CAPÍTULO XI DESCUBRIMIENTO DOLOROSO

LEONARDO

No dejo de recordar los gestos de Natalia, tanto cuando toqué sus hermosos y carnosos labios, que casi me arrastran a la divina tentación de saborearlos, y sé que ella estaba igual, por la manera inconsciente que los entreabrió literalmente ofreciéndomelos, lastimosamente luego reaccionó y se alejó… ¡Dejándome solo con las ganas! Pero no desistiré, tarde o temprano, disfrutaré sus labios, que terminarán siendo solo para mí…

También estaban sus gestos de molestia y contradicción… Me causa mucha gracia la forma en que quería evitar que entrara al apartamento, y luego lo rápido que quería que me fuera. De haber sabido ya su estado civil, juro que no salgo de ese lugar, y probablemente tal vez, aún la estaría disfrutando…

Fue realmente intenso el momento de conexión que tuvimos, tanto así que no dejo de pensar en la pasión y deseo que sentí por ella, y estoy segurísimo, sin pretender ser creído ni mucho menos, que ella también sintió esa misma atracción…

Por ahora me toca esperar saber cuál es su situación personal, para asegurarme que no voy por mal camino y que estaremos en la misma página, pero sobre todo, que no haya obstáculo significativos para la relación que pretendo iniciar con ella…

Llegó en la estación y afuera me encuentro con Taylor…

. – Estimado… - Le extiendo la mano que él amigablemente estrecha…

. – Señor Mendoza… Venga, tengo noticias para usted…

. – Perfecto, por eso estoy aquí, entre otras cosas…

Caminamos e ingresamos a su oficina…

. – Siéntese por favor – Me indica y así lo hago…

. – ¿Son buenas o complican la situación?

. – Más o menos… Digamos que esta situación está dando un giro inesperado que agrava la investigación…

. – Carajos… - No sé porque imaginé a Natalia recibiendo esta noticia, y me preocupé mucho… - Soy todo oídos Taylor, por favor, no omitas nada…

. – Bueno, hemos continuado con el curso de la investigación, debo decirle señor, que lo que esta arroja, es que esto es prácticamente una organización, y los productos robados están siendo vendidos en las calles, sobre todo a personas con cuadros depresivos y de dependencia a estos medicamentos… Lo bueno, es que el chico, no figura aún en ningún intercambio, la chica se niega a dar nombre, pero sus propios desatinos han ayudado bastante. Ahora solo toca seguir indagando y presionando hasta que ella suelte toda información…

. - ¿Y Gabriel, qué dijo? –

. – Dos veces lo interrogué, se negó a tener presente a la hermana y al fiscal, porque según él, no tiene nada que ocultar, y la verdad, respondió todo con coherencia y eso que trate de confundirlo, o es muy bueno mintiendo, o es inocente…

. - ¿Y usted con cuál de las dos se queda?

. – Si le soy sincero, el chico está muy avergonzado, sobre todo por mentirle a la hermana con respecto a su romance con la chica, pero por nada más, el miedo que demuestra es por ser juzgado por algo que no hizo… ¡Creo que él es inocente! Que lo utilizaron de carnada y por eso está aquí, solo ruego que no haya nada más que lo pueda perjudicar…

Recordé lo que le reclamaba Natalia cuando vine más temprano, no logré escuchar claramente, pero si supe que de algo lo acusaba…

. – ¿Ósea que ante la duda razonable, él puede salir?

. – Sí señor, probablemente mañana estará libre, claro, bajo régimen de presentación cuando así se amerite…

Eso la verdad me alegro mucho, especialmente por Natalia…

. -Está bien, de verdad te lo agradezco mucho Taylor ¿Me permites verlo ahora?

. – Claro, bien pueda señor Mendoza… Pero por favor, no le mencione nada de su posible salida…

Asentí y salí de la oficina para dirigirme al área donde estaban las celdas… El chico al verme, se levantó de la banca y se acercó a la reja…

. - ¿Cómo está mi hermana? – Se notaba bastante preocupado, pobre, imagino la zozobra en la que ha estado desde que su hermana salió de aquí…

. – Ella está bien, debes calmarte… - Me miró con evidente duda, y lo entiendo, él no me conoce – Cuando la dejé estaba totalmente recuperada, hasta me regañó y literalmente me corrió del apartamento…

Él volteó los ojos y sonrió…

. – Típico de ella, gracias – Luego me miró preguntándose quién era yo… - ¿Quién es usted?

. – Gabriel, mi nombre es Leonardo Mendoza – Él me miraba en las mismas – Soy el dueño de la clínica donde te arrestaron…

Él abrió los ojos de par en par e inmediatamente pude percibir su miedo…

. – Señor, le juro que yo no sabía nada de esto, fui allí para cumplir un reto…

. – Bueno, estamos en averiguaciones aún…

. – Pero yo le juro señor que no he robado nada, no sé cómo llegó eso a mí morral, y menos a mi casa…

Al escucharlo decir eso, levanté la mano ordenándole que se callara, y miré hacia atrás a ver si había alguien allí, pero gracias a Dios no…

. – No vuelvas a repetir eso, y menos en voz alta… ¿Cómo es eso qué también a tu casa? – Gabriel me miró ahora con sospecha – Escucha, ya sabes bien quien soy, estas acusado de atentar contra mi patrimonio y el de mi familia, sin embargo, quiero ayudarte, especialmente por tu hermana, así que habla… - le exigí con firmeza.

Aunque lo dudó, asintió y respiró profundo antes de hablarme…

. – No sé exactamente, en serio señor… – Me insiste cuando lo miro con reprimenda – Cuando usted llegó, mi hermana me estaba reclamando que usted de buena manera nos estaba ayudando y yo le estaba mintiendo porque en casa encontró algo que me hacía ver así, pero le vuelvo a jurar que no sé nada de eso…

. – Gabriel, ¿Alguien más vive con ustedes? – Aprovecho la oportunidad para saber un poco, antes del informe que me entregará el investigador…

. – Solo somos mi hermana y yo, aunque a veces David se queda con nosotros…

Sentí una aprensión en mi pecho y dude en preguntar porque no sabía si me iba a gustar la respuesta…

. - ¿David?

. – Sí, él es el novio a Naty, y se van a casar…

Peor que esa respuesta no pudo haber otra, el impacto que sentí y el dolor me dejó desconcertado, tanto que creo que el chico se dio cuenta…

. - ¿Está bien señor? – Me preguntó algo confundido…

.- Sí, lo estoy… sígueme contando… - le pedí

. – Bueno, David y mi hermana se van a casar pronto, él literalmente vive con nosotros, aunque a veces no se queda, creo que por turnos que debe cubrir y eso, pero normalmente está…

. – Okey, ¿A qué se dedica él? – Le pregunté porque me llamó la atención eso de que debía cumplir turnos…

. – David es farmaceuta señor…

No sé porque las alarmas se encendieron en mí, y no creo que tenga que ver con que él duerme todas las noches con la mujer que deseo para mí, o quizás sí, pero algo me crea suspicacia y no lo voy a dejar así…

. – Bien, muchas gracias por confiar en mí Gabriel, haremos lo posible por aclarar todo esto, y si realmente eres inocente, saldrás de aquí ¿Está bien? Cuentas con mi apoyo – Le extendí mi mano por entre los barrotes…

. – Señor Mendoza ¿Usted es amigo de Natalia?

. – Digamos que algo así… - Dudé si decirle la verdad – A Natalia la conozco desde que estudiaba en la universidad, aunque hacía mucho, no la había vuelto a ver…

. – Okey… ¡Gracias por ayudarnos señor!

. – No hay problema, descansa, y esperemos que el día de mañana sea mejor que este…

Así me termino de despedir del chico, la verdad me apena que tenga que pasar la noche en este lugar, pero no hay de otra, gracias a Dios, ya mañana estará en casa con su hermana… ¡Solo mencionarla me duele!

. - Ya sé que me dirá el bendito informe, tanto esperar para esto…

Esta revelación de la que acabo de enterarme… del noviazgo de Natalia y sus presuntos planes de boda, han generado confusión y sentimientos encontrados en mí…

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