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Luego de estar varias horas en la misma posición y en el mismo lugar, decidí que ya era hora de volver a la cabaña.

Mis hijos lloraban en brazos de su abuela, quien en algún momento llegó sin que yo la sintiera o quizás era que ya nada me importaba.

¿Puedo hablar contigo?- me dijo Asrael acercándose por detrás de mí.

No le conteste nada, solamente lo seguí fuera de la cabaña.

Dime Erkan ¿realmente amabas a mi hermana?- me dijo mirando el cielo. ¿qué clase de pregunta era esa? ¿Acaso dudaba de mi palabra? O sea, entendía que los diablos y los demonios éramos tramposos, pero cuando amábamos lo hacíamos de verdad.

Sabes que la amaba más que a mi propia vida- le dije levantando mi cabeza para mirar la luna.

Bien, entonces iré en contra de los deseos de Padre. Yo te avisaré cuando renazca, a través de una de mis plumas, te diré donde se encuentra. No puedo asegurarte que será cuando nazca o cuando ya sea adulta, pero te avisaré. No te equivoques, no me agradas, pero la sonrisa que ella tenía solo al pensar en ti, es suficiente para que quiera que la tenga siempre. Prométeme que siempre la harás feliz- me dijo mirándome mientras me extendía su mano.

Lo prometo y en verdad gracias por cuidar de ella y de mis hijos. Te juro que quise venir antes- las lágrimas salían nuevamente de mis ojos y me deje caer de rodillas, volví a llorar como hacia unos momentos.

Levántate diablo, tienes que estar fuerte para cuando renazca. Recuerda que esto pasara varias veces más y la verás morir al menos 8 veces. No puedes dejar que esto influya en el amor que sientes por ella- me dijo y extendió sus alas -cuida bien de mis sobrinos- dijo antes de elevarse al cielo.

Mis hijos y mi madre estaban detrás de mí y jamás me di cuenta. Ella cerró la puerta de la casa y dijo una frase

Haec domus, quae fuit veri testis amoris, Permaneat in secula semper, omnibusque latens, Praeter eos qui eam incoluere amantes.(que esta casa, que fue testigo de un verdadero amor, se mantenga por los siglos de los siglos, escondida de todos, excepto de aquellos amantes que la habitaron)

Un campo de energía se formó alrededor de la cabaña y desapareció como por arte de magia. A diferencia de mis hijos yo sí había entendido lo que ella le estaba pidiendo a los seres celestiales de la luna.

¿Iremos contigo padre?- me pregunto Logan agachando la cabeza, habían estado llorando los dos a pesar de ser hombres formados y haber alcanzado la madurez de diablos.

Si hijo, iremos a nuestro segundo hogar, porque este siempre será el primero- dije mirando el lugar donde momentos antes había estado la cabaña.

Mi madre abrió un portal directo a mi castillo y pasamos los 4 instantáneamente. Al llegar, mi fiel sirviente, Dracon, nos recibió con júbilo. Hacía años que no lo veía, pero no había cambiado en nada. No necesite presentarle a mis al parecer mi madre se había hecho cargo de que todos supieran que ya era abuela.

Oh, pero si los príncipes son muy apuestos- dijo mirándolos atentamente.

¿Usted nos conoce?- le pregunto Caleb.

Claro que si, la reina Melody me ha mostrado muchas imágenes de ustedes mientras iban creciendo y la verdad ambos tienen muchas de las mejores cualidades de sus padres- les dijo haciendo una reverencia exagerada.

Eso era cierto, Caleb y Logan eran rubios de ojos azules y la misma altura que yo, pero al cambiar a sus formas demoníacas, sus cabellos cambiaban de color al negro y sus ojos al mismo rojo que los míos. Poseían dos cuernos completamente negros y una estrella de cinco puntas tatuadas en sus cuellos. Ni bien pasaron el portal se dejaron ver como lo que eran y la verdad me sorprendía mucho. O sea sabía que iban a cambiar, pero Dracon tenía razón eran de una manera a otra igual a nosotros.

No tardaron mucho en adaptarse a mi reino y en entender toda la responsabilidad que tenía ser el líder. Ambos eran justos y nobles como su madre, pero severos cuando debían serlo. Y a diferencia mía, todos en el reino los querían. Incluido mi Cerberos, el perro de tres cabezas que custodiaba la puerta del infierno y que me había regalado mi padre cuando nací, los quería más a ellos que a mí. Aunque debía admitir que me gustaba verlos acomodarse de forma tan natural con su nueva vida.

Mi padre me cito al día siguiente de volver, me levanto el castigo con la condición de que usará un collar que evitaría volver a liberar mi bestia, accedí sin pensarlo. Esa condición me servía para volver a salir al mundo terrenal en cuanto supiera que ella había regresado. Aunque no entendía como haría Asrael para avisarme, ya que, las plumas de los ángeles no iban a poder ingresar en el infierno.

Los días, semanas y meses pasaban tan lento que de alguna manera mi sangre hervía, pero podía pasar tiempo de calidad con mis hijos y mi madre que por suerte siempre estaba a mi lado para ayudarme con todo.

Caleb empezó una relación con una demonesa hija del reino de los leones, mientras que Logan había empezado a especializarse en clases de magia. Entrenaban todos los días con su tío Mammon (príncipe de la soberbia) y me encantaba ver la cara de mis otros hermanos cuando mis hijos lograban ganarle. Kaito y Eros se habían disculpado por su comportamiento durante mi prisión y nuestra relación había mejorado, aunque sea un poco, pero al menos podíamos juntarnos cuando se hacían fiestas en los diferentes reinos.

Habían pasado casi 60 años cuando mi hijo Logan ingreso corriendo en mi despacho.

Padre, mira- dijo extendiendo su mano, dejando ver una brillante pluma blanca.

¿De dónde la sacaste?- le dije levantándome de golpe, dejando caer mi silla al suelo.

El tío se comunicó conmigo, al parecer por ser hijos de un Ángel tenemos una comunicación especial- me entrego la pluma, realmente no sabía que hacer con ella, pero si sabía lo que significaba. El gran amor de mi vida había regresado.

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