Capítulo 6: Monstruos

Sirius se preparó para el enfrentamiento, todos sus instintos le gritaban que no tenía otra salida y dentro de su inconsciente en lo más primitivo de su ser sentía que debía acabar con aquel individuo como si este no solo amenzara su vida sino la existencia misma.

Fortaleció su cuerpo equilibrando entre fuerza y velocidad hasta el punto que agotó su aura, pero eso no lo detuvo en su desesperación apretó sus uñas con sus palmas hiriendo su carne y liberando sangre en un rito secreto sacrificó este líquido para obtener más aura. Este era un método demoníaco que aprendió en su otra vida.

Con el aura extra llamo el elemento aire al igual que hizo Anton, solo que él lo envolvió en sus brazos para hacerse cuchillas de aire.

-Eso es asombroso - Dijo con curiosidad el tipo con máscara de gato

Sirius vio que no lo tomaban en serio, ya que el hombre ni siquiera se molestaba en envolver su cuerpo en aura cosa básica en cualquier pelea. Pero lejos de molestarse aprovecho esto como una oportunidad para dar un ataque contundente. Sin previo aviso se lanzó para atacar, sus brazos eran como espadas afiladas. En un movimiento segaz le corto uno de los brazos al hombre y luego lo apuñaló en el pecho.

Durante el ataque Sirius se dio cuenta de que su oponente no metió ni las manos, recibió todo como si fuera solo un muñeco inmóvil, esto lo preocupo por eso se apresuró en apuñalar su corazón. Al tenerlo a su merecen quiso cortarle la cabeza de un tajo, pero entonces se dio cuenta de algo inquietante.

Pese a haberle cortado un brazo y haber perforado su corazón en ningún momento vio brotar sangre de su cuerpo. Entonces la voz del hombre lo llamo:

-Oye chico ¿Por qué la rudeza?

Su voz sonaba tranquila y sin dolor. Sirius se apresuró a intentar cortar su cabeza, pero antes de poder hacerlo sintió que algo lo tomaba del cuello de su camisa, jalándolo y arrojandolo con fuerza hasta estrellarlo en un grueso árbol el cual se partió en dos.

Sirius sintió los huesos de su hombro romperse, escupió sangre, adolorido. Al levantar la vista todo le giraba, pero pudo ver que aquello que lo había arrojado no era otra cosa que el brazo apuntado del hombre que se agitaba unido al cuerpo de su dueño por una bruma negra.

-Me has impresionado niño - Aplaudió el tipo uniendo su brazo nuevamente a su cuerpo

La bruma qué emanaba parecía curar sus heridas.

Sirius se puso de pie a duras penas sintiéndose destrozado. Además, que el sobre exceso de aura le estaba pasando factura.

(Realmente voy a morir de nuevo)-Pensó

-No sabía que el método de aura sangrienta fuera tan conocida en esta región por lo que había escuchado solo los demonios lo conocen

Sirius se impresionó ante las palabras del hombre. Era imposible que alguien en estas fechas conociera aún acerca del método de aura sangrienta a menos que fuera del futuro como él o que fuera un demonio.

-¿Quién eres? - Le preguntó

-Ja, ja, ja por fin usas palabras, chico, ¿No era más fácil eso que recurrir a la violencia?

-¡Cállate!

Sirius sentía que en cualquier momento podría perder el conocimiento.

-Pequeño buitre, ladrón que roba a ladrón ¿Tanto querías este pequeño objeto? - Preguntó el hombre alzando el anillo de camuflaje

En ningún momento se dio cuenta cuando se lo quitó, pero era obvio que aquel tipo no era común no parecía siquiera humano.

-Maldito - Musito Sirius cayendo de rodillas

-Uuy con cuidado chico no quiero que mueras... Melani cúralo-Dijo el hombre llamando a alguien

Sirius no entendía, no había sentido otra presencia llegar. Pero del bosque se escucharon unos pasos y una mujer encapuchada con máscara de un gato negro apareció.

-Sí jefe - Respondió la mujer

Esta colocó su mano en el hombro de Sirius clavando sus uñas en su carne. Sirius gritó de dolor, pero ya no se podía defender por el cansancio y sus heridas.

-Con cuidado Melani, no lastimes más al chico

-Perdón jefe

La mujer dejó salir su aura esta era de un verde esmeralda hermoso y elegante titilaba como si tuviera estrellas dentro. Al entrar en contacto con Sirius este sintió como su cuerpo se reparaba en segundos.

-Revitalia - Nombró la mujer

Sirius quedo asombrado sus huesos rotos, heridas y su fatiga desapareció. Incluso su aura se repuso de nuevo. El poder de estas personas estaba más allá de su imaginación como mínimo debían estar en el pico del estadio 3, incluso forzando su cuerpo más para usar habilidades qué superaban su nivel no podría hacerles frente. Tenía que escapar, moverse tan rápido que no lo pudieran detener, pero lo debía hacer reuniendo su aura de golpe en un solo instante.

-Es imposible escapar - Dijo la mujer volviendo a poner su mano en el hombro de Sirius para sujetarlo

(Esta mujer ¿Acaso lee mentes?)Se preguntó Sirius

-No pierdas el tiempo en tontos pensamientos y muestra respeto al jefe-Dijo la mujer en tono amenazante

-Me has interesado chico, yo soy el eterno viajero Wencell Pall

-Excelente respuesta jefe-Dijo alegre Melani

-¿Cuál es tu nombre niño? -

Sirius apretó sus puños, la fuerza que sentía de la mujer era monstruosa.

-Responde - Ordenó Melani

-Soy Sirius Palacios

-Oh, pero mira que tenemos aquí Mel, este niño de alma sucia es un miembro de una de las 7 familias je, je, je increíble

-Todo un hallazgo jefe

-ja, ja, ja Sirius me gustaría seguir con la charla, pero me temo que invitados indeseados se están acercando, así que tendremos que despedirnos en la mejor parte

Sirius no entendía al principio las palabras de hombre, pero pronto pudo sentir varias auras acercándose, debían ser guardianes alertados por Anton y Rebecca

-Toma Sirius - Dijo Wencell Pal arrojando algo

Al atraparlo Sirius vio que se trataba a un anillo de camuflaje aunque levemente diferente.

-Este anillo te servirá mejor que el otro Sirius, es cierto que sirven igual para ocultar el color de tu aura, pero el que trataste de robar de mis ladrones es solo un prototipo y no puede ocultarte de gente en el estadio 3, este anillo por su parte te puede esconder incluso de los ojos del mismo Dios, considéralo un regalo y recuerda que todos estos objetos son míos y, por tanto llevan mi firma espectral

Melani soltó su agarre, al instante Sirius salto para alejarse.

-Nos vemos pronto Sirius Palacios - Dijo con una sonrisa Wencell Pall

Sirius salio corriendo de aquel lugar, al mirar de nuevo atrás vio como Wencell liberaba aquella bruma con la que comenzó a devorar los cuerpos caídos de los ladrones.