Los próximos días se desarrollaron en completa tranquilidad, la Vieja abuela llamaba a su amigo para darle las gracias por todo lo que había hecho por la joven, aunque estaba en las mejores manos y lo sabía, porque estaba siendo entrenada por uno de los mejores médicos del mundo, no podía permanecer más en esa ciudad, ella la abuela temía que Aura pueda desarrollar una terrible depresión de la cual más adelante no le será fácil salir y echar a un lado un gran futuro, Aurora siempre se destacó por ser la mejor de su clase y de su facultad, no podía permitir eso, se lo debe a su madre, Cristina, ella estuvo con ella en los momentos más duro de su vida, cuando tuvo que despedirse para siempre de su querido esposo Eduardo, la madre de Aurora no la dejo sola en ningún momento se convirtió en su sombra y la llegada de la niña, fue un suceso reconfortante para ella.
Su amigo entendía las razones y al igual que la anciana mujer le tenía un cariño a esa chiquilla y quería lo mejor para ella, también estaba de acuerdo con la decisión que habían tomado, todo marchaba según lo que se había previsto, Aurora estaba por terminar algunos pendientes, no se iba a marchar y dejar todo a medias, ella no era así, hasta no arreglar todo no saldría del país, fue a la universidad para informar del traslado de sus prácticas y la oportunidad que tenía entre manos, le colaboraron en todo lo que pudieron para agilizar el trámite que se requería para llevar a cabo todo eso.
Renata también estaba feliz de tenerla en casa, sabía que era una excelente persona esa niña, pero a petición de Aurora se debía ubicar en un trabajo dentro de la mansión, no iba a estar de holgazán atenida a los demás, por más que Renata pensará no se le ocurría donde podía ubicar a la joven ,así que tomo la decisión de preguntarle cuándo llegara que es lo que más le gusta hacer en la casa y dependiendo de su respuesta entonces sabrá donde ubicarla, esto mismo le hizo saber a la abuela, es más a la abuela le gustó la decisión de su nuera porque sabía que de esta forma, la bella Aurora se iba a sentir bastante cómoda.
Aurora todas las noches se dedicaba a preparar sus maletas sentía algo de pena porque eran varias y algo grandes, quería llevar todo lo que tenía y más aquellas cosas que tanto apreciaban que alguna vez perteneció a su madre, la abuela entró a su habitación sin tocar, cuando vio esa escena, sus ojos se humedecieron un poco, pero no podía dejar que ella la viera así, temía que se arrepintiera de la decisión que había tomado.
Así que trato de esbozar una sonrisa así sea fingida, al acercarse a la joven que estaba de espaldas a ella,. Le pregunta que si había terminado de empacar, lleva varias noches haciéndolo, ella sonríe y le dice que ya le faltaba poco para terminar, no te preocupes le dice rodeándola por la cintura y besando sus mejillas, para cuando llegue el día ya estarán preparadas al igual que yo.
Abuela esto lo hago por mi mamá y por ti, porque así lo desean, si es por mí sabes que no me movería de aquí para nada, ustedes son todo lo que tengo y lo que más quiero en mi vida.
La abuela al ver esa muestra de afecto, le dice la idea es que estés allá por un tiempo y después regreses a casa donde perteneces para que te recibas como médico, estaré a tu lado ese día, abuela falta año y media para eso, será el tiempo de espera más largo para mí, sabes que recibirás muchas llamadas de mi parte, y vendré a visitarte también eso lo sabes, solo prométeme le decía Aurora a su abuela mirándola a los ojos que tomarás todas tus pastillas, a la hora indicada y seguirás con tu dieta, nada de romperla, quiero que estés saludable, te quiero mucho y lo sabes, además no creo que mi corazón resista otra pérdida.
La anciana le prometio que así iba a ser, eso ella lo iba a seguir al pie de la letra, pero ahora lo importante es que ella termine de preparar todo para el viaje, la anciana le entrego unos tiquetes de avion en primera clase, aunque su familia tenía avión privado, ella sabía que Aurora no iba a aceptar tal cosa.
La anciana como conoce a la joven le dijo que era un regalo de su parte y espera que no sea rechazada, Aurora la mira y le dice abuela, no te tomes esas molestias, estaba a punto de comprarlo, sabes que mi mamá me dejó, muy bien gracias a tu enorme generosidad y también sé que debo administrar con sabiduría ese dinero.
La abuela sonrie una vez más, y siente cálido su corazón,cómo está este mundo hoy en día, donde se puede hallar una persona así ?,se pregunta y al hacerlo es como encontrar un tesoro, por el cual se debe luchar y no perder.
La anciana también tenía sus intenciones ocultas en su corazón, tal vez albergaba una pequeña esperanza,, pero no era el momento de hablar de eso, solo esperar que le podía deparar el destino a la bella Aurora cuándo llegará al nuevo país.
Tres días más tarde se encontraba Aurora en el aeropuerto con la anciana a su lado y dos mujeres amigas de ella y de su madre que trabajan para la abuela, ella Aurora estaba algo nerviosa y no era para menos, nunca había volado en avión, estaba hecha un manojo de nervios todos le daban palabras de aliento, mientras esperaba el llamado para abordar y dirigirse a su destino.
Cuando llegó el momento ella abrazo a cada una de las personas y les decía al oído cuánto las amaba mientras de sus ojos caían lágrimas, la joven sin mirar atrás tomo su pequeña valija de mano y caminaba sola con pasos firmes por el pasillo hasta llegar a su asiento, cuando estuvo ubicada atendió con suma atención la instrucciones de seguridad y después de despegar el avión ella cerró los ojos y cayó en un profundo sueño.
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