Cap.5

María Mendiola era una mujer dulce, cariñosa, tenía muchas cualidades positivas, se había ganado el corazón de muchas personas, en el pueblo donde estaba su hacienda le había dado empleo a muchos, ayudaba al necesitado.

En el momento que abrió sus ojos y se dio cuenta quien era Bernardo de la Vega, todo en ella cambió, nació un odio por él, por su familia y estaba dispuesta hacerlo pagar, ella era muy reconocida no solo en el pueblo, también era conocida en la ciudad, por ser la heredera de las tierras a la cual llamaban ACELDAMA, un lugar que no solo tenía una fábrica de vasijas de barro, que exportaba a muchos países, tenía su propia compañía de exportación llamada EXPOMM. También tenía su propia marca a lo que se refería adornos de barro, era de buena calidad, y muy reconocida marca llamada MARÍA, también de la hacienda exportaban carnes de res y lácteos, muchas frutas y legumbres salían de ese lugar.

Raúl y Felipe se encargaban de la compañía de exportación y Carmen de la compañía de vasijas de barro, muy jóvenes empezaron ayudar a María, ella se mantenía alejada de todo, ya que no quería que nadie supiera que ella era dueña de todo aquello.

A la mañana siguiente todos estaban desayunando en silencio nadie quería tocar el tema, unos para no incomodar a María y otros porque al recordar se enojaban de lo que Bernardo hizo.

_ Carmen quiero que llames a los encargados de los periódicos y quiero que anuncien mi matrimonio,

_ ya me pongo en eso

_ también llama a mi abogado, quiero reunirme con él.

_ Da el anuncio de la nueva heredera, y dueña de las empresas, creo que nos iremos en unos días más, esto debe salir muy bien y creo que para mañana no estaría todo como quiero, mamá llama a mis hermanos, quiero que estén aquí, Felipe llama a nuestros familiares, anúnciales de la boda, Beto tú y yo iremos a hacer otras cosas, papá podrías hablar con tu amigo Samuel, quiero hacer mi fiesta de bodas en el salón de su hotel.

_ si hija, como digas

Los hermanos Mendiola eran millonarios, heredaron todo lo de su difunta madre, ellos tenían lo suyo, pero quisieron ayudar a su hermana con la herencia, toda la familia Mendiola era millonaria, cada uno tenía su propio negocio, algunos no vivían en la misma ciudad, estaba en Italia, Roma, Estados Unidos, y así en varios países, cada uno tenía lo suyo así que cuando María heredó, nadie se metió en aquella, era la más pequeña de todos y tenía derechos a también tener lo suyo propio, eran muy unidos.

_ nena en serio no debes darme nada, está a tu nombre y así está bien yo quiero ayudarte y estar a tu lado

_ Beto, déjame hacerlo, yo me presento como heredera, pero todo estará a tu nombre.

_ está bien, pero apenas nace tu bebé, lo pondremos a nombre de él o de ella

_ si, como tú digas.

Y tal como María lo pidió, todos hicieron lo que ella les había encargado, a la mañana siguiente, saldría la noticia, Juan y Samuel llegaron a la ciudad y fueron informados de lo sucedido, y estaban igual de enojados por lo sucedido, pero seguirían apoyando a su hermana.

María y Beto fueron a ver los anillos y también al despacho del abogado de la familia, ya estaba informado de la llegada de María, él los atendió de inmediato, sabía a que iban, ya que Carmen le había informado, tenía todo listo solo faltaba la firma de María y Beto

_ aquí están los papeles, señorita María

_ dónde debo firmar?

_ firme aquí, y aquí, y el joven firma aquí y aquí. Y así lo hicieron.

_ listo ya todo está a nombre de Alberto González

_ gracias abogado, Beto vamos debemos hacer otras cosas

Salieron del lugar en dirección a una tienda de ropa para caballero, tenían que comprar lo que Beto usaría para el día de la boda.

_ ven vamos a entrar aquí

_ nena no es necesario yo lo puedo hacer solo,

_ no Alberto González, déjame ayudarte, Beto siempre fue conocido como Beto muy poco era llamado por su nombre, pero cuando María se enojaba con él, le decía Alberto.

_ está bien pero yo pago. La familia González, también tenían lo suyo, Don Patricio fue criado por el abuelo de María al quedar huérfano a los diez años, pero al pasar los años se enamoró de Doña Juana nieta de un buen amigo del abuelo de María, así que él al ser criado en la familia también le dieron derechos, como uno más de ellos, él también aportó mucho en la hacienda, trabajando y recaudó mucho dinero, y al morir su padre adoptivo lo había dejo incluido en su testamento con parte de la hacienda.

_ está bien futuro esposo. Ambos rieron

_ y también pagaré todo lo relacionado con lo de la boda.

Pasaron un rato en la tienda de ropa, luego fueron a comer algo, todo estaba saliendo bien, María aunque no hablaba del tema estaba muy dolida por lo sucedido, ella estaba enamorada de él y aunque lo empezó a odiar aún era muy pronto para olvidar.

_ debemos regresar a casa, debemos ver cómo va todo.

_ espera, quiero saber algo

_ dime,

_ me amas? es cierto?

_ si desde hace muchos años te amo, no había dicho nada por muchas razones, pero después hablaremos de eso

_ está bien, pero quiero saber todo

_ te lo prometo, y prometo que voy a cuidar de ti y de esa o ese bebé que viene en camino y voy a amarlo como si fuera mío.

María al escucharlo decir aquello comenzó a llorar, no se había dado cuenta de que siempre había tenido cerca a un gran hombre, uno que siempre vio cómo su hermano, nunca se detuvo a verlos como otra cosa y por eso no supo de ese amor y más porque Beto nunca le insinuó algo, siempre la trató con mucho respeto, y ella a él también.

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