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Herencia Silente

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Un encuentro 1

Mientras tanto dentro de una caverna seguía caminando.

"Al menos veamos el lado bueno, tengo toda el agua y las más limpia que podría pedir".

Con una sonrisa divertida miró el río que seguía su curso a una velocidad grande.

Tomo toda el agua que pudo y la vacío como pudo para que después repitiera el proceso.

Durante al menos dos días fue su rutina hasta que llegó a la superficie.

"¡Luz!, ¡aaa mis ojos!".

Dos días con solo la luz parecida a una vela hicieron que la luz del sol fuera mucho para el.

Como si hubiera estado en su habitación durante mucho tiempo y saliera para deslumbrar se y sentir que se le quemaban hasta las ideas.

Después de mucho tiempo se acostumbro y sonrió.

El camino del río seguía pero en vez de una zona rocosa se convirtió en una zona boscosa.

Por fin.

Ahora lo importante era buscar un pueblo para poder comprar alimentos.

Así que camino aún siguiendo el río hasta encontrar un camino.

"Me hubiera traído un mapa".

Un mapa era necesario para emprender la aventura.

Solo iba de acuerdo recordaba de lo que había visto en el libro de la pequeña biblioteca que había en el condado.

"¿En donde estoy?".

Frustrado y cansado solo iba siguiendo el río.

El camino del río era lo más ideal a seguir creo que tarde o temprano encontraría un pueblo cercano.

Caminando sin tanta dificultad hasta que el olor a pescado asado llegó en mi nariz.

"¿Comida?".

El olor del pescado asado era demasiado rico y lleno una parte de la zona.

Camine hasta donde era más fuerte y de lejos se veían unas carpas de alguien que esta acampando en el sitio.

Me detuve.

El olor había hecho que me acercara demasiado pero logré componerme.

No sabía quiénes eran era.

Tampoco sabía de dónde venían.

¿O si son personas ricas de la zona?

¿Si le dicen a los condes?.

Me quedé pensando cuál era mis opciones.

Ya había llegado demasiado lejos para que me regresarán, aunque estaba a lo que se decía a la vuelta de la esquina.

"Es demasiado arriesgado".

Con pasos hacia atrás empecé a alejarme.

Había racionado agua del río asi que alejarse del camino era lo mejor si quería no toparme con los campistas.

Pero cuando daba media vuelta a los arbustos que vio escuchó una voz.

"¿Eres un vagabundo?".

La voz de una niña sonó detrás, ella está sentada viendo el río recargada detras de un árbol.

Sintió miedo ya que no sabía que había alguien cerca y volteo asustado.

Cuando la vi me asusto, ya que no pensaba que alguien estuviera por el lugar.

No pudo evitar tomar levemente la espada que traía en la espalda.

"¿Quién eres?".

Pregunto ella al verlo de arriba y abajo.

Entonces respondió al verla tan tranquila y alejo su mano de la espada.

"Un vagabundo".

La niña abrió los ojos de sorpresa.

Ella había dicho vagabundo, así que lo tomo sin querer.

La niña con unos ojos grises claros como la hoja de una espada junto con un cabello castaño a oscuro llegando a negro, con una piel casi blanca, esa niña era bonita como una muñeca.

Ella estaba bien vestida y tenía una espada en su cintura.

Una espada corta.

Ella la tenía enfundada viendo que no era un peligro o simplemente era muy confiada.

Cómo los dos traíamos espada, pero ni uno de los dos la tomábamos, era posible que ella supiera como usarla a diferencia de mi.

La espada me llamo la atención ya que era una espada que cualquiera que lo viera diría es cara y ha de ser de buen material a diferencia de la que el tenía.

"Nunca había visto un vagabundo ahora que lo veo pareces más un alma en pena".

Dijo ella mirándolo al ver lo blanco que era.

Parecía un niño que vagaba sin rumbo y su única defensa era una espada que estaba mal colocada.

Su espada estaba en su espalda pero no de la forma indicada.

El también miró a la niña frunció levemente el ceño.

¿Un fantasma?.

¿Primero un conejo pero ahora esto?

Suspiro internamente, a diferencia de Ismael que lo dijo como si fuera una mascota ella no parecía decirlo de mala forma.

Sin embargo, después de verla de nuevo se molestó.

Era un niño que estaba armado, y apesar de eso ella parecía tan calmada como si no hubiera peligro alguno.

Los dos se miraron viendo sus aspectos hasta que respondió.

"Nunca te acerques a un vagabundo, si encuentras uno peligroso te puede hacer daño".

La niña parecía inofensiva y tenía que decirle que no se acercara a gente peligrosa pero ella sonrió.

"Se defenderme si eres un vagabundo peligroso o un fantasma vengativo no hay problema".

Ella lucía demasiado confiada.

"Mi padre me ha enseñado a como golpear gente, aunque ha de ser algo similar con los fantasmas".

Orgullosa dijo mientras el se quedó en shock.

"¿Tu padre?".

Pregunto incrédulo.

"¿Que tan loco es para poner a una niña a entrenar?".

Murmuró sin vacilar y ella abrió los ojos de sorpresa para después entrecerrar su mirada.

"Todos mis hermanos hemos sido criados para poder manejar las armas, ¿Cómo puedes llamar a mi padre loco?".

Ella se molestó, con su ceño fruncido no pudo evitar reir internamente.

¿Que hombre obliga a una niña pequeña a entrenar para golpear gente?, pero viendo como era este mundo tal vez su padre tenía razón para enseñar a usar armas para su propia defensa.

Ignoro la molestia de la niña y solo asintió en silencio.

"Es bueno que sepas defenderte, pero ahora has bajado la guardia".

Dijo mirando que ella había dejado a un lado la espada ante un desconocido como el y ella solo alzó los hombros como diciendo ¿Eso crees?.

Ella tenía una sonrisa traviesa, para ella el es que estaba en desventaja.

¿Cómo es que termine discutiendo con una niña en la mitad del bosque?.

Me pregunté al verla como si examinara cada parte de mi.

Viendo que ella no se iba solo suspiro y empezó a ver sus opciones.

Prefirió solo alejarse de ella.

"Bueno, adios".

No quiso quedarse donde estaba ella, si estaban con la familia que estaba acampando era posible que ellos la buscarán rápidamente.

"Espera".

Dijo ella viéndolo de nuevo de arriba hacia abajo.