Capitulo XIX Recuerdos

— Estás segura de querer casarte?. — pregunto Miranda a su hija viéndola vestida de novia.

— Isabella dudó por unos segundos, pero al final asintió con la cabeza.

— Y por qué no te veo convencida?. — pregunto Miranda viendo la expresión distraída de su hija.

— Solo estoy nerviosa mamá, deja de inventarte historias en tu cabeza. — respondió Isabella firmemente.

La realidad era que desde ese día en la playa Isabella quedó con dudas sobre Ignacio, y es que desde ese día ellos no volvieron a tener intimidad, Ignacio no le permitió a Isabella quedarse en su habitación, él había levantado una gran muralla entre los dos.

Mientras tanto Ignacio se encontraba frente al espejo viendo que el día de su boda había llegado y pensando en que Isabella no lo engaño en este tiempo, una sonrisa se dibujó en sus labios, Ignacio estaba aterrado, pues pensó que Isabella lo engañaría en cualquier momento.

— Ignacio, hora de irnos. — dijo Carmelo apurando a su hijo.

— Salgo en un segundo. — respondió Ignacio algo serio.

— Tu mamá llamo, dijo que llegaría a la iglesia directo del aeropuerto. — comento Ignacio desde la puerta.

Mi mamá?, pensó Ignacio, la señora Leticia Del Castillo se llevará una gran sorpresa cuando sepa que no me casaré con Ingrid, ya quiero ver su cara, cuando vea a la novia.

Por otro lado, Carmelo estaba con una sonrisa burlona, pues él sabía muy bien quiera la novia de Ignacio y cuando Leticia la viera se iba a morir de rabia.

POV

— Eres la mujer más hermosa del mundo y quiero que seas mi esposa. — dijo Carmelo a la mujer que tenía frente a él.

— También quiero ser tu esposa, quiero tener a tus hijos y quiero envejecer contigo a mi lado. — respondió Miranda Del Castillo.

— Entonces pongamos fecha a nuestra boda y que el mundo entero sepa que nos amamos. — dijo Carmelo Hernández muy emocionado.

Lo que ellos no sabían era que un plan malvado se estaba cociendo en ese momento y la protagonista de aquel plan no era otra que Leticia hermana adoptiva de Miranda.

Dos días después de que Carmelo le pidiera matrimonio a Miranda, Leticia lo llamo diciéndole que tenía el regalo perfecto para su hermana y que lo esperaba en su apartamento.

Carmelo inocente de lo que aquel día ocurriría fue al encuentro de Leticia, su conversación se estaba desarrollando de manera normal hasta que Leticia le invito algo de tomar a Carmelo, él lo recibió gustoso, pues nunca imaginó que la hermana de su prometida estuviera obsesionado con él.

Al pasar unos minutos Carmelo empezó a sentir calor y el deseo se apoderó de él, encerrado en aquel apartamento y con la única mujer que tenía frente a él, Carmelo perdió la razón y aquel día abuso de Leticia, obviamente eso era lo que ella estaba buscando, el propósito de eso era que Carmelo estuviese obligado a casarse con ella, después de aquel día la vida de Miranda y Carmelo se volvió un completo caos, su matrimonio fue suspendido y Carmelo obligado a casarse con Leticia y Miranda obligada a casarse con otro hombre, ya que ambos venían de familias conservadoras sus padres decidieron por ellos.

Mientras que Carmelo vivía un infierno al lado de su ahora esposa, Miranda vivía otro al lado de su esposo, ya que este se enteró de que su esposa amaba a otro hombre así que todos los días abusaba física y emocionalmente de Miranda.

Dos meses después de la boda Leticia descubrió que estaba embarazada y esa noticia devastó a Carmelo quien quería que sus hijos fueran de Miranda, él siempre quiso a su hijo, pero a su esposa la odiaba y más la odio cuando supo que todo había sido un plan de ella, una vez nació Ignacio Leticia se habia aburrido de su vida de casada, dándole el divorcio a Carmelo y dejando a Ignacio a su cargo.

Para Miranda las cosas no fueron tan fáciles, ella tuvo que soportar cuatro años de maltratos, hasta el día que se enteró de su embarazo, ese día tomo la decisión de escapar y con ayuda de algunos empleados de la casa de su esposo ella logró escapar y empezar una nueva vida lejos de todos aquellos que le habían hecho daño.

Fin del recuerdo.

Después de tantos años ellos volvieron a encontrarse, con la sorpresa de que sus hijos tenían una relación, así que con el temor que sentía Miranda de que su hija saliera lastimada de esa relación, acepto ayudarlos a ser felices, Carmelo y Miranda también decidieron reiniciar su relación, pero debía ser un secreto, pues no querían que sus hijos se separaran por su culpa.

Mientras Carmelo estaba perdido en sus pensamientos, Ignacio salió de la habitación y lo vio con la mirada perdida.

— Qué pasó papá?, te ves extraño. — dijo Ignacio preocupado.

— No es nada hijo, solo me siento feliz de que te cases con la mujer que amas. — respondió Carmelo sonriendo.

— Así es papá, yo amo a Isabella y la quiero hacer feliz siempre. — dijo Ignacio, aunque por dentro tenía muchas dudas.

Los dos hombres salieron a la iglesia, al llegar saludaron a los invitados y fueron a ocupar sus lugares, ya que la novia estaba por llegar, unos cinco minutos después llegó Isabella, vestida con un sencillo vestido de novia y con la mirada perdida, ella estaba insegura de dar este paso, pero cuando vio a Ignacio esperándola en el altar y este mostraba una sonrisa hermosa, su confusión termino y ella caminó al altar con seguridad, su mirada estaba fija en el que en unos minutos será su esposo, no podía creer que este día se estuviera haciendo realidad.

— Te ves hermosa. — susurro Ignacio al oído de Isabella.

— Y tu muy guapo. — devolvió Isabella el cumplido.

El sacerdote empezó la ceremonia y en cuestión de una media hora los declaró esposo y esposa, la sonrisa en ambos era genuina, no había pizca de hipocresía, ellos se sintieron muy felices.

Desde lo lejos la mirada de una mujer los veía con cara de disgusto y aunque Leticia aún no sabía quién era la muchacha, no era la mujer que ella había escogido para su hijo.

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