Encuentro 1

Cuando llegue a la capital estaba más que emocionado.

El castillo imperial de veía enorme y colorido.

Según la dirección que me había dado el vicecapitán la dirección del restaurante/bar estaba cerca.

No tenía expectativas y solo daría un vistazo.

Cuando llegue era más un bar que un restaurante.

La tienda se veía vieja a comparación de las otras, daba mala imagen por la calle en la que se encontraba.

Me asome por una de las ventanas pasadas y miré para ver a viejos briagos disfrutando del momento mientras una mujer con un aspecto severo estaba detrás del mostrador.

La reconocí, esa mujer era su madre.

La mujer que lo había dejado en el orfanato para después ser adoptado por el conde Eleazar.

No pude evitar sentirme abatido.

Ella parecía amargada.

Cuando estaba a punto de alejarme vi a un hombre de cabello blanco entrar en la puerta del bar.

El tipo se acercó a la barra donde estaba Yuli y ella abrió los ojos en par.

Sonrió.

"..."

La sensación de verla cambiar de humor fue impresionante sin embargo el que no mostró emociones fue el tipo de cabello blanco.

Después con el ceño fruncido de parte del hombre se alejo de la barra y salió.

Ese hombre también tenía los ojos rojos.

Me dio una sensación de hormigueo en mi cuerpo.

Deje de lado el restaurante y empecé a seguirlo en la distancia.

Creo que si lo vieran dirían que son iguales, pero cuando dio vuelta en la esquina el ya no estaba.

"¡!".

Miré por todas direcciones pero no lo encontré.

¿A dónde fue?.

Me quedé en shock.

El solo había desaparecido.

"¿Quién era el?".

Suspiré, tal vez y solo tal vez pensé que era mi padre.

Camine ahora sin rumbo por esa calle pensando que podría encontrarlo.

Al final me di por vencido.

"¿Por qué me sigues?".

"¿Quién te envía?".

La voz de un hombre sonó por detrás.

La voz sonaba fría, aún tenía el gorro de la capa sobre mi y no se veía así que empecé a correr por el pánico.

Pero fue inútil.

El hombre fácilmente jalo la capa.

Los dos nos miramos con ojos abiertos.

"¿Eh?".

El jadeo.

¿Cuántas veces encuentras una mini versión tuya?.

Me quedé en shock.

La gente se nos quedó mirando a los dos.

Fue una situación rara.

"Tu...".

Frunciendo el ceño me observó fijamente.

No hubo palabras.

El cambio de estar frunciendo el ceño a quedarse pensando.

"¿Eres hijo de Nayeli?".

Pregunto Henrick.

"La última mujer con quién estuvo fue Nayeli y solo de pensar que esa tal Yulisa me estaba intentando seducir".

Me quedé sin palabras por la información que estaba diciendo.

"Espera que".

Dije después de un momento y el miró su reloj para después decir.

"Ven, tengo que comprobarlo es más fácil".

Se volteo y fue cuando entre en pánico.

"Espera, yo no conozco a esa señora, acabo de llegar a la capital".

Las palabras fueron ignoradas.

"No iremos al bar, necesito saber si eres hijo de Nayeli y mio".

"Si no me sigues solo te llevaré de la capa".

Después de esas palabras siguió caminando a paso lento.

Me coloque la capa para que no nos vieran extraño.

Llegamos a un lugar cerca del palacio imperial.

Había un gran carruaje ahí.

"Asistente".

Henrick hablo a la chica que estaba dentro del carruaje.

Elena se asomo para ver al duque y a un niño encapuchado.

"Manda un mensaje al duque Ix, dile que si me ayuda hacer una prueba de paternidad".

Elena se quedó incrédula a las palabras de Henrick.

"Lo enviaré".

Aún así asintió a sus órdenes y Henrick volteo a ver al niño.

"Sube".

Elena se quedó sorprendida al ver cómo Henrick hacia que el niño subiera.

Pero a diferencia de Henrick y Elena m, Ryan comenzó a correr.

"¡Hey!".

Gritó Henrick suspirando y corriendo hacia el.

"¡Ni loco iré contigo, no te conozco!".

Henrick fingía correr hacia el y solo lo alcanzó en un parpadeo para tomarlo por la ropa.

"¡Sueltame!".

Empecé a patear mientras me alzaba y termine dándole en los bajos.

"...."

Me detuve por como había sido el golpe pero Henrick solo se rió.

"¿Crees que duele?".

"Si no eres nada mío te juro que lo lamentarás".

Henrick regreso al carruaje y aventó a Ryan hacia el carruaje.

El cochero y el guardia del duque se quedaron quietos.

La orden es si pasa algo cuida a la asistente, el no tenía problemas si los malos van tras de él.

Elena estaba mirando incrédula.

"¿El duque se ha vuelto loco?".

Murmuró mientras Henrick entraba al carruaje.

"Vamos a la mansión".

El cochero asintió empezando el camino hacia la mansión del ducado Sak.

La capa había caído mientras me sonaba de mi trasero.

La mujer frente a el jadeo.

"¡¿Eh?!".

Gritó mirando al duque.

"Eso mismo dije yo".

Dijo Henrick mientras alzaba los brazos como diciendo, hay una posibilidad.

"Pero... Pero ¿Cómo?".

Elena está más que sorprendida.

"Tengo una teoría pero necesito saber si es verdad".

"Si hago toda una historia y al final no es nada mío, es mejor revisar".

"Si es, ya no habrá problemas con la solicitud".

La mirada de Henrick era cansada.

Quién tuvo la idea de que se casará y tuviera una familia fue de la emperatriz.

Ahí no había mucho que hacer, sabía que ella se preocupaba por él.

La mirada de Henrick fue directo al niño.

Ryan estaba asustado.

¿Dónde me metí?.

Eso es lo que pensaba Ryan al ver qué no podía huir.

Solo le había dado curiosidad de ver el lugar de su madre y ahora todo se había vuelto extraño.

Elena tenía una mirada sombría mientras veía al duque y al niño.

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