14. La niña que siempre amaré

El duque de Husag, está en la biblioteca, los rayos de sol se van asomando, siente una presión en el pecho y percibe un aroma que no ha percibido en muchos años, se dice a sí mismo que es imposible, que está agotado, preocupado, ansioso y por eso su mente le está jugando una mala pasada. Mira por todo el ambiente y regresa a su asiento para leer y hacer unos apuntes; levanta la mirada cuando vuelve a percibir el aroma a jazmín, bergamota, rosa, narciso y lirio del valle.

...Lord Kungs, duque de Husag del reino de Fontana...

Bosszú tenía miedo de estar frente al único hombre que amó en su vida, la dulzura de sus palabras y la ternura de sus caricias fueron las razones de momentos verdaderamente mágicos; pero necesitaba advertirle muchas cosas.

- "Siento haber tardado más de dieciocho años para verte", dijo Bosszú.

Kungs la miraba intrigado, como si estuviera en un sueño, parecía que el tiempo no había pasado por ella, lucía hermosa como siempre; se puso de pie y se acercó a ella y ella se alejaba.

- "Ya no soy la misma, ya no soy digna de ti, siento haberte lastimado, solo estoy acá por nuestra hija, por Karoly", manifestó Bosszú bajando la mirada.

Sin esperarlo, él la jaló hacia él y la abrazó fuerte, mientras acariciaba su cabello y se perdía en su aroma.

- "Jamás pude cruzar el portal sin ti; hubiese dado mi vida por librarte de él", dijo Kungs sin soltarla.

Bosszú se sorprendió, ¿acaso él sabía lo que estaba ocurriendo en su vida?, ¿sabía de su matrimonio con el rey de los Senmorta y todas las humillaciones que le hacía pasar?; se moría de vergüenza; sin embargo, no se atrevía a soltarse, aquel abrazo era cálido y hasta curativo.

- "Solo he venido por la niña que siempre amaré, quiero su seguridad a toda costa, no debiste dejarla partir", expresó Bosszú, haciendo un esfuerzo por separarse del abrazo del único hombre que realmente ha amado.

- "Ella es fuerte como un roble e impetuosa como el fuego, ¿crees que tendría el poder humano para detenerla?, he juntado tantos objetos para lograr llegar a ti, después de muchos años creí que por fin sería posible; sin embargo, la muerte de los reyes impidió tantas cosas, dentro de mí sabía que ella podía encontrarte y también sentía que ella iba a estar bien, hay una fuerza dentro de ella que la protege, sé que es absurdo, pero esa clara convicción", expresó Kungs sin soltar la mano de Bosszú.

Bosszú sabía que era un poder que ella misma le pasó el día que hicieron el amor, pero al ser un ser sin magia era más difícil poder leer y sentir el futuro con facilidad; ella una vez más estaba perdida en aquellos ojos avellanas.

- "Parece que en ti no ha pasado el tiempo, sigues igual de hermosa, en cambio, en mí empiezan a asomar las canas; sin embargo, te sigo amando, como siempre y para siempre", dijo Kungs acercándose más a ella.

- "Kungs, yo ya fui mujer de otro hombre, él es mi esposo ahora, y aunque deteste todo lo que él hace conmigo, no puedo arriesgar a la niña que siempre amaré; no soy más la mujer que amaste, he hecho cosas de la que jamás estaré orgullosa y tú no mereces a una mujer tan vil como yo", expresó Kungs con la mirada baja.

El duque de Husag le levantó el mentón, le dolía verla avergonzada, tomó delicadamente el rostro de Bosszú con las dos manos y se acercó más a ella.

- "Yo te amo, y para mí sigues siendo la maravillosa mujer que conocí hace veinte años. ¿Ya no me amas?, ¿lo amas a él a pesar de todo?", preguntó Kungs mirándola fijamente. Ella podía sentir traspasar su ser.

Una lágrima cayó por la mejilla de Bosszú, Kungs la limpia con uno de sus dedos, se acerca más a ella, un débil "te amaré siempre" salió de la boca de la reina de los demonios de fuego, y fue lo único que necesitó Kungs para besarla, suave, delicadamente, pero a su vez intenso y con profundo amor. Ella no pudo resistirse, no había sentido ese amor cálido, anhelante, que le llenaba el corazón de paz y alegría, en mucho tiempo, y sin importar más nada se dejó llevar.

Por otro lado, Carpio miraba desde la terraza como Karoly lanzaba flechas al blanco, una tras otra, cuando regresaron del bosque anoche, ella no dijo ninguna palabra y fue directo a la habitación, él se había despertado al sentir las saetas cruzar el aire e impactar en el blanco, la luz del sol recién estaba por aparecer y ella estaba ahí, como queriendo sacar su frustración con eso.

Cuando Karoly calmó sus emociones volvió a la casa, subía a la habitación, en el pasillo se encontró con Carpio.

- "Hay que desastre, fallaste varias y tú eres una gran arquera, debes concentrarte más, ya pedí que preparen la bañera para ti, hueles a oso después de invernar", dijo Carpio en tono sarcástico.

En otra ocasión, Karoly le hubiese respondido con alguna idea ingeniosa o un comentario sarcástico, esta vez solo lo miró un poco, y siguió de largo, estaba por abrir la puerta de la habitación, cuando el príncipe de Susumira lo evitó.

- "No pareces la misma niña que me amenazó para proteger el amor de sus amigos, ni la que hizo tragar el polvo a los competidores, convirtiéndose en la mejor arquera de los reinos; la que venció a esos extraños hombres en la laguna, y quien me ha hecho retroceder como nadie. Lo que averiguaste ayer, no cambia quien eres, ni como te miran los demás, manda a la mierda a quien no te quiera como siempre, que te valga las opiniones del resto, esa eres tú. Y si alguien se entera y quiere ofenderte por eso, tu ordena y le corto la cabeza, no tendré ningún remordimiento por ello", dijo Carpio sin dejar de mirarla.

- "Lo romántico, no se te da Rojito, ¿verdad?", preguntó Karoly con una ligera sonrisa.

- "Pues hasta ahora no, tú podrías enseñarme", respondió Carpio con un tono de voz menos brusco.

- "¿En verdad, te gusto?", inquirió Karoly mirándolo fijamente.

- "Más que gustarme, niña, me he enamorado irremediablemente de ti", confesó Carpio.

Karoly sonrió y aprovechó de jalarlo por la camisa y acercarlo más a ella.

- "Dijiste que olía como oso después de invernar, eso no es romántico", expresó Karoly muy cerca de Carpio.

- "Solo era una broma. Pero deberías tener cuidado, así de cerca podrías caer en las garras de este oso", dijo Carpio.

- "O tú en las mías", respondió Karoly.

Carpio acomodó un mechón del cabello de Karoly detrás de su oreja, se acercó lentamente a ella y empezó a besarla, ella le respondió inmediatamente y los besos se vuelven más apasionados, Karoly acaricia el rostro de Carpio mientras lo besa, mientras él va bajando de acariciar su cuello, a sus hombres, hacia sus brazos, la piel de la dama de Fontana era tersa y electrizante; y ella parecía intuir qué debía hacer, porque estaba volviendo a Carpio más anhelante de ella que nunca.

Karoly se separó cuando sintió que si seguía así, el beso iba a escalar a más, a él le encantó verla sonrojada, ella abrió la puerta, ingresó un poco, y volteó para ver al príncipe.

- "Yo también me enamoré de ti", dijo Karoly y rápidamente cerró la puerta.

Dentro ella se pegó a la puerta, como quien hizo una travesura y no quería ser descubierta, tocó ligeramente sus labios porque aún sentía en ellos, el increíble beso que se había dado con Carpio, quien se había quedado afuera con una sonrisa boba, estar enamorado era algo que lo hacía diferente aunque se sentía increíblemente poderoso.

...Bonus: Una mirada a los personajes principales ...

...Lady Karoly, hija del duque de Husag del reino de Fontana y la reina de los demonios de fuego...

^^^Príncipe Carpio, heredero de la corona de Susumira^^^

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