capitulo 7

—¡su alteza Malik! ¡porfavor lleve a mi hija a dentro!

El príncipe Malik al ver la expresión sería del padre de Isabella asintió.

—¡vamos a dejar a mi papá! No puedes llevarme me quedaré con el, siento que el líder Kin es más poderoso ¡vete solo! Yo lo cuidaré—murmuró Isabella agitando su manita.

—¡Isabella esto no es una negociación!—lo dijo en voz ronca.

—¿qué?

El príncipe malik al ver su expresión aturdida la cargo entre sus brazos.

—¡suéltame!—gritó Isabella forcejeando.

El príncipe Malik ignoro sus palabras llevando de vuelta a Isabella hasta llegar a su habitación cuando la tiró sobre la cama Isabella tomo esta oportunidad para correr pero una barrera de poder hizo que cayera al suelo.

Isabella se levantó mirando con ira al príncipe Malik quien está sentado sobre su cama mirándola como si fuera una verdadera tonta esto la hizo enfurecer más que corrió hacia el saltando sobre encima de su cuerpo—¡déjame salir! ¡Si, no lo haces voy a matarte ahora mismo!—lo dijo sacando su daga.

La daga que estaba por saludar su pecho fue detenido por una fuerza invisible, Isabella al ver esto uso su poder tratando de atravesar la barrera invisible que proteger su pecho.

—¡deja de intentarlo! ¡Es en vano! Con tu poder inútil nunca podrás vencerme—susurró mirando con atención el hermoso rostro de Isabella.

—¡nunca nadie en mi vida me ha dicho que soy una inútil!—pensó Isabella mordiendo su labio inferior con fuerza mientras guarda su daga tocó los hombros de Malik—¡tienes que dejarme ir! Sé que papá puede resolverlo, actúe impulsiva al final el cuerpo de una joven es realmente diferente ¿príncipe Malik porque no me contaste sobre ese matrimonio entre el segundo príncipe y yo?—preguntó apretando sus hombros con un poco de fuerza.

El príncipe Malik acercó más la cabeza estando a unas pocas distancias de Isabella como si fueran a besarse—¿eso importa?—preguntó con frialdad.

Isabella al escuchar tal respuesta observó con atención esos ojos tan fríos como si no supieran amar nada—¡si importa! Después de todo no es algo que me guste ¡casarme con un hombre que no conozco no es algo que desee incluso si es el hombre más poderoso del mundo!—murmuro con un tono de amargura.

—¿qué has dicho? ¿Repitelo ahora mismo?—hablo empujando su cintura de Isabella.

Isabella fue empujada más hacia delante que se golpeó la frente contra la máscara del príncipe Malik.

—¡dolor!—pensó Isabella aguantando las ganas de matarlo—¿por qué estamos tan cercas? ¿Está posición es algo?—pensó nuevamente está vez empujando a el príncipe malik.

El príncipe Malik quien está perdido en sus pensamientos fue empujado con facilidad a la cama mientras que Isabella cayó de espaldas al suelo.

—¡ahh!—gritó Isabella de dolor mientras se arrastraba para levantarse.

—¿por qué hiciste eso?—preguntó el príncipe Malik recuperando la postura.

Isabella que se había levantado tambaleó mirando con ira al príncipe malik quien sigue siendo arrogante frente a tal situación—¡este principe malvado! Tiene suerte de ser de la realeza o lo habría matado—lo pensó Isabella apretando los puños.

De repente la barrera en la habitación había desaparecido, el príncipe malik se levantó ignorando la existencia de Isabella al abrir la puerta se detuvo.

—¡es hora de comer! No tardes, tus padres te estarán esperando—lo dijo en voz baja.

Isabella no dijo nada en lo absoluto y cuando se había ido se dió la vuelta saliendo de la habitación.

Al llegar al comedor todo estaba tan ordenado sus padres están sentados charlando alegremente.

La madre de Isabella al verla llegar se levantó sonriendo—¡mamá te ha esperado! Siéntate hemos pedido al chef que prepare comida muy deliciosa.

Isabella se sentó sosteniendo los cubiertos para luego mirar alrededor del comedor—¿su alteza el príncipe Malik no vendrá a comer con nosotros?

El padre de Isabella detuvo los cubiertos mirando con seriedad su rostro—¡el no tiene hambre! Está ocupado con unos asuntos más importantes, mira mi pequeña Isabella prueba este platillo te gustará—lo dijo acercando el plato.

—¡gracias papá! Papá, mamá ¿por qué no me contaron sobre el matrimonio con el segundo príncipe?—preguntó.

Los padres de Isabella se miraron sintiendo tantos nervios al ver a su expresión.

—¡Este compromiso fue antes de tu nacimiento! Tu madre salvó a la emperatriz y gracias a esa acción creo un compromiso para ti y su segunda alteza ¡aunque no estábamos felices con ese matrimonio no podemos ponernos en contra de la familia imperial!

—papá está diciendo que por esa razón tengo un compromiso con su alteza —lo dijo Isabella con sorpresa.

—si, pero Isabella debes de saber que los ciudadanos no desean que te cases con el segundo príncipe creen que la mejor candidata para ser la princesa heredera es la joven señorita Aila Azur, la hija de la luna—dijo la madre de Isabella con tristeza.

—¡la verdad! No me importa ser emperatriz ni mucho menos casarme con el, ¡espera! Has dicho que el segundo príncipe es el heredero al trono—hablo Isabella con incredulidad.

—si, el es el que será el emperador—dijo el padre de Isabella.

Isabella guardó silencio empezando a degustar los platillos los padres de Isabella al ver que ya no deseaba hablar del tema no continuaran hablando.

Después de unas horas.

Isabella se encuentra en su habitación disfrutando de bañarse mientras juega con los pequeños pétalos de rosa—¿como puede el segundo príncipe ser el heredero al trono? ¿No sé supone que debe ser el príncipe Malik? Debo de averiguar que está sucediendo—pensó Isabella levantándose de la bañera.

Al terminar de bañarse Isabella se colocó una pijama para salir a buscar a su madre a su habitación.

Isabella tocó la puerta esperando que abriera.

—¡mi pequeña Isabella que haces aquí?—preguntó su madre mirando con cariño a Isabella.

—¿puedo pasar mamá?—preguntó.

—¡puedes pasar cariño!

Ambas se sentaron en la cama mientras que su madre sostuvo sus manos mirando a Isabella.

—¿sucede algo hija mía?—preguntó.

—¡mamá! Cuando hablaste sobre el segundo príncipe mencionaste que es el heredero al trono ¿por qué si su alteza malik es el primer príncipe le dieron el trono a su hermano?—preguntó con curiosidad.

La madre de Isabella al ver su expresión de curiosidad sintió un poco de tristeza—¡hija la vida de su alteza Malik no están gloriosa como piensas! Ambos son hermanos gemelos.

—¡hermanos gemelos!—murmuró Isabella mirando con incredulidad a su madre.

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