La conversación continuó, las palabras fluyendo con más facilidad a medida que las barreras empezaban a derrumbarse. Aunque no borraron todas las sombras que se habían acumulado con el tiempo, para Camila y Daniel, traían consigo un atisbo de esperanza de recuperar su unión, una verdad compartida a la vez.
La charla se prolongó hasta la madrugada, entre confesiones a medias y promesas temblorosas de mejorar. Camila, cansada pero determinada, sabía que tenían un largo camino por recorrer.
Se necesitaría más que palabras para salvar la distancia que ahora parecía un abismo entre ellos. Pero al menos, por primera vez en meses, estaban hablando, realmente hablando, y eso era un comienzo.
Los días fueron pasando y Daniel comenzó a buscar tiempo para pasar con su esposa, de vez en cuando había un mensaje cariñoso durante el día y hasta algunos detalles como flores e invitaciones a cenar fueron surgiendo.
Como un castillo de naipes que se construye sobre bases que no son fuertes, el cambio de Daniel no fue duradero y solo necesitó un par de meses para volver a la rutina de alejamiento que tenia con Camila y cada vez la situación fue empeorando.
Una noche, mientras Daniel dormía, Camila revisó su celular y encontró mensajes de una mujer desconocida, originando como resultado que las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar, lo que ella más temía se hizo realidad, su esposo tenía una amante.
Esa mañana, el sol brilló con desdén sobre la mesa del desayuno en la que Camila había colocado una factura de hotel que no recordaba y al ver la fecha pudo notar que era un día en que Daniel dijo estar de viaje de negocios.
Aquel papel era una grieta inesperada en la fachada de su matrimonio, un susurro de verdades ocultas que se alzaba como un clamor y ahora no sabía qué hacer con esas verdades tan dolorosas que comenzaban a azotarla una tras otra.
Horas más tarde, Camila se enfrentaba a la dura tarea de revisar el pasado reciente a través de las transacciones bancarias y correos electrónicos de Daniel, descubriendo así un rastro de evidencias que la conducían a bares, joyerías y lugares que no reconocía como parte de su vida con él.
La imagen del esposo devoto se desvanecía, reemplazada por el reflejo de un desconocido en la pantalla de su computadora y sin saber porque ella sentía que necesitaba más, por lo que revisó la habitación que compartía con Daniel, su santuario personal.
Fue allí donde encontró, oculto en lo más profundo de un cajón, una segunda tarjeta SIM y varias cartas de amor dirigidas a alguien llamada Mia, haciendo que el nombre le resonara como un eco profano en su refugio traicionado.
Empujada por una fuerza desconocida, Camila cual hacker comenzó a investigar más a fondo y logró dar con esa mujer en las redes sociales y cada una de las publicaciones que veía no dejaban lugar a dudas.
Daniel sonreía genuinamente junto a esta mujer, se notaba que había cierto grado de intimidad entre los dos y veía una felicidad tan ajena a Camila que su corazón parecía detenerse con cada imagen.
Ahí estaba la prueba de un amor paralelo, una vida secreta que negaba su existencia y que la golpeaba tan terriblemente que sentía morir con cada foto y cada segundo que había pasado sin él, por lo que no se dio cuenta de las horas que habían pasado.
Esa noche, la casa parecía más vacía que nunca, y en el silencio, Camila se desplomó bajo el peso de la revelación, por lo que la confianza y amor que una vez sintió por Daniel se retorcieron en su interior, transformándose en un torbellino de emociones incontrolable y desgarrador.
Con las pruebas del engaño extendidas ante sí, fue como si cada promesa, cada beso, cada juramento de amor pronunciado fuese una mentira más en el intricado tapiz de falsedad que había tejido su esposo.
Ahora, con la verdadera esencia de su relación expuesta, debería encontrar la fuerza para enfrentarse a la tempestad que se avecinaba, por lo que para organizar sus ideas y con la esperanza de que lo que se había tejido en su mente fueran falso, llamó a su mejor amiga Ana.
- Ana\, necesito hablar contigo\, Es urgente – sus estaban ojos llorosos e intentaba no dejarse caer
-¡Camila, qué pasa! Te escucho mal ¿Daniel está bien? – Ana se preocupó al escuchar a su amiga
-No es sobre la salud de Daniel, es... es algo peor, ¿puedo ir a tu casa?
-Claro amiga, te espero – Colgó la llamada y se fue de inmediato a casa de Ana
Salió de la casa y se montó en su auto, un millón de cosas pasaban por su mente, sobre todo quería evitar ver a Daniel en ese momento, no sabía que haría si lo tenía en frente, en lo que llegó a casa de su amiga lo primero que hizo fue darle un abrazo.
Necesitaba sentir el calor de alguien cercano, no sabía qué hacer, su hermano se lo había dicho mil veces y ahora entendía todo, ese hombre no era para ella, su hermano siempre le dijo que él no la quería y que solo la haría sufrir
-Siéntate, cuéntame todo – Ana le ofreció una silla y un vaso de agua
-He descubierto algo... Daniel me ha estado engañando – el llanto que tanto había guardado termina por salir
-¡Oh, no, Cami! ¿Estás segura? – le dice abrazándola nuevamente
-Sí, encontré mensajes, correos, regalos, fotos... y una factura de hotel, hasta se cómo se llama, su nombre de ella, es Mia – hablaba entre sollozos
-¿Cuánto tiempo ha estado ocurriendo esto? – preguntó molesta
-No lo sé con certeza, pero al parecer hace meses
-¿Y cómo estás manejando todo esto? ¿Cómo te sientes? – Ana estaba preocupada por su amiga
- No lo sé\, Ana\, es como si estuviera viviendo una pesadilla\, yo confiaba en él ciegamente y ahora siento que todo lo que creí sobre nosotros era una mentira
-Es normal sentirse así, pero quiero que tengas presente que tú no tienes la culpa de las decisiones y errores de Daniel
-No puedo evitar preguntarme si... sí hice algo mal, si fui insuficiente, todo ha sido tan difícil y es había planeando con él tantas cosas -
-No te hagas eso, tú no tienes la culpa de nada, el culpable es él, es importante que te centres en ti ahora y decidir qué es lo mejor para tu futuro – Camila la veía extrañada, no quería pensar en eso, aunque sabia que debía tomar una decisión
-Sin importar cual sea tu decisión, estaré aquí para ti y puede que no parezca posible ahora, pero saldrás de esto más fuerte – le toma las manos a Camila para que se siente más tranquila
-¿Quieres que te acompañe a casa o prefieres quedarte aquí esta noche? – preguntó
-No quiero estar sola en esa casa, no esta noche - confesó
-Hagamos una noche de chicas, ¿te parece?, películas, helado y, lo más importante, nada de hablar de Daniel – le regaló una sonrisa a su amiga para subirle el animo
-Eso suena perfecto Ana, de verdad, te lo agradezco – sonrió sin sentirlo
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Updated 61 Episodes
Comments
Osorio Elizabet
Ella en ves de querer hacer pillamada como niña debería estar estar planeando como desenmascarar al Daniel ese x favor no parce madura como lo dice ser y la amiga tampoco ayuda
2024-05-20
7
esterlaveglia
ésto se veía venir desde el principio 🤷♀️🙄
2024-05-13
0
mariela
Me equivoqué pensé y era gay pero no es un desgraciado infiel mentiroso que le dice que la ama y que no hay nadie en su corazón imbécil HDP porque engañar y no decir hasta aquí ya no quiero nada contigo
2024-04-16
1