capítulo 11

Iván e Irina se sentaron en la mesa mientras Haydee les servía sus platos, cuando estaban por comer se dieron cuenta de que la anciana no había servido el suyo, acción que molestó a Irina.

Haydee ¿No va a comer?- pregunto la chica frunciendo el ceño.

Oh mi niña, no me sentaré con ustedes, luego yo como- dijo la anciana.

Claro que no!, hay un plato para ti también, siéntate con nosotros- dijo ella

No creo que esté bien Irina- Respondió la mujer nuevamente

Haydee conforma a mi esposa por favor- dijo Iván.

A la mujer no le quedó de otra que sentarse, apenada, con ellos. Al principio, la cena transcurría un poco incómoda, hasta que Irina rompió el silencio.

Señora Haydee, no quiero que se sienta mal, no he tenido el cariño materno hace años, mi mamá murió cuando yo tenía 10 años. Y usted se ha portado tan linda conmigo sin siquiera conocerme, que me encanta contribuir le todo su cariño, así sea con una simple cena- dijo Irina, colocando su mano sobre la de la anciana.

Oh mi niña, es imposible no quererte rápido, eras una chica muy dulce- dijo Haydee.

Una vez terminaron de comer, la empleada levantó las cosas de la mesa, Irina e Iván fueron a la sala a conversar un poco. Al principio, se sentaron junto a la chimenea en silencio, hasta que Iván rompió el ambiente.

Fue muy bueno lo que hiciste hoy con Haydee - dijo Iván.

No fue nada Iván, ustedes han hecho mucho por mí- dijo ella.

Ja ja ja ja ja creo que tú nos estás salvando a nosotros- dijo Iván- ¿sabes? Salí de Londres porque no me sentía cómodo en mi familia, mi hermano se casó, tiene una hermosa familia al igual que mis padres, mi primo también encontró a su pareja y ¿yo? Ni siquiera podía saber cuál podía ser la indicada, todas se acercaban a mí por mi apellido y mi billetera.

A mí no me interesa eso, tu corazón es más grande que cualquier cuenta bancaria- dijo ella.

Era la primera noche que pasaban juntos, como un matrimonio, habían logrado entablar una buena amistad, pero para una chica como Irina que nunca tuvo una era lo mejor que podía pasarle. Pero Iván sabía que eso que sentía por ella era más que una amistad, la atracción que ella había causado en él crecía por segundo.

*Hace tiempo que no satisfago mis instintos carnales con nadie, eso debe ser, por eso mi actitud con Irina, pero no puedo usarla, ella merece ser feliz y respetada* pensó Iván.

Pero el destino era demasiado incierto, quizás ellos se negaban a creer que podían sentir más que amor fraternal, pero no sería así.

Irina se fue a dormir, dándole un cálido abrazo a Iván y un beso en su mejilla que calentó el corazón del chico. El, con una sonrisa boba, se fue a dormir un rato después, su primer día de casados había sido demasiado bueno para ser real.