Desastre

Habían pasado ya una semana desde la boda y Angelique no podía sacar de su cabeza el recuerdo de aquel beso con el que había sellado su vida para siempre; Parecía como si hubiese sido ayer cuando las enormes manos del duque presionaron su delgada cintura  atrayéndola hacia él para besar con ansias sus labios. Sumida en sus fantasías se llevó el dedo pulgar a su labio inferior acariciándolo lentamente en lo que fue un esfuerzo paupérrimo por recrear la fiera presión que  la boca de su esposo había impreso en ella días atrás ; En eso estaba cuando Amelia irrumpió como tromba en sus aposentos

-Señora,perdone la intromisión- la sirvienta estaba completamente enrojecida – pero vengo a avisarle que un caballero solicita su presencia con suma urgencia en el salón principal-

-Amelia ¡mi buen dios, casi me matas del susto!,ten por bien el avisarme de tu llegada en el futuro ,de lo contrario temo que mi vida será corta- Levantándose del banquillo del tocador se dirigió hacia su dama de compañía- Dime pues el nombre del caballero que tanta premura tiene por verme

-Es un tal Lord Rochester, me dijo que usted lo conocía bien-

Angelique se quedó completamente inmóvil al oír ése nombre,no podía creer que luego de cinco años al fin volvía a encontrarse con quien había sido su gran amor 

-Señora ¿se encuentra usted bien?-

-si,si …..dile al caballero que bajaré enseguida y llévalo al jardín interno-

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En una taberna en lo suburbios de Londres

-Es un milagro verlo después de tanto Duque, permítame felicitarlo por sus recientes nupcias, me imagino que cómo todo recién casado debe estar rebosando de dicha – el fofo hombre sonreía completamente satisfecho por sus palabras

- Arnold, me sorprende que siga con vida – Frederick escupía aquellas palabras mientras se sentaba en la banqueta de al lado – Dime de una vez para que me llamaste , sabes bien que a diferencia tuya  soy un hombre ocupado-

-Sólo vine a recordarte que la fecha pactada para la entrega del dinero está cerca -

-Soy un hombre de palabra ,lo sabes bien-

-Bien ,bien…y dime ¿que tal es mi sobrina como esposa?, sirve de algo o ¿es tan inútil como se vé?-

- Le pido que no hable de ése modo de mi esposa,después de todo Angelique ahora porta mi apellido y el que la ofende me ofende a mí- levantándose se acercó con peligrosa lentitud hacia lord Bowes y mirándolo a los ojos continuó – Ella me pertenece ahora y la respetarás como tal o te arrancaré las bolas y te las haré tragar. Éso si logro hallarlas- sonrío maliciosamente

- Te casaste con ella porque  ¡¡¡YO ASÍ LO QUISE BASTARDO!!!! O ¿ACASO TU MEMORIA ES TAN POBRE COMO TU LINAJE?-

Frederick quería matar al malnacido,pero debía contenerse,no podía echar todo por la borda ,no ahora “tiempo al tiempo “ se repitió incansablemente aquella tarde gris – Me retiro ahora , espera dos meses más y tendrás lo acordado-

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CASA del duque

Philipe quedó anonadado ante la visión de aquella mujer quien  llevaba un hermoso vestido azul marino  que hacía resaltar más el tono pálido de su piel de porcelana; Y  su cabello ¡Dios!,¿cuánto tiempo llevaba añorando  aquella cascada de fuego cobrizo que ahora resplandecía ante él en todo su fulgor?, no importaba los años que habían permanecido distanciados el uno del otro,antes sus ojos Angelique seguía siendo la mujer más hermosamente pura que había conocido jamás .

 -Philipe,no pensaba verte de nuevo….errr…es decir..no después de todo lo sucedido-

-Angelique, estas hermosa- y tomando su pequeña mano entre la suya ,depositó un dulce beso en ella

-Gracias, pero ¿Qué te trae de nuevo a Londres?, pensaba que la vida en las Américas te era próspera- 

- ¿Puedo sentarme al menos? – amó verla ruborizada por sus palabras.Durante años Lord Rochester había sufrido en silencio con el recuerdo doloroso de lo que había sido el romance entre ellos.

- Ho!!!!,si,si, por supuesto, perdona mi torpeza, es sólo que aún no me acostumbro a ser anfitriona – 

Ambos estuvieron sentados en absoluto silencio hasta que Aurelio llegó con el refrigerio, el primero en hablara fue Philipe – Me sorprendió enterarme que te habías casado y más aún con el tan temido Duque Barrow-

Angelique frotaba sus manos con nerviosismo sobre su regazo – Mentiría si te dijera que no fue una sorpresa incluso para mí. Pero …errr…digamos que todo se dió de esta forma-

-¿Eres feliz?-  sabía que era poco caballeroso preguntar aquello  ,pero la duda lo carcomía desde hace días y tenía que conocer la respuesta,fuera cuál fuera.

-Estoy cómoda con mi vida, aquí nadie me desprecia o juzga y me tratan con respeto y cariño. Es más que suficiente por lo que estar agradecida-

- Me alegra saber que estas bien ..pero..éso no responde a mi pregunta- Philipe no podía soportar más el no tocarla ,había esperado demasiado para volver a verla y como si su cuerpo no tuviera conciencia tomó entre sus manos el suave y delgado rostro de la mujer que amaba y pasando el pulgar sobre los labios turgentes de ella susurro- Hace años que sueño contigo Angelique-

-¡¡¡QUÍTALE LAS MANOS DE ENCIMA A MI MUJERRRR!!!- un enfurecido duque cruzó a una velocidad alarmante el jardín y sin pensarlo dos veces saltó con fiera bravura sobre aquel hombre. La mesa voló al otro lado ,mientras Frederick arremetía con fiereza contra Philipe

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