La luna de miel de Camila y Daniel en las idílicas Islas Fiyi fue el inicio perfecto para su nueva vida juntos, habían elegido este destino por su increíble belleza natural, aguas cristalinas y la promesa de privacidad y tranquilidad.
La primera noche de bodas fue un reflejo del amor y la conexión que los dos compartían, se habían alojados en una cabaña sobre el agua, con suelo de cristal para ver los peces nadar bajo sus pies.
Daniel la cargó entre sus brazos antes de entrar a la habitación y entró con ella en brazos como si fuera una princesa, lo que hizo que ella sintiera que era el mejor momento de su vida, ya una vez en la habitación vio que estaba románticamente decorada.
El tomó una de las copas y la champaña que estaba en la habitación, sirvió un poco y brindaron por su nueva vida juntos prometiendo que cada día sería una aventura para los dos, siendo a suave luz de las estrellas y el sonido relajante de las olas se convirtieron en testigos de su amor y compromiso.
Ella lo miró a los ojos y sintió que algo pasaba, vio un destello extraño en él.
-¿Sucede algo? – preguntó ella con un poco de miedo
-Tengo miedo de que mi amor no sea suficiente y que en algún momento te aburras de mi – respondió él intentando sonar lo más sincero posible
-Te amo y no creo que me aburra nunca de mi – esas palabras hicieron que él la besara apasionadamente
Una parte de él quería quererla tanto como ella le demostraba que lo amaba y se había decidido a ser el mejor esposo que una mujer pudiera desear, Camila no tenia la culpa de nada de lo que se había tejido a su alrededor y debía ser feliz, uno de los dos debía ser feliz.
Así que la tomó en los brazos y la llevó a la cama, colocándola suavemente en la cama y aumentando la pasión en cada beso y caricia que le daba, Camila era hermosa y tenia un cuerpo hermoso, por lo que no sería nada difícil amarla.
Con cuidado le quitó el vestido que llevaba puesto y con cada caricia que le daba sentía como su cuerpo reaccionaba a él, quitando el vestido quedó únicamente con un pequeño bikini que hizo que su lujuria se despertara.
Ella intentó taparse y él no la dejó, quería ver su cuerpo desnudo mientras se desnudaba y por su mente pasaban un millón de cosas que quería hacerle.
Comenzó a besarle en el cuello y se colocó encima de ella para besarla mientras sentía el calor de su piel, sus besos comenzaron a recorrer todo su cuerpo llenando el espacio de gemidos y haciendo que tocara el cielo con cada roce.
Cuando sus labios llegaron a su zona intima ella sintió que iba a explotar y él sabia que iba por buen camino, aunque no tuviera sentimientos profundos por ella sabía cómo satisfacer a una mujer y haría que ella gritara su nombre cada noche.
Estaba tan excitado que no aguanto y rompió la ropa interior de Camila, para después quitarse el bóxer y ubicarse entre sus piernas, pero al intentar entrar en ella se dio cuenta de que era su primera vez y se sintió como un patán, pero ya no podía echarse atrás y debía seguir adelante.
Suavemente comenzó a entrar en ella y cuando se adaptó a él comenzó a moverse suavemente, pudo notar como ella pedía cada vez más y él comenzó a aumentar la fuerza en cada embestida haciendo que ella explotara de placer y después fue su turno.
Al terminar él se quedó un instante sobre ella y luego la tomó entre sus brazos, sentía que ella le había dado algo muy importante y que no merecía, por lo que daría lo mejor de él para que esa relación funcionara.
Luego la llevó hasta el baño en donde había un jacuzzi y la metió con delicadeza para que se dieran un baño relajante, una vez allí ella lo buscó nuevamente y ese fue el inicio de una placentera noche de pasión.
Los días transcurrían lentamente en Fiyi, cada amanecer traía consigo una paleta de colores impresionantes y cada atardecer los envolvía en un clima de romance, que los hacia sentir que eran los únicos en el planeta.
Se aventuraron a explorar los exuberantes paisajes de la isla, nadaron junto a una diversa fauna marina y disfrutaron de cenas a la luz de las velas en la playa, donde la arena blanca y la brisa del océano acompañaban sus conversaciones.
Durante esa luna de miel, la aparente felicidad los envolvió y las dudas de Camila se disiparon con cada caricia y cada palabra de amor de Daniel, por lo que se sumergió en la belleza de los paisajes y en la novedad de ser una esposa, originando como resultado que pensara que sus temores habían sido infundados y que fueran olvidados.
Durante su estadía, Camila y Daniel se fortalecían mutuamente; cada carcajada, cada mirada y cada nuevo recuerdo escribía una página en el cimiento de su matrimonio. La belleza de Fiyi no residía solo en su entorno natural sino en la felicidad que encontraron en la compañía del otro.
Al regresar a casa, sabían que esta luna de miel no solo marcaba el inicio de su historia como marido y mujer, sino que también había sido el reflejo de la vida llenos de amor y felicidad que deseaban construir juntos.
Fiyi sería siempre el simbolismo de su unión, un lugar al que prometieron volver para celebrar el amor que prometieron eternizar.
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Updated 61 Episodes
Comments
esterlaveglia
quién va a desconfiar de sus propios padres 🙄😳😨
2024-05-13
4
Anonymous Carmen diaz
Pobre Camila vive en una burbuja que acepta todo sin cuestionar sus dudas o temores envuelta en un matrimonio no sólido.
2024-04-30
1