Lo que tengo en mis manos en este momento, representa sin duda alguna la condena de mi hermano. Aún no cabe en mi cabeza que Gabriel me haya mentido, y aquí en casa, en mis propias manos, tenga la prueba de su falta…
Observo muy bien lo que he ido esparciendo en la cama, esto es sin intención a equivocarme, medicamentos de control especial, es decir psicofármacos, e indudablemente pertenecen a la clínica de Leonardo. Y estoy segura que él al enterarse de esto, lo menos que querrá hacer, es ayudarlo, porque evidentemente todo esto lo condena.
¿Ahora qué se supone qué debo hacer con esto? ¡Por Dios, que estrés!
. – David ¿Dónde estás? Necesito que me ayudes… - Hoy que más lo necesito él se desaparece - Definitivamente, debo contratar un abogado urgentemente…
La cuestión es que ahora no sé qué hacer con este paquete, más si sé que debo encarar a Gabriel y que termine de decirme la verdad… Decido por ahora dejar esto aquí, mientras encuentro orientación de qué hacer al respecto.
Lo envuelvo, y coloco nuevamente en el closet, pero esta vez, detrás de los zapatos, y salgo de la habitación para ir hasta la cocina y prepararle algo de comer. Aunque estoy molesta, él es mi hermano y necesita alimentarse, igual tampoco voy a darle la espalda.
Le preparo varios sándwich bien cargados como a él le gusta, jugo de naranja y otro termo con agua. Espero con eso tenga hasta mañana, que ruego pueda salir de allí, mientras se resuelve todo... Sé que si Leonardo Mendoza intercede podrá salir, no obstante, si se entera también de esto, dudo que lo piense siquiera hacer...
. – Ay Dios mío por favor ilumíname…
Guardo toda la comida, tomo el morral y salgo de casa, directo a la comisaria…
Antes de arrancar, llamé a David nuevamente, y otra vez rechazó la llamada…
. – Pero, ¿Qué tanto hace? – Resoplo molesta, nosotros no es que seamos la pareja del siglo, ni estemos como cualquier otra pareja como chinches, cada quien está en sus obligaciones, pero en la medida de las posibilidades estamos el uno para el otro. Claro, yo jamás he tenido problemas antes, más él si se ha visto envuelto en conflictos laborales y yo siempre he estado allí para apoyarlo, incluso económicamente. ¡Ahora soy yo quien lo necesita a él, y en todo sentido!
En vista de no poderme comunicar con él, llamo a mi amiga Carli…
. – Hola mi negra… – Típico saludo de ella.
. – Hola, ¿Puedes hablar? – Sé que a esta hora debe estar en su trabajo.
. – Claro, el jefe esta fuera… ¿Qué cuentas?
. – Tengo mucho que contar… - Le digo realmente afligida…
. – ¿Cómo? ¿Qué pasó? - Suspiro, porque la pregunta correcta sería ¿Qué no pasó? jamás en mi vida, imaginé este drama…
. - Gabriel está detenido y…
. - ¿Qué? – Gritó preocupada, y sé que lo está genuinamente, pues ella quiere mucho a mi hermano, y siempre me ha ayudado con él desde que lo tengo conmigo.
. – Sí, y no sé qué hacer, todo esto es muy complicado…
. – Calma amiga – Me tranquiliza porque ya no pude aguantar más tanta presión y sollocé - ¿Qué fue lo que paso? Si es una pelea, eso se resuelve pronto y solo, no te preocupes…
. – Ojalá fuera eso, él está involucrado en un robo… - La escuché jadear de sorpresa, y claramente se quedó callada unos segundos sin saber que decir… - Es complejo amiga, servicios sociales me lo puede quitar, no fui capaz de guiarlo, lo que hice fue un daño al traerlo conmigo…
. - No digas eso Nata, esto no es culpa tuya, tú has hecho tu mejor esfuerzo, tal vez es un error – Sacudo la cabeza recordando que tuve la evidencia en mis manos, pero no dije nada al respecto – Y lo vamos a resolver juntas amiga… ¿Dónde estás ahora?
. – Voy saliendo a la estación donde lo tienen detenido…
. – ¡Dios, que problema! - Evidentemente ella está como yo, sin saber como actuar...
. – Que si no... - Calló pensando por dónde comenzar...
. - ¿Quieres que vaya? Me puedo escapar e inventar luego una excusa...
. - No claro que No, no te expongas - Falta que tambien se quede sin trabajo por meterse en esto - Pero, debo contarte, aun no sabes lo peor… - Le digo con desconsuelo.
. – ¿Acaso hay algo peor qué eso?
. – Lo hay, la victima de este fallo de Gabriel, es nada más y nada menos que Leonardo Mendoza…
. - ¿Qué? – Esta vez debí retirar mi celular de la oreja, esta mujer casi me deja sorda – ¡Leonardo Mendoza! – Repitió incrédula – ¿Ese Leonardo Mendoza? ¿Tu tormento en la universidad? – Voltee los ojos, tenía que recordarlo con eso…
. – Si quieres lo publicas… - Le pedí con ironía, pero acepté lo dicho, porque así lo era en ese tiempo – Sí, el mismo…
. – Santo Dios, pero que pequeño es el mundo… - Sí que lo es, jamás pensé volver a verlo, y más después de mudarme de ciudad – ¿Y cómo está? Imagino que guapo como siempre…
Te quedas corta querida, pensé y luego me regañé…
. – Por favor, ¿Cómo me preguntas eso? En estas circunstancias ¿Cómo piensas que me voy a estar fijando en eso? – Ja, ni yo misma me creo, claro que lo vi… ¡Y ya me siento una infiel!
. – Natalia Brown, ¿A quién crees que engañas? Me vas a venir con el cuento que tuviste frente a ti al mismísimo Leonardo Mendoza ¿Y no lo miraste? ¡Querida, ahora cuéntame una de vaqueros!
Jajaja, ¿Que puedo decir en mi defensa? No la tengo, y ella me conoce muy bien…
. – Bueno, claro que lo miré, era imposible no hacerlo, tuve que hablar con él – La escuché reír con burla – Pero no lo hice de la forma en que estás pensando…
. – Ummju okey, vamos a creerte pues… - Me dice la muy, con evidente sarcasmo - ¿Y él qué dice de todo esto?
. – Pues por ahora, la verdad ha sido bastante receptivo, y no lo va a denunciar hasta que no culmine la investigación… - Bueno, eso porque aún no sabe lo que hay en casa…
. – Me parece justo de su parte y definitivamente hay que agradecerlo… - Estoy de acuerdo con ella – Escucha mi negra, llegó mi jefe, al salir voy a tu casa ¿Si?
. – Okey amiga, nos vemos allá – Guardo mi celular en la cartera y arranco.
Al llegar a la estación de policía le pido al mismo policía de antes, que me permita ver a mi hermano nuevamente…
. – Muy solicitado y consentido SU HERMANITO – No entendí al momento porque me dijo eso con tanto desdén, pero lo pude constatar al llegar con él y ver que estaba en otra celda, e incluso tenia comida y agua en la banca… Me extrañó mucho, pero estoy segura que Leonardo tiene que ver, y mi rabia aumentó contra Gabriel, que al verme se levantó y se acercó a los barrotes…
. – Naty hola… - Saludó alegre de verme…
. – Hola… - Le respondí en tono seco, aunque estoy molesta, me alegra que lo hayan pasado allí, y en cuanto se vaya el oficial lo encararé…
El agente abrió la celda y le entregó el bolso después de revisarlo de arriba abajo…
. – Solo unos minutos… – Me ordenó y se retiró, me fije bien que se fuera para poder hablar…
. – Nat…
. - ¿Por qué me mentiste? – Lo interrumpí con firmeza…
. - ¿De qué hablas? – Preguntó preocupado – Yo no te he mentido Naty…
. – Si lo has hecho, y ya basta, no es justo que lo hagas, menos cuando me atreví a pedirle a Mendoza que abogara por ti, cuando realmente tienes en casa lo que le hurtaste… - Le reclamo entre dientes - ¿Tienes idea de cómo me sentí cuando encontré eso en tu cuarto? – Él me miraba como si no entendiera de que hablaba, luego miró más allá de mí – Hay alguien detrás de ti…
Voltee alarmada, y mis ojos se abrieron de par en par, aterrorizarme fue poco para todo lo que sentí, Dios del cielo, tragué seco mientras me volteaba como en pausa hacía mi hermano, rogando que Leonardo Mendoza no me haya escuchado…
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 61 Episodes
Comments
Ely Reyes
Demasiado tarde, te escuchó
2024-03-28
2
Mir Silvera
lo mismo me pregunté yo jaja mmmm
2024-03-26
1
🌺 Diglass 🇵🇦🤗🌺
ay David , donde estarás y con quien.🤨🤨
2024-03-25
3