No odio a este bebé, ¿si decido conservarlo me ayudarían?..

El corazón de Woden estaba apretado, en su trabajo como abogado ha dado horribles y dolorosas noticias, ha visto lo más desagradable del ser humano, la diferencia era que esas personas sólo eran trabajo, no eran su familia, pero Aisha no sólo es su hermana, es una parte de él, al ser su trilliza, ella es como si fuera una parte de su alma, y ahora mientras la abraza, él no puede evitar que sus lágrimas se desborden.

—Muy bien...— dijo Aisha con la garganta apretada tratando de evitar que salgan los sollozos, ella es la llorona del grupo, la única de los tres que tiene permitido desbordarse y llorar en voz alta hasta casi gritar, y siempre lo ha aprovechado, pero al ver a ese par de gigantes, que siempre fueron su fuerza, desbordarse sin poder soltarla, se dio cuenta de que esta vez tendría que ser ella la que debía estar tranquila. —Sea lo que sea, estoy lista... ¡Díganlo!... por favor...

—Mi cielo, tal vez deberíamos esperar a que te sientas...— Damara fue interrumpida por su hija, ella sabía mejor que nadie lo mucho que le molesta verse vulnerable, al ser la única mujer del trío, siempre luchó para que sus hermanos la dejaran participar de todas sus actividades, demostrando a cada paso que ella podía ser tan fuerte y osada como sus hermanos.

—Yo de verdad me siento bien, son ustedes los que me están asustando...

Al escucharla sus hermanos se separaron de ella. Ninguno de los dos deseaba esa conversación, pero Boreas en ese momento era el más tranquilo, Woden todavía estaba desbordado; con la mandíbula apretada e incapaz de poder sostenerle la mirada... Así que Boreas dejó salir todo el aire de sus pulmones y se agachó hasta estar a la altura de Aisha para verla a los ojos. —Hablamos con la doctora y dice que no recuerdas nada después de la fiesta... sabes qué...

—Boreas, sé que esto es malo, no se lo dije a la doctora, pero al final de la fiesta todo se volvió un infierno— Aisha miró sus manos y las apretó y aflojó mientras llenaba sus pulmones de aire hasta el límite —No recuerdo con claridad, pero comenzaron disparos y muchos gritos, todo mundo corría, yo me abrí paso para salir de ahí, ya saben, mi don para encontrar cosas y caminos, pero creo que había un par de dragones cerca, sentí su presencia, pero no los vi, y no sé si al usar mi magia ellos me sintieron a mí, o peor, si me vieron, creo que estaba cerca de una puerta cuando se volvió todo negro... tal vez entre en trance, porque no recuerdo cómo llegué aquí.— Al terminar de decir esto ella buscó los ojos de sus hermanos, pero le era imposible descifrar las emociones que ahí estaban.

—Hermanita... esa fiesta... tú... estuviste perdida por mucho tiempo...

—Boreas, ¿cuánto tiempo me perdí?

—De verdad te buscamos, fuimos a donde hiciste tu pasantía, pero las oficinas habían cerrado; en el lugar de la fiesta no sabían nada; y tu departamento ya había sido dado a otra persona; tú ya habías borrado tu rastro para regresar a casa y los hechizos de rastreo no estaban funcionando, Woden te reportó como desaparecida y te lo juro...

—¿Cuánto tiempo?

—Yo lo intenté... lo intentamos... siempre... nunca parábamos... en cada luna...

—¡¿CUÁNTO TIEMPO!?

—Dos años... yo no sé... yo de verdad...

—Dos años...— susurró —No parece tanto, ya estoy en casa, dos años no parece tan grave como...

—No es todo...— habló por fin Woden, que aunque sabía que el bebé de su hermana tenía un nido de amor, también sabía que eso lo podía haber construido ella sola, como una forma de protegerse de una atrocidad. Él ya ha visto de lo que los hombres pueden llegar a ser capaces, de lo monstruosa que podía llegar a ser su naturaleza, y los dragones seguramente eran peores, porque ellos si eran verdaderos monstruos.

—¿Qué más pasa?— Aisha volteó a ver a cada uno de ellos, pero ninguno parecía poder hablar —¿Ma?, ¿Boreas?, ¿Woden?, por favor... yo... ¿Nosotros vamos a estar bien?…—de repente el miedo de haber sido descubiertos por los dragones la invadió, el miedo de que su familia o que sus hermanitas menores estuvieran en peligro le aplastó el pecho, ella no podría perdonarse que algo le pasara a su familia por un descuido, ¿y si la habían capturado?, ¿y si ella los había delatado? —¿Nos han encontrado?, ¿Libelle?, ¿Danu?, ¿la pequeña Cybele?...

—Mi niña, tranquila, todos estamos bien, te lo prometo toda la familia está bi...

—¿Entonces?, ¿qué está pasando?!, ¿por qué parece que lo peor del mundo hubiera pasado?

—Estás embarazada, y por el tamaño del producto parece que tienes 14 semanas de gestación, por lo que el periodo establecido para una interrupción por... ya no se puede hacer la interrupción... y por la energía del nido puede que el producto sea de uno de esos dragones...— Woden podía sentir como su cuerpo vibraba, y había una presión en su pecho, la mandíbula la tenía tan tensa que ya le dolía. Sentía que todo su mundo se derrumbaba y no entendía cómo las demás familias lograban continuar con sus vidas después de esto, lo había visto, muchas veces, pero no entendía como seguían adelante; él no creía poder hacerlo...

—Que bueno que ya no se puede, porque yo no lo quiero interrumpir— susurró — Yo no sé qué pasó y quizás por eso no odio a éste bebé, pero si tengo miedo de que tú lo llegues a odiar. Yo...

—No lo odio... es sólo que... yo no quiero que recuerdes ese horror... yo no quiero que vuelvas a sufrir... ¿y si se parece al padre?..

—No sabré, no lo recuerdo, tampoco sé si fue horrible, no sé nada y creo que así es mejor... ¿sí decido conservarlo me ayudarían?..

—Por supuesto mi cielo, nosotros no te volveremos a dejar sola, nunca más...— Damara lloraba con una mezcla de orgullo y tristeza, su niña era más fuerte de lo que llegó a imaginar.

En ese momento Woden se arrodilló junto a la cama donde estaba su hermana y comenzó a sollozar fuerte, como nunca lo había hecho antes, como nunca esperaba volverlo a hacer —Yo estaré contigo siempre... te protegeré a ti y a tu bebé... yo no volveré a perderte...