Capitulo 13 - La Cena

Eran las ocho de la noche cuando Camila llegó a casa de sus padres, sola, lo cual ya era normal para ella y a pesar de todo aun dolía terriblemente.

Sus padres la saludaron como siempre, le preguntaron por el viaje de Daniel, lo que confirmaba que su padre había hablado con él, en vez de llamarla a ella directamente, aunque era algo normal para ella, su padre nunca había tenido una relación estrecha con ella.

A diferencia de lo que le contaban sus amigas, su padre nunca había estado incondicionalmente para ella, en algún momento le había preguntado si era adoptada, pero no hubo respuesta, lo que había hecho que ella siempre tuviera cierta duda acerca de sus orígenes.

Mientras su padre siempre era distante con ella, su hermano siempre estaba ahí para ella, se había transformado en esa figura paterna que le daba seguridad y cariño, por lo que no le parecía extraño que su padre no le hubiera dicho que viajaría y menos que había llegado.

Pasaron a cenar y la conversación estuvo centrada en los posibles negocios que podían hacer en el exterior, había un par de empresas que estaban interesadas en asociarse para entrar en nuestro país y que nos ayudarían a iniciarnos en sus respectivos países.

Cuando llegó el postre, su padre comenzó a realizar algunos planes en los que estarían incluido Daniel, su empresa podría crecer y hasta podrían vivir fuera.

-Imagínate Camila, podrías conocer el mundo con tu esposo y hasta tener hijos, criarlos en otra cultura – su madre ya estaba haciendo planes haciendo que Camila tragara grueso

-Papá, mamá, quiero hablar con ustedes sobre algo importante – cortó la conversación que ya había ido muy lejos

-Claro, cariño, ¿qué pasa? – preguntó su madre con la misma sonrisa fingida que siempre le daba cuando sospechaba que había problemas

-He estado pensándolo mucho y... he decidido separarme de Daniel – su voz se quebró al final

-¿Qué? ¿Separarte? ¿Has pensado en lo que eso significa económicamente? ¡Hemos invertido tanto en su empresa!, esa no es una decisión para tomarla a la ligera – su padre la miraba con ira

-Lo sé, papá, y lo lamento muchísimo, pero no puedo quedarme en un matrimonio en el que ya no soy feliz, ya he hablado con un abogado y voy a hacer lo posible para minimizar nuestras pérdidas, sabía que lo único en lo que pensarías seria en lo económico y ya estoy trabajando en eso – Camila respiró profundo y miró a German buscando fuerza

-Padre, hay que pensar en la felicidad de Camila, no sabes lo mal que lo ha pasado y… - su madre no dejó que German terminara de hablar

- ¡Pero Camila! Tu felicidad no es lo único en juego. ¿Has pensado en el qué dirán?\, como saldré a cualquier evento social dando escusas acerca de mi hija porque no pudo mantener su matrimonio\, divorciarte puede ser... eso manchará tu reputación… y después\, ¿quién querrá estar con una mujer divorciada? – su madre la veía horrorizada

-Mamá, entiendo tus preocupaciones, pero creo que mi bienestar emocional y mi autoestima son igual de importantes, no es justo para mí ni para Daniel continuar con una relación en la que ya no somos felices y no nos sentimos a gusto – Camila intentaba mantenerse serena, sabia que sus padres eran superficiales, pero no sabía hasta qué punto

-Pero, ¿y el dinero? Era parte de tu patrimonio, ¡parte de mi esfuerzo de toda la vida! – su padre le dio un golpe a la mesa

-Papá, no fue una decisión fácil y la he pensado muy bien, pero el dinero no puede ser la cadena que me mantenga atada a un matrimonio infeliz, Estoy dispuesta a enfrentar las consecuencias financieras si eso significa que puedo ser honesta conmigo misma, yo firmé un acuerdo prematrimonial y tu hiciste esas inversiones sin preguntarme, fuiste tu quien se arriesgó poniéndome a mí como garantía

-Camila, debes pensar en otras opciones, ¿han pensado en asistir a terapia de pareja quizás? – la cara de Camila era de asombro

-No existen otras opciones mamá, el tiene a otra mujer y hemos llegado a un punto en el que nuestros caminos simplemente no se alinean, necesitamos avanzar por separado - `no quería decirles la verdadera razón, pero no le daban otra opción

-¿Solo es eso?, es un hombre y es normal que cometa algún desliz, se puede simplemente avanzar cuando no estás cargando con las consecuencias financieras de tal decisión, ¿verdad? – Camila sentía que estaba dando vueltas sin llegar a nada

-No puedo creer lo que dices – German estaba asombrado por las palabras de su padre

-Estoy dispuesta a asumir mi parte, sé que llevará tiempo y esfuerzo recuperarse, pero estoy comprometida a hacerlo, pero ya mi decisión esta tomada y no voy a dar un paso atrás – Camila se mostró fuerte ante sus padres

-Aun así, duele, Camila, duele pensar en las habladurías, en la vergüenza social... – su madre estaba actuando sufrida como siempre

-Mamá, papá, valoro lo que han hecho por mí y lo que sienten, pero no puedo vivir mi vida basada en el miedo al juicio de los demás, necesito ser fiel a mí misma y no puedo vivir al lado de un hombre que no me respeta – Camila estaba comenzando a subir un poco la voz

-No sé si podré mirar a Daniel a la cara después de esto – Camila y Germán se miraban a las caras y no entendían la actitud de sus padres

-Entiendo, y lo lamento profundamente, pero no puedo permitir que el dinero sea lo que dicte mis decisiones de vida, tu puedes seguir teniendo negocios con él, pero yo no voy a estar en el medio

-Supongo que como siempre, mantendrás esa decisión, solo espero que estés segura de esto y que no te estés precipitando – si Daniel no había roto a Camila por completo, la conversación con sus padres la estaba terminando de destruir

-Lo estoy y esta no es una decisión impulsiva; es la conclusión de mucho tiempo de dolor y reflexión, les pido apoyo, es un momento en el que realmente lo necesito – estaba intentando no echarse a llorar frente a sus padres, le dolía mucho su actitud

-No estoy de acuerdo con esta decisión, pero te apoyaremos hasta donde podamos, de verdad me cueste entenderlo, Daniel siempre fue un hombre tan dado a ti y ahora quieres separarte, de verdad no sé qué está pasando por tu mente

Su madre estaba a punto de llorar, así que Camila respiró profundo, se despidió de sus padres y se fue a su departamento, no esperaba que ellos la abrazaran  y le dieran una palmadita en la espalda, pero tampoco esperaba ninguna de las palabras que le habían dicho.

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