Despedida intensa

El viento fresco y la vez cálido se sentía al entrar en el vehículo. Se podía sentir una tranquilidad total. En ese momento, dejé de pensar en los malos pensamientos que reinaban mi cabeza. Todo se había desaparecido. Esta persona nunca había imaginado que con tales palabras _no cualquier palabra, sino una que llenaba el corazón de paz y tranquilidad_ podía cambiar mi mundo. A medida que pasábamos los semáforos junto en ese momento no quería llegar en casa. Solo quería estar con esta persona que me daba lo que tanto había anhelado.

Al ver la completa tranquilidad del Omega, se podía comprobar a simple vista que lo estaba disfrutando de la compañía del Alfa destinado, el elegido en cuerpo y alma para él. Sí, los lazos eran tan fuertes que él estaría dispuesto a afrontar cualquier obstáculo, incluso si su padre se opusiera.

- Al estacionar el vehículo frente a mi casa sentía cómo la poca tranquilidad se desvanecía. No quería perder ni un solo instante con él, por lo que no dudé en hacerle una pregunta que había dado vueltas en mi cabeza en el transcurso del camino hasta llegar a mi casa _ "Oye, Tomás, ¿te puedo hacer una pregunta?" _ con total tranquilidad, David dirigiéndose a él Alfa.

- Al oír aquellas palabras, el Omega no dudó en asentir a la pregunta que quería hacerle: _" ¿Dime que quieres saber, David?" _ contestó Tomás.

El silencio se sentía aún más. No sabía cómo podía expresar tales palabras sin sentir vergüenza. Al tragar saliva al poco tiempo, dejé salir aquellas palabras en la que podía oír el afecto y cariño hacia el Alfa.

- Mira, David, no quiero que pienses que te estoy forzando a hacer algo que a ti no te gusta. Si en algún momento sientes que te estoy forzando en algo, solo dimelo. Lo único que no quiero hacerte es ponerte incómodo. _ Al sostener el rostro de David con delicadeza, haciendo que lo

miré,_ Me gustas mucho, David. No te lo voy a negar contestó Tomás al mirar al Omega.

- Al ver con la delicadeza en cómo lo estaba tratando, sintió un sinfín de sentimientos, encontrando en ese momento que no podía sentir desprecio alguno por esta persona que solo lo estaba haciendo sentirse único y amado _ Nunca había pensado eso. Tomás, solo que tengo miedo de estos sentimientos que e oy sintiendo. Tengo miedo de que todo esto sea solo una ilusión. Todo era nuevo para él y por eso tenía esas dudas en si_ respondiendo, David.

"Era perfecto en todo los sentidos para mí. No veía el defecto que él decía tener. Era solo el miedo que él miedo que él mismo se había sembrado.

- Para mí eres perfecto y eso es lo que Cuenta; si nunca lo dudas, mira: esta es la dirección que me diste. Esta es tu casa, ¿verdad? David _ preguntó Tomás al mirar la enorme casa en donde le había dado.

- Así es, Tomás. Muchas gracias por haberme traído a casa. _ Tomo su bolso en dirección a la puerta del vehículo. Dio un giro al mir a Tomás con su expresión tranquila y segura. Noo dudó en darle un beso tierno en la mejilla _ Nos vemos mañana. Ve con cuidado _contestó David, saliendo del vehículo en dirección a su casa.