De visita

Al subir al pasillo donde está el departamento... Llamé a la puerta. Tardaron algo de tiempo en abrir.

La mujer delante de mí estaba irreconocible, su cabello rubio caía sin control por todas partes, unas ojeras enormes debajo de sus ojos, la piel de su cara estaba reseca.

El niño en sus brazos lloraba. Era un bebé de solo meses.

No podía creer que la mujer delante de mí fuera mi madre. Dónde quedó esa mujer que siempre se arreglaba, esa mujer con sonrisa tierna y mirada dulce. Ahora parece que la cambiaron por otra, en sus ojos, hay cansancio.

No sonría, ni porque lleva 8 años son verme. Soy como una invitada más para ella.

___ Katy, tantos años sin verte... __ Me dice haciéndose a un lado.

___ Mamá... ___ Susurró entrando al departamento.

El desorden al interior del departamento es mucho peor. Cosas regadas por todas partes. Dos niños encima de la mesa, todos gritan al mismo tiempo.

No hay ni un solo orden en ellos. Parece una campo de batalla. Mi madre se deja caer tranquilamente en el sillón con el pequeño en sus brazos.

___ ¡Martín, Samuel!

____ Bajen ahora mismo de la mesa. No ven que hay invitados. __ Grita mi madre con enfado.

___ Toma asiento, ahí, Katy ___ Señala mi madre uno de los sillones menos ocupados.

Me quedé callada por un largo tiempo. No sé que decir, era extraño lo qué siento en este momento. Siempre me imaginé el momento en que regresara, y fue mil veces distinto al que estoy viviendo ahora.

___ Veo que te pusiste viva y te casaste con un hombre de billete. De algo sirvió haberte largado al extranjero y déjame sola. ___ Cada palabra de mi madre se escuchó como un reproche.

Giro a ver a Rogelio. Él solo observa silenciosamente. Volteo a ver a mi madre, dibujando una sonrisa amarga.

___ Terminé la carrera de administración de empresas, también tomé cursos de enfermería, y de diseño. Aproveche al máximo estos 8 años. ___ Dije.

Esperando una felicitación por parte de mi madre, pero lo que escuché me dejó helada.

___ En lugar de haberte ido a estudiar tantas cosas que de nada te van a servir, debiste haberte quedado aquí... Ayudarme a cuidar de tus hermanos. Sabe Dios qué fuiste hacer sola al extranjero con el pretexto de estudiar.

Yo no tengo la culpa de cada decisión que mi madre tomó. Fue su decisión tener tantos hijos y volverse a casar con Enrique. Ambos eran adultos. Yo no tenía por qué cuidar a mis hermanos menores. Eran responsabilidad de ellos como padres.

Hasta ahora creo que tomé buena decisión al irme con la beca qué me llegó. Me pongo de pie, solo quería saber como estaba mi madre.

Lamento, mucho la situación en la que está; pero fueron sus propias decisiones.

___ Me tengo que ir. En otra ocasión pasaré a verte. ___ Dije con un tono de voz frío.

Doy dos pasos a la salida, cuando mi madre me detiene solo para pedirme dinero.

__ Ahora que eres esposa o amante de un hombre con billete. Por qué no nos ayudas. Enrique no tiene trabajo, vivimos de la caridad del gobierno, sería bueno que tu amante, le diera un trabajo honrado a mi esposo...

Apreté mis labios. Me costaba reconocer a la mujer sentada en el sillón. Mi madre nunca fue así. Es cierto, tenía defectos como cualquier persona, pero no fue una mujer ambiciosa y superficial.

Por ahora no tenía dinero, todo lo que tenía lo arroje por estúpida al contenedor de basura fuera del club donde conocí a Rogelio.

___ Debe irme, otro día vengo a verte. ___ No sabía que más decir.

Abrí la puerta. Enrique estaba parado afuera. Él también ha cambiado bastante, se me quedó mirando, por lo ebrio que se encontraba. Su cuerpo se tambalea de un lado para otro.

Entrecerró los ojos, para verme mejor.

___ Katy, cariño. Has regresado. __ Me abraza.

Yo estimo a Enrique por los años que viví a su lado. Siempre fue un hombre amable de buenos sentimientos. No entiendo qué fue lo que cambio tanto en él.

___ Debo irme... ___ Dije separándome de él.

Pasé a un lado de Enrique. No puedo evitar sentir un hueco en mi pecho, mi vida y la vida, todos los que amo sea vuelto un caos.

Al bajar, Rogelio me toma de las manos, sin decirme nada me abraza contra su pecho. Eso era lo que necesitaba. Un abrazo de estos, qué no necesitan palabras.

___ ¿En qué momento todo cambio? ___ Pregunté con la esperanza de escuchar una respuesta.

___ Todo se irá mejorando. Es cuestión de tiempo. __ Murmura con una voz amigable, Rogelio.

___ ¿Podemos caminar un poco?

____ Necesito tomar un poco de aire. Han sido tantas emociones juntas. Mi vida dio un giro total, en solo una noche... Necesito pensar, poner mi mente en orden.

Rogelio se separa de mí, sin embargo, ese no era el lugar y mucho menos el momento para poder pensar.

Subimos al auto, y Rogelio lo estaciona en un sitio alejado de todo el escándalo de la ciudad. Hay árboles enormes, naturaleza por todas partes. El aire era demasiado fresco y el aroma a tierra húmeda era muy agradable.

___ Me gustaba venir frecuentemente con mi padre. Él me encantaba alejarse de la ciudad y pasar fines de semana aquí. Todo cambio cuando él murió y yo fui a prisión. ___ Comenta con dolor.

Doy un paso largo y me pongo delante de Rogelio. Hacemos contacto visual, él dibuja una ligera línea en las comisuras de sus labios.

___ ¿Por qué fuiste a la cárcel?

__ ¿En verdad te interesa? ___ Rogelio se deja caer a la orilla del río.

___ Sí... Me interesa saber todo de ti. ___ Contesté tomando asiento a su lado.

Rogelio arroja una pequeña piedra al río. El sonido era agradable, pero a mí me interesa escuchar a mi esposo. El hombre que me defendió y creyó en mí.

___ Me acusaron de matar a mi sobrino, y por eso mi padre murió odiándome.

Me impresionó tanto que cubrí mi boca. Rogelio desvía su mirada y comienza a narrar los hechos.

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