la señorita Xiao.

Ella tiene 10 años menos, mucho más pequeña que yo, es imposible que la mire como una mujer y aparte, es la hija del maestro Adonis; es imposible que él acepte algo así, creo que lo mejor, es que la joven maestra se olvide de mí, que busque su felicidad con alguien de su edad, que no tenga que terminar cargando con un hombre viejo como lo estaré yo en unos años.

JEAN alterado, le dice. - Para con esas palabras, Nain, que no te das cuenta de que me estás criticando a mí.

Ya olvidaste que mi esposa es más pequeña que yo con 12 años, y te puedo decir que pasé por todos esos pensamientos, lo único que pensaba en ese momento era alejarla, creyendo que yo no podría hacerla feliz.

La diferencia de edades puede ser muy complicada, pero algo que también es cierto, es que esa pequeña mujer me hizo ver la vida de diferente manera.

NEYLANE llegó a mi vida para salvarme de mí mismo. A pesar de su corta edad, tenía una visión de vida mucho mejor que la que yo podía tener.

Yo, teniendo 12 años más que ella y a pesar de nuestra diferencia de edad, se podría decir que era hasta inmaduro a su lado; desde el momento que yo la conocí, hizo que mi cuerpo vibrara, que mi corazón latiera por ella y que mi mente solo pensara en protegerla, en cuidarla.

Pero también me hizo sentir mucho miedo, me hacía sentir inseguro a tal grado que solo quería salir corriendo, alejarme como si esa mujer pequeña, pudiera hacerme algo.

Muchas veces me pongo a pensar, en lo que hubiera pasado, si realmente le hubiera hecho caso a mi instinto de huir. Creo que si le hubiera hecho caso en este momento, no tendría la familia hermosa que tengo, que hace años hubiera muerto, porque fue ella la que me hizo sentir el deseo de vivir.

Creo que la diferencia de edades en una pareja es algo que la mayoría de la sociedad mira mal, es de prejuicios; pero eso es válido cuando la mujer está siendo obligada o cuando están por un interés.

Pero yo me pregunto, ¿qué pasa cuando es por amor? En mi caso, siempre busqué la manera de que ella recapacitara de que se fuera; pero creo que también se enamoró de mí y realmente si ella no hubiera insistido en quedarse a mi lado, nunca hubiéramos estado juntos.

¿Quién manipuló a quién? En este caso fue ella quien me controló y me domó, siendo un hombre ya grande. Esa jovencita de tan solo 18 años, supo cómo controlarme, te puedo decir que, hasta ahorita, NEYLANE siempre me hace hacer lo que quiere.

Entonces yo te pregunto a ti, Nain, ¿la edad realmente es la principal causa de la manipulación e imposición? ¿Entonces tu experiencia no podría ser igual que la mía?

Nain se quedó callado, con su mirada en el suelo; no sabía cómo contestarle y un silencio incómodo se hizo entre los dos. JEAN al ver que no pensaba responderle, se levanta y mientras caminaba a la puerta, le dice. - Nain, es una tristeza que te sientas menos por tonterías.

Yo ya te he demostrado que aquí tú eres parte de nosotros y que no hay nada en lo que no te apoyemos, eres como un hijo para mí, parte de esta familia; si tú deseas sentirte menos, eso ya no está en mis manos, será solo tu decisión.

JEAN abre la puerta, antes de salir, con una seriedad y frialdad en su voz le dice. - Nain, creo que en este momento estás confundido, por eso me atrevo a decirte esto: te pido que no molestes a Xiao, hasta que no estés seguro de lo que realmente quieres.

Si no piensas corresponderle, trata de mantenerte alejado de ella, porque si la lastimas, seré yo quien te ponga en tu lugar.

Nain no le contestó nada, solo miró cómo salió del despacho, se quedó pensando en todo lo que le había dicho, pero su mente era un desastre, sentía confusas sus palabras; se quedó ahí casi dos horas, hasta que Nasir entró buscando a su padre.

Nasir le llevaba un problema a su padre que estaba pasando en Japón. Estaban teniendo unos reportes de abuso de poder en algunas de las compañías, que eran parte de la familia y que se ocupaban de mandar a alguien para controlar el problema.

Nain escuchó a Nasir mientras esperaban a JEAN, terminó pidiéndole el favor de que lo enviara a él.

Para JEAN sabiendo por lo que estaba pasando, terminó aceptando, pero junto con Nain, iba a ir el pequeño Max e Irma, para que le ayudaran con ese problema.

Nain esa semana salió de la isla y al igual que Xiao no regresó, se la pasó de un lugar a otro tratando problemas, llenándose de trabajos para no pensar en lo que había pasado, para no correr detrás de ella.

Pero los años pasaron sin darse cuenta y cuando menos lo pensó, ya eran 10 años, fuera de la isla, luchando con ese amor, con ese deseo de saber de ella, hasta que una llamada hizo que nuevamente se volvieran a ver.

Nain estaba en Italia, revisando que la auditoría de una de las empresas se llevara a cabo. Estaba concentrado y en ese momento Adal le marcó, contestó al primer timbre, lo escuchó decir. - tienes que regresar a la isla, la familia tiene que estar unida en este momento tan triste, para poder despedir a nuestro tío Adonis.

Nain, la familia te necesita aquí. Nuestro tío acaba de morir y no creo que quieras estar lejos en estos momentos.

Él nunca se esperó una noticia así, no se dio cuenta de que sus lágrimas habían empezado a salir hasta que ese sabor salado se hizo presente en su boca; solo escuchó lo que le dijo y una vez que cortó esa llamada, con su voz quebrada, dijo. - Terminen con la auditoría, manden el reporte a Londres.

Después de esas palabras, sale de la empresa a toda prisa, sin dar una sola explicación a nadie, ni hablar con nadie de la empresa; al estar en el carro, ordena ir al aeropuerto, ni siquiera quiso ir a recoger sus maletas, solo pensaba en regresar a la isla, estar con su familia para poder despedir al maestro Adonis, al que realmente admiraba y quería como su tío.

Fueron 2 horas de vuelo, las mismas que no dejó de pensar en cómo estaría Xiao, en lo que iba a hacer cuando la mirara y preguntas cómo, ¿tendrá nueva pareja? ¿Será feliz? ¿Me habrá olvidado?

Preguntas que le dolieron mientras las pensaba, fue un vuelo muy largo para él. Cuando llegó a la isla, eran las 6 de la tarde.

Al bajar, se encontró con Adal, en el momento en que quedó frente a él, lo escucha decir con esa calma de siempre. -Nain, qué bueno que llegaste.

Nain, tuve que venir a esperarte aquí, porque ocupaba decirte algo importante y pedirte un favor.

Él, al escuchar lo que le decía, se sintió inquieto, porque sabía que Adal no era de los que pedían favores, siempre era directo en sus palabras, pero esta vez ahí estaba quedándose callado como esperando una respuesta; inseguro, viendo a los ojos le dice. -Adal, solo dime lo que quieres, sabes que no te diré que no, sea lo que sea que me pidas.

Adal puso su mano en su hombro y con una seriedad le dice. - quiero pedirte, que cuides de Xiao.

Ella está muy triste, al igual que todos, pero la familia se está enfocando en la tía Estela, en mi abuelito, el tío Harry y la tía Maritza.

Xiao ha tratado de ser fuerte, de mostrar su dolor y creo que eso a la larga le va a hacer daño; necesita a alguien que le ayude a sacar todo ese sentimiento de tristeza.

Nain, discúlpame, pero pensé en ti para cuidar de ella. Creo que aún la quieres, porque no has estado con ninguna mujer en estos 10 años y Xiao aún te ama; ese sentimiento no ha cambiado, ya deja de pensar en tonterías, solo cede a tus sentimientos.

Bueno, te pedí un favor y si me ayudas a cuidarla bien, te deberé uno, podrás pedirme en el futuro lo que tú quieras.

Nain no le prestó mucha atención a sus palabras, solo se preocupó por ella y sin decir una sola palabra. Los dos subieron a la camioneta y regresaron a la casa, en el momento en que entraron a la sala, lo primero que miró fue a Xiao.

Estaba parada frente al ataúd, estaba seria, con la mirada perdida, se miraba tan sola y a pesar de que toda su familia estaba ahí, apoyándose unos a otros, ella parecía no tener a nadie a su lado.

A Nain le dolía tanto verla así, realmente deseaba ir ahí, abrazarla, mostrarle todo su apoyo, consolarla; pero en ese momento no lo hizo, se mantuvo a una distancia, vigilante de ella, no la perdió de vista ni un momento.

Ella permaneció firme al lado del ataúd, sin moverse un solo minuto, hasta al día siguiente, al mediodía, cuando Harry y JEAN lo cargaron guiando el camino hasta el panteón.

En la parte de atrás iba el pequeño Miller y Tao cargando el mayor peso, mientras la familia y amigos de toda la isla los seguían.

Xiao caminó al lado derecho de Estela sujetando su mano y Dulía caminaba al lado izquierdo, unidas, dándole la última despedida al hombre que más amaban.

El resto de la familia caminaban a su alrededor, cuidándola, haciéndolas fuertes en esa larga caminata.

Nain quería ser quien cargara el ataúd, ayudar y despedir al segundo hombre que más admiraba, pero no se atrevió.

Recordaba que Adonis había muerto enojado con él, se arrepentía de nunca haberle pedido perdón, de no haberlo enfrentado por lo de Xiao.

Harry, JEAN y Maritza fueron los que tomaron la pala y empezaron a aventar la tierra; no dejaron que nadie más los ayudara, porque él era su hermano, su familia, sentían que era su derecho.

Fue difícil para ellos, hubo un momento en el que parecía que no podían, pero aun así no pararon; siguieron aventando tierra a ese paso donde estaban dejando el cuerpo sin vida de gran amigo y hermano.

Cuando terminaron las palabras de amor y tristeza por su pérdida, empezaron a decirse, expresar los buenos momentos que Adonis les hizo pasar, las muchas veces que le salvó la vida a cada uno de ellos.

Toda la familia habló, hasta los más pequeños, la gente de toda la isla, pero Xiao no quiso hablar, se quedó callada, mirando la tumba de su padre, sumergida en sus recuerdos, en ese amor puro que le dio, en cada abrazo, en cada palabra de amor de padre que le dio, en como la defendió desde el momento que llegó a su vida.

Xiao recordaba cómo su padre siempre hizo de todo para hacerla feliz, hasta en sus momentos más tristes siempre encontró la manera de hacerla reír.

Realmente no escuchaba lo que los demás decían, la verdad a ella no le importaba, porque sabía lo que había sido su padre, el hombre increíble que había perdido.

Cuando dejó de hablar, el último de los presentes hizo un silencio. Todos miraban a Xiao como esperando que hablara, hasta que el viento se había parado, ni el ruido de los animales dejó de escucharse, no se escuchaba absolutamente nada.

JEAN al ver que Xiao no podía ni hablar, al verla tan sumergida en su dolor, para ayudarla, empieza a decir. - ya es suficiente de esto, a mi hermano y amigo, Adonis, no le gustaba, el silencio, lo odiaba, la tristeza era su peor enemigo, así que cada uno va a regresar a lo suyo.

Maritza, apoyando las palabras de JEAN, empezó a decir. - Todos regresarán a sus actividades, sin protestar. Tienen 10 días para llorar y hablar de lo tristes que están.

Después de estos días, nadie volverá a hablar de nuestra pérdida, empezaremos a hablar solo de lo feliz que Adonis nos hizo.

Harry, con una seriedad, empieza a decir. - ya es hora de regresar a casa, creo que a mi hermano no le gustaría ver esto que hacemos.

Algo que él odiaba era la tristeza, la amargura y el silencio, así que vamos todos a casa, traten de seguir las enseñanzas de mi hermano.

Una vez que terminaron de hablar, regresaron a casa, pero Xiao se quedó parada frente a la tumba de Adonis; nadie se dio cuenta de que ella se quedó, solo Nain que estuvo viéndola desde una distancia para que no lo mirara.

Xiao con amargura, empieza a decir. - Padre, eres tan cruel y egoísta, me dejaste sola, no me esperaste, no te despediste de mí.

Llegaste a mi vida, mostrándome, dándome un verdadero padre, para irte de un momento a otro, dejándome con un vacío aquí dentro, con un dolor que no creo que desaparezca; esto no puedo perdonártelo, si pensabas morirte así, para qué te convertiste en mi padre, en este momento no me sentiría tan sola.

Adonis, hombre malvado, me has lastimado como nadie en esta vida y me dejaste sola. Ahora, ¿quién va a cuidar de mí? ¿Quién me va a dar ese amor de padre?

Nain escuchaba cómo ella le reclamaba a la tumba de su padre Adonis y le dolía verla así. No le gustaba, no estaba llorando, pero se podía ver una tristeza en sus ojos, que parecía que se iba a desplomar en ese lugar.

Estaba a punto de acercarse a ella, abrazarla, tratar de darle consuelo, cuando alguien lo agarró del hombro; en ese momento escucha la voz dulce y tranquila de Adal. - Déjala, necesita sacar todo lo que trae dentro y tal vez de esa manera pueda desahogarse.

Nain, si tú vas ahí, solo harás que ella se cierre, que no saque su dolor. Déjala que grite y reclame, tal vez el tío Adonis se lo merece, ¿no lo crees?

Nain no dijo nada, solo se le quedó mirando a Xiao, cuidándola, hasta que la miran darse media vuelta y empezar a caminar a la casa. Adal y él se fueron detrás de ella, aunque fuera desde cierta distancia.

Cuando llegaron a la casa, Xiao entra a la casa y mira cómo su madre Estela estaba llorando desconsolada en la sala.

Gadiel JEAN la estaba atendiendo, quería hacerla tomar un tranquilizante para que pudiera dormir, estaba tan desconsolada, que tenían miedo de que algo le pasara.

La pequeña Maritza cuidaba de JEAN, NEYLANE Y Harry, tomando su presión, encargándose del corazón de JEAN; ella al final había decidido tomar el mismo camino que su tío Lionidas, le enseñó tan bien, que se hizo médico cirujano en cardiología, investigaciones importantes había hecho con su tío.

Irma, cuidaba de Max, Daniel, Lionidas y Agramon, cuidaba de su presión, de su salud, los hacía tomar sus medicamentos, los trataba de convencer, de ir a descansar. Habían sido días de angustia, de tristeza, sus cuerpos ya no podían con tanto.

Xiao realmente deseaba tener la fuerza para estar con ellos, pero sentía que no podía más. No sabía cómo darle consuelo a su madre Estela, pero también sabía que ella no lo necesitaba, tenía a todos a su lado, cuidándola, apoyándola.

Decidió salir de la casa, va atrás donde estaba la alberca, se recarga en la pared de la casa y se deja caer al suelo. Sentía que ya no podía más, terminó llorando tan desconsoladamente, dejando salir todo ese dolor que no quería que nadie de su familia viera, no quería hacer que nadie se diera cuenta de lo que estaba sufriendo, para no hacer sentir peor a su madre, por eso se alejó de todos, para poder llorar a su padre.

Nain que estuvo todo el tiempo atrás de ella, ya no soportó más estar lejos y terminó acercándose, abrazándola, para darle consuelo; le dolía tanto verla así, que realmente deseaba ser él quien sufriera en su lugar.

Fin del recuerdo.

Nain la tenia abrazada, tratando de darle ese consuelo, pero a pesar de que ella estaba dormida, podía ver sus lágrimas que no dejaban de salir de sus ojos.

Él la abrazo y casi con un susurro de voz para no despertarla dice. – Xiao, no se que debo de hacer, terminar así era algo que no quería.

Pero tenerte así en mis brazos en esta cama, es algo que realmente deseo para el resto de mi vida; perdóname por ser tan egoísta, tan indeciso y tan tonto.

Mi señorita hermosa, creo que realmente deseo pelear por ti, por ese amor que me ofreciste en el pasado.

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Muchas gracias a todas espero que el capítulo les haya gustado ☺️

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