Una verdad que golpea

Narradora.

Quizás no lo quería ver de esa forma, pero cada vez que Zachary y su prometida los visitaban, Mar se incomodaba al saber que este estaba enterado de la verdad y que solo por él, Selig podría descubrir todo.

Jamás fue alguien que se relacionara con otros ni buscara apoyo emocional y está no era una excepción.

Para ella su cuñado era una amenaza y entre más lejos lo tuviera, mucho más cómoda se sentiría.

—¿Qué sucede? —preguntó Selig, parándose detrás de ella y envolviéndola en un cálido abrazo.

— Nada ¿Por qué preguntas? —dijo volteandose y tratando de sonreir.

—Desde que supiste que mi hermano vendría a cenar con su prometida y mi sobrino, pareces estar perdida en tus pensamientos —contestó.

—Estas entendiendo mal.

—Si hay algo que te moleste puedes hablarlo conmigo —añadió para luego suspirar —.Sé que quizás suene loco pero... Después de tantas cosas vividas, quiero empezar todo de cero y reconstruir la relación que destruí entre mi hermano y yo.

—No digo lo contrario, me parece bien que se lleven de la mejor manera.

—Aún hay mucho por superar, pero sé que él será un buen sustento, como tú.

—Lo sé cariño, no tienes que explicarme nada —agregó dejando un suave beso en sus labios para luego girar y seguir con la cena —. Creo que tenemos que preparar algo más liviano para tu sobrino, la carne no es para nada blanda.

—Concuerdo contigo ¿Quieres que vaya al mercado por algo? —preguntó amablemente, viendola pensar por un momento.

—Creo que mejor iré yo, así tú los esperas y...

—No —interrumpió con seriedad mientras de alejaba de ella —Si no vamos a ir juntos, entonces tu me esperaras aqui y yo iré por las compras —añadió obteniendo la mirada de Mar.

—¿Por qué cada vez que quiero salir sola te opones, Selig? —preguntó con cierta molestia —no quiero sentirme como una prisionera y desde que estamos juntos es como me haces sentir.

—Tengo inseguridades que aún no pude superar y prefiero que te quedes aquí, conmigo. No quiero perderte de vista —respondió, dandole mas de una respuesta en eso.

“ Selig está tan afectado por el pasado, que teme verme marchar nuevamente pero no verme regresar” —se dijo para si misma, dando un gran suspiro.

—Selig...

Y antes de que pudiera decir más, el timbre sonó dando una rapida salida al guapo hombre, quien sin pensarlo dos veces se dirigió a la puerta.

Al solo oir la vos de Zachary y Tamara, las manos de Mar comenzaron a temblar. Quizás creyendo que su cuñado aprovecharía esta ocasión para hablar con su lindo hombre y contarle todo lo que ella pidió que no hiciera.

—Cariño, mira quien acaba de llegar —habló su guapo caballero, quien ingresó a la cocina con el pequeño Valentino.

—Hola preciosura —saludó ella, caminando donde ellos y dejando un suave beso en la pequeña cabecita del pequeño.

—Ve con la tía Valentino, yo iré por unas compras —pronuncio Selig, para luego entregárselo a Mar —no me tardo.

Y sin darle tiempo a decir nada, deja un rápido beso en sus labios y se va.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Selig.

Me extrañaba mucho el actuar de Marisol con mi hermano. Pues cada vez que lo veía parecía querer huir, aunque no conozco la razón.

Quería aprovechar que mi hermano y cuñada se quedaban con ella, para llegar al lugar donde fui citado por Craig Whitley.

Pese a que no somos los mejores amigos, estaba ayudándome a recaudar información con respecto a mi pasado, ya que a él también lo beneficiaba, pues mi Luz era su prima biológica.

......................

Poco rato después de mi recorrido, llego a la cafetería donde no solo estaba él y su chofer-amigo, sino que Megan también hacía presencia junto a su amiga y los trillizos.

—Creí que era una pequeña reunión, pero veo que trajiste a toda la artillería —hablé una vez estuve cerca de ellos y él río.

—Lo cierto de todo es que no puedo salir sin ellos, moriría por estar aunque sea un instante sin ellos —contestó y asentí, pues creo que en poco tiempo estaré igual que él.

—En fin, supongo que para citarme aquí tienes que tener algo de información ¿O no? —pregunté, notando una sonrisa triste grabada en su rostro y su mirada baja.

—Selig, por toda la información que pude recaudar tanto en la estación de policías como en el hospital, puedo asegurarte a que mi prima nunca te abandonó —contó y lo vi con confusión.

—Sé más especifico por favor —pedí lleno de intriga.

—Marisol tuvo un accidente el mismo día que tú la diste por desaparecida —añadió y mis ojos se abrieron con sorpresa —uno que la llevó a estar en coma durante 3 años enteros y... No era un hombre quien conducía tu carro, era ella —suspira mientras que yo siento mi corazón romperse —por lo poco que quisieron contarme en el hospital, tuvieron que realizar una reconstrucción en su rostro que fue pagada por el conductor del otro vehículo y... también perdió un embarazo a causa de aquel accidente.

—¿Estaba embarazada? —pregunté con mi voz entrecortada, sintiendo como mi corazón dolía cada vez más.

—Sí, iban a ser padres.

—¡Dios mío! —dije mientras me ponía de pie y soltaba ese llanto que se estancó en mi garganta.

—Hay algo más —mencionó y giré a verlo —ella estuvo en tu boda aquella vez —agregó, haciéndome saber a qué se refería con solo mirar a Megan —solo que fue informada sobre la mala salud de tu padre y por ello no quiso intervenir.

—Tengo que encontrarla, tengo que hablar con ella nuevamente y tratar de escuchar esto mismo de sus labios —dije con dolor, viendo como se ponía de pie.

—Ya la encontraste, Selig, hace tiempo —contestó y negué dando a entender que no estaba comprendiéndolo —Su nombre completo es Marisol London. Ella es la misma mujer con la cual estás actualmente.

“¿Mi Luz y Mar son la misma persona?”

¿Por qué nunca me lo dijo?

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