Una decisión

Leandro camina hasta el otro extremo de su escritorio. Toma asiento y contesta relajado las preguntas de su madre.

____ Me alegra verte, y también saber que todo va bien con los preparativos de la boda.

Enciende su dispositivo para poner toda su atención en la pantalla.

Amelia se acerca al escritorio dejando unos folletos encima de él, los empuja hasta donde está su hijo y doce.

____ No te veo tan ilusionado con la boda. Pareciera qué te da exactamente lo mismo. Hace unos días, querías que todo fuera rápido, y ahora te notas tan frío.

Leandro alejó la mirada de la pantalla delante de él. Le echó una ojeada al folleto que su madre dejó.

También observó la revista que hablaba maravillas de Vanessa y su futura boda. La boda se llevaría a cabo en menos de dos semanas. Lamentablemente, todo había cambiado con la llegada de Verónica.

En solo unas horas, la mujer que creyó amar con tanta intensidad por ocho años. Se había convertido en la mujer a la cual más odiaba.

____ Todo está perfecto. Me gusta la idea. Hablaré con Vanessa e iremos a tomarnos las fotos en dos días. __ Confirmó Leandro.

___ Cariño, ¿en serio todo está bien entre ustedes? ___ Insistió en saber Amelia.

___ En verdad, madre. Todo está bien entre Vanessa y yo.

Leandro no terminaba de hablar cuando la puerta de su oficina se abrió de golpe. Vanessa estaba furiosa y lo menos que se imaginaba era que Amelia estaba ahí.

Al ver a la mujer entrar con esa actitud, Amelia se molestó mucho. Ya que, siempre pensó que Vanessa era una mujer, la cual, sabía manejar sus emociones.

____ ¿Qué manera es esa de entrar a la oficina de mi hijo? ___ Cuestiona Amelia.

Vanessa se comenzó a poner nerviosa.

___ Mmm... Yo... No sabía... Qué usted estaba aquí...

____ Si no hubiera estado, ¿Qué hubieras hecho? ¿Gritarle a mi hijo?

Vanessa forzó una sonrisa nerviosa. Ahora sí estaba en graves problemas.

___ Señora Amelia, ha malinterpretado todo. En mi vida le gritaría a Leandro.

___ ¿Entonces por qué entraste de esta manera agresiva? ___ Cuestionó Amelia sin dejar que Vanessa terminara de hablar.

____ Señora. Hay cosas que solo nos incumben a Leandro y a mí.

___ Ah... Querida Vanessa, parece qué se te ha olvidado a quien le debes lo que eres ahora...

Amelia le echaba en cara los favores que ella y su familia han hecho, para que la carrera de Vanessa sea lo que era ahora.

____ ¡Es suficiente, madre! No olvides que Vanessa es la mujer que amo. Te pido respecto para ella.

Amelia incrédula volteo a ver a su hijo. Era ka primera vez que Leandro le hablaba de esa manera. Sin decir nada, la mujer recogió su bolso y salió furiosa de la oficina de su hijo.

A Vanessa se le quitó el mal humor. Era la primera vez que Leandro la defendía de esa manera. Aunque, no podía echarse como enemiga a una mujer como Amelia. Era innegable que se sintió amada por Leandro.

____ Más tarde iré a hablar con ella y le explicaré lo que sucedió. ___ Dice Vanessa caminando hasta el otro extremo del escritorio.

____ No será necesario. Por la tarde iré a la vieja mansión y hablaré con mi madre. Le compraré un obsequio y le pediré disculpas en tu nombre. ___ Leandro se volvió a demostrar poco interés en Vanessa.

____ Si hay algo que te molesta hay que hablarlo. Solo dímelo y haré todo por solucionarlo.

Leandro agarró la mano de Vanessa como solía hacerlo, le dio un beso, y mencionó.

___ Nuestra boda, será en dos semanas. La llegada inesperada de tu hermana, y todo el trabajo acumulado en la empresa me tiene así.

____ Ahora que nos casemos te voy a recompensar todo el tiempo perdido.

Vanessa era una mujer de experiencia. Podía darse cuenta cuando un hombre deja de tener interés por una mujer.

Aun así, se tuvo que tragar todos sus reproches y toda su rabia. Estaba tan cerca de casarse con Leandro, y convertirse en la señora Wlod.

Ese apellido le abriría puertas en las pasarelas más exclusivas del mundo, y en poco tiempo sería la mujer más envidiada de todas.

___ Bien... Tengo una sección de fotos con Emilio. Luego iré a ver a unas amigas y pasaré la tarde ahí.

___ Por cierto, me llevaré a Verónica conmigo. ____ Dice Vanessa alejándose de Leandro.

____ ¿Estás segura de querer llevarla contigo? Verónica es una mujer muy bella, de inmediato, va a llamar a la atención de Emiliano y los otros fotógrafos.

Las palabras de Leandro pusieron a pensar a Vanessa. El chico tenía razón, Verónica era una mujer muy hermosa. Un fotógrafo como Emiliano podía poner sus ojos en ella, eso sí sería fatal.

____ Verónica se tiene que ir conmigo. ____ Contestó con determinación. Ya que, no la quería cerca de Leandro.

___ Puedes llevártela. Fue con Marcela al departamento de recursos humanos. A partir de mañana ella trabajará aquí como mi asistente personal. ___ Comenta Leandro como si nada.

____ Esto debe ser una broma... Verónica no tiene ningún estudio, ¿Cómo la puedes escoger como tu asistente? ____ Exclamó Vanessa.

____ No, es una broma, Vanessa. Es un tema que no voy a discutir. Ni contigo ni con nadie. ___ Dejó claro Leandro.

____ Ahora, por favor, vete. Tengo mucho trabajo que hacer.

Vanessa se dio la vuelta y salió como alma que lleva el diablo de la oficina de Leandro. Al bajar fue a buscar a Verónica al departamento de recursos humanos.

Al verla sonriente en compañía de Marcela, la ''''secretaria'' de Leandro. Se acercó a ella y la tomó del brazo.

Sin darle tiempo a nada, Vanessa empuja a Verónica hasta su auto que se encontraba estacionado en la entrada de la empresa de Leandro.

___ ¡Ahora mismo me vas a decir qué fue lo que le has contado a Leandro de mí!

Vanessa empuja a Verónica contra su auto, provocando que la chica se llevará un fuerte golpe en su espalda.

No conforme con eso, Vanessa clava sus largas uñas en los hombros desnudos de su hija, ocasionando que salgan gotas de sangre.

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