CAPÍTULO X MALA DECISIÓN

Después de que Leonardo se fuera, y cerré la puerta, me permití botar todo el aire contenido y respirar con normalidad...

. - ¡Dios!

Con él cerca, todo es un sube y baja de emociones, todo la situación que estoy atravesando con Gabriel ciertamente me inquieta, pero él lo hace aún más... Su cercanía me atormenta de un modo que no entiendo, pero me condena, sobre todo porque tengo pareja, ¡No debería estar actuando como si no!

Por un momento me detuve a pensar si hubiese permitido que ese beso que intentó darme hubiese ocurrido, si me hubiese dejado llevar por las inmensas ganas que tuve de que él lo hiciera, lo sé, es una locura, pero es la realidad, sentí deseos por sus labios, me avergüenzo de mi proceder y se lo voy a achacar a las ganas que también tuve en el pasado, más no pudo ser... Es algo así como un deseo reprimido, sí, eso es... ¡Un absurdo deseo reprimido mío, aunque en aquel tiempo llegué a pensar que de él también, que era algo correspondido, pero no podía estar más equivocada, porque Leonardo Mendoza, para mi tenía otros malvados planes!

Volviendo al presente, si ese beso hubiese ocurrido, ahora mismo estaría en problemas... ¿A dónde llevan los besos? por lo general a la cama, ¡Dios mío! de solo pensarlo, me siento quemándome en la quinta paila... Francamente Natalia Brown, que pensamientos, tal vez esa no era su idea, y tú solo lo imaginaste y ahora te estás haciendo una gran película porno en tu mente...

Lo que si debes evitar, es acercarte tanto a él, porque por lo visto tus pensamientos y cuerpo son traicioneros, tú ya tienes a tu rubio, que como si lo hubiese nombrado llega por fin...

. - Hola Naty... - Casi me infarto al escucharlo, me estaba vistiendo cuando lo escuchó, me sentí algo ruborizada así que no me voltee a mirarlo, pues estuve pensando en el posible beso de otro hombre mientras me bañaba... ¡Que descarada soy!

. - Hola... he estado llamándote toda la tarde - Le reclamé

. - ¿Estás molesta? - Me pregunta sorprendido porque por lo general no le reclamo nada, menos su horario de trabajo -Por favor, perdóname por trabajar...

Que tonta soy, él no tiene la culpa de mis problemas y menos malos pensamientos...

. - No, discúlpame, es que David te he necesitado mucho… - Le dije caminando hasta él y hundiéndome en sus brazos

. - Wuaoo, ¿Tanto me extrañaste? - Me devolvió el abrazo - Dime que necesitas y te complazco cariño - Me dice todo pícaro tocando mi cuerpo de una manera que en otras circunstancias me hubiesen alentado a quitarme cada prenda que llevo...

. – No… - Le digo para que se detenga, pero él continua - ¡David!

. - ¿Qué pasa? - Pregunta molesto por detenerlo...

 . - ¡Gabriel está preso! – Le suelto de una…

Observé como su cara palideció y entiendo su reacción, él quiere mucho a mi hermano... ¡Y en definitiva esto es una fuerte impresión para todos!

. - ¿Cómo es eso? - Lo miré con mofa...

. - Bueno, unos policías lo esposaron y se lo llevaron detenido para meterlo en una celda de donde por ningún lado puede salir, porque está preso... ¡Más o menos así!

. - ¡Natalia! por supuesto que sé cómo es - Me voltea los ojos - Me refiero a ¿Por qué lo está? ¿Hay más detenidos...?

. - ¿Por qué preguntas por más detenidos? - Le pregunté, por si él sabía algo que yo no...

. - Bueno, por lo general es así cuando son peleas... - Se tomó la cabeza y despeinó su cabello para luego volver a mirarme…

. – Ah, pues, él no está detenido por peleas... sino por robo...

Su cara volvió a palidecer, a estas alturas creo que terminará desmayándose...

. - ¿Robo? - Repitió incrédulo, pero yo lo estoy más, pensé que él iba a ser más competente que yo en esta situación, pero obviamente se ve más descarriado...

. - Sí, es cuando tomas algo que no te pertenece...

. - ¡Natalia, ya basta! - Me gritó

. - ¡Oye! no tienes por qué gritar...

. - Lo siento, pero estás demasiado bromista para lo compleja de la situación...

. - Y tú, estas preguntando lo obvio... – Y ya me tiene irritada

. - ¿Le encontraron algo? ¿Vinieron aquí? ¿Allanaron? - Preguntó mirando hacía la habitación de Gabriel, que queda frente a la nuestra, eso me inquietó...

. - ¿Por qué dices eso?- Le pregunté

. - Por lo general es así Natalia, cuando robas, tu casa se convierte en el lugar donde escondes lo hurtado...

Yo temblé al escucharlo, no está perdido en esta oportunidad, continúe atenta de todo lo que decía literalmente sin respirar...

. - ¿Y qué pasa si la policía encuentran algo aquí por ejemplo? ¿Pueden ellos venir? ¿Cuándo? – Preguntas desesperadas…

. - Pueden hacerlo, en toda averiguación ocurre, es probable que pidan una orden para revisar la casa, si la policía encuentra lo que busca, la causa se hace mayor y más difícil... ¿Has hablado con Gabriel? ¿Qué ha dicho?

. - Si hablé, pero él mantiene que es inocente, que fue engañado por una dichosa novia que de paso es casi una década mayor que él, pero... - Miré a su habitación y David hizo lo mismo, luego me miró y tomó por los brazos para que quedara frente a él...

. - ¿Encontraste algo allí verdad? - Me preguntó de pronto...

. - Sí, pero fue casualidad, y no sé qué hacer... pensé llevarlo a la policía...

. - ¡No! - Fue casi un grito que me asombró - Quiero decir, no puedes hacer eso Naty, entregar ese paquete a la policía condenaría a Gabriel y a ti...

. - ¿A mí? ¿Cómo sabes que es un paquete?

David se notaba bastante nervioso, tanto como yo...

. - Es un decir, no sé lo que es, pero la cuestión es que es robado Naty... y a ti, porque esta es tu casa, pueden asumir que hay complicidad…

. - Tienes razón... - Acepté lo que me decía

. - ¿Qué hiciste con el paquete? ¿O lo que sea que encontraste? debemos sacarlo de aquí...

Lo miré dirigirse a la habitación de Gabriel y lo seguí...

. - ¿No será eso peor David? Porque mejor no hacemos lo correcto - Lo vi abrir el closet y buscar directo donde antes yo había encontrado el dichoso paquete y fruncí el ceño, realmente eso me creo suspicacia, pero luego lo vi buscar entre las sabanas y toallas... ¡Y entendí que estaba barriendo todo el closet!

. - ¿Dónde está? - Me preguntó buscando ahora por otros lugares y calmando mi inquietud...

. - Detrás de los zapatos, pero David...

. - Natalia... - Dijo cuando tomó el paquete - ¿Lo abriste?

. - Por supuesto, no sabía que era eso... David, creo que lo correcto es que lo llevemos a la policía – Insistí - O por lo menos se lo devolvamos a Leonardo Mendoza...

. - ¿Mendoza? a él menos que nadie...

. - ¿Lo conoces? - Pregunté más sorprendida aún...

. - Natalia, entre las cadenas de farmacia que superviso, está la de la clínica de los Mendoza...

. - David, no has visto lo que hay allí, como es que sabes que son...

No entiendo nada, pero David sabe mucho para acabar de enterarse…

. - Lo estoy sintiendo Natalia, trabajo con esto a diario...

. - Yo puedo hablar con él, sé que entendería...

. - Tal vez él sí, pero ¿Lo harán sus padres...? - Lo miré dudando - Natalia, tu abriste esto, ahora yo los estoy tocando, nuestras huellas están aquí, si lo entregamos, seguramente nos acusaran a todos de asociación para delinquir... ¡Y ese delito, no tiene beneficio!

 .- No, pero Leonard... – David no me dejó terminar…

. - Él no hará nada por nosotros, estamos perjudicando su patrimonio, además la clínica es de sus padres no de él...

. – Y ahora sabes que eso salió de la clínica... - Le dije de manera acusatoria...

. - Natalia ¿Qué te pasa? Esto no es mío, no fui yo quien lo trajo aquí… Lee, aquí lo dice claramente... - Me mostró uno de los frascos, donde a primera vista se leía, *USO OFICIAL, CLINICA SAN MARINO*

Tenía razón, bajé la mirada...

. - Lo siento... - Me sentí sumamente avergonzada con él - Entiéndeme, estoy muy estresada… - Primero casi le soy infiel y ahora lo acuso sin motivo... Cuando sentí su abrazo le correspondí y comencé a llorar...

. - Calma amor, yo te entiendo, pero esto es algo que debemos hacer, yo me encargo ¿Sí?

 Solo asentí, que él haga lo que considere, yo asumiré que eso nunca estuvo aquí, ya estoy muy cansada para continuar con este dilema, además tengo una reunión con el abogado que atenderá el caso de Gabriel...

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