¿SE PUEDE PERDONAR UNA INFIDELIDAD POR AMOR?

CAPÍTULO 16

CLAROO POR ESO TAN APURADO POR QUE FIRME EL DIVORICO ¿VERDAD? ABOGADUCHO DE CUARTA, NO TIENES ÉTICA - grito el endemoniado Dean - Vivían trataba de calmarlo, lo agarraba fuerte del brazo porque el demonio quería golpear al abogado.

Dean, por Dios ¿que estas diciendo? cálmate - pedía Milo -

COMO QUIERES QUE ME CALME SI VEO QUE UN IDIOTA ESTÁ TOCANDO A MÍ ESPOSO, NO LO VUELVAS A TOCAR, NO LE PONGAS NI UN DEDO ENCIMA, ES MAS NI LO MIRES - gritaba el demonio -

¿PERO DE QUE DEMONIOS ESTAS HABLANDO? - grito Milo, ya muy enojado - con que derecho vienes a reclamar algo, te recuerdo Dean, que estamos en un proceso de divorcio, así que lo que yo haga, con quien lo haga no es tu asunto..

Milo mi amor, por favor piensa bien las cosas, te amo Milo, se que fallé, se que soy un idiota y en este momento me estoy comportando como el peor imbéciles, pero te amo, no me dejes mi amor te lo suplico, te lo ruego - dijo con las lágrimas cayendo por sus mejillas y arrodilladose a los pies de Milo mientras cogia sus manos -

Milán no quería decir nada, pues era un asunto que su hermano debía resolver, pero estaba atento ante cualquier eventualidad, por si a su cuñadito se le ocurra golpear a su hermano.

Lo siento Dean, pero yo ya no te amo - mintió, pues el seguía amandolo, pero no podía perdonarlo, esto hizo que el hombre que se encontraba arrodillado soltara sus manos y se levante del piso -

Se que mientes, pero esta bien, te daré tiempo, solo recuerda que siempre te amaré, firmaré los papeles de divorcio, no porque me haya resignando a perderte, si no como muestra de mi amor, te dejo libre Milo - dijo con el rostro mirando al piso -

Milo lo miro sorprendido, pues después de aquella escena pensó que Dean se la iba hacer difícil para firmar.

Gracias Dean, deseo que te valla bien - dijo Milo -

A usted solo le digo que no se la dejaré fácil, por ahora puede creer que ganó, pero volveré para recuperar lo que es mio, si piensa que me rendiré esta en un error, nadie conoce a Milo como yo, ni lo va amar como yo - dijo mirando a Milán -

Dejeme decirle que lo que me une a Milo es un lazo que no se romperá jamás y si tanto dice conocerlo, ¿cómo no pensó que lo perdería al serle infiel? Si tanto lo conoce debió saber que Milo jamás le perdonaría una infidelidad, y si dice que nadie lo va amar como usted, eso es bueno, porque al engañarlo sólo le demostró lo poco que lo amó - dijo Milán -