Capítulo 18: Un próximo adiós

Sirius contemplo a la mujer y analizo a la perfección sus facciones

Su rostro sí que era hermoso y tenía una armonía única

--¿Vamos a tomar un café? -pregunto la chica a lo que Sirius aceptó

No le fue difícil haberle dicho que si por dos simples razones. Una, amaba el café, y dos, quería conocer más de lo que hizo en su juventud y quería saber por qué esa mujer se decía ser su ex novia

Karina estaba feliz y confundida a la vez, ¿cómo porque Sirius estaba frente a ella si se supone que había fallecido?

Ambas mujeres salieron de la empresa y se dirigieron hacía una cafetería que estaba a escasos minutos del lugar

Llegando se sentaron en la primera mesa que vieron sola, un mesero se acercó a ellas y les entregó las cartas para que pidieran

Sirius pidió un café capuchino y una crepa con fresas. En cambio Karina pidió un frappe y una rebana de pastel de vainilla

El mesero tomo su orden y en cuanto se retiró Sirius comenzó a hacer las preguntas

--¿Por qué dices ser mi ex novia?

--Creo que las preguntas debería hacerlas yo -se rio- Pero responderé -suspiro- Fuimos pareja cuando estábamos en la preparatoria, te conocí en el primer año

--¿Entonces me gustan las mujeres? -se sorprendió

--Te medio gustan -se volvió a reír dejando confundida a Sirius- Hasta donde supe eras bisexual -resoplo- Bien dicen que una pareja donde una sea lesbiana y la otra bisexual no funciona

--¿Por qué llegamos a terminar? -hizo otra pregunta

Antes de que Karina pudiera responder llego el mesero con los pedidos y los dejo sobre la mesa

Sirius tomó su taza de café y bebió

--Me fuiste infiel -soltó de pronto haciendo que la joven escupiera el poco café qué aun tenía en la boca

Karina la miró fijamente mientras tomaba un par de servilletas para limpiar la mesa

--¿Qué yo que? -cuestiono incrédula

--Te atrape justo en el acto -reveló

La mujer la miró confundida

--Te atrape teniendo sexo con un hombre -dijo y le dio un mordisco a su trozo de pastel

Se quedó callada. Eso si que era mucha información que procesar

--Discúlpame realmente...

--No te preocupes, con el tiempo lo he superado

Para Karina fue extremamente difícil ese momento, pues estaba perdidamente enamorada de Sirius y haberla visto así la destrozo por completo

Pero con el tiempo "superó" la situación

--En fin -hablo de nuevo- Ahora yo haré las preguntas

--Adelante

--¿No se supone que tú estabas muerta? -dijo de forma seca

--Mis hermanos hicieron que todos creyeran eso, pero solo estaba amnesica

--¿Amnesica?, ¿por eso no me recordabas?

Sirius solo asintió con la cabeza lentamente

--Ya estoy recuperando parte de mis recuerdos, pero por lo visto faltan varias cosas que recuperar

--¿Puedo ayudarte en algo?

--Tengo la ayuda de Lucas -sonrió

--¿Lucas?

--Es el médico que me salvo la vida después de mi accidente y quien me acogió en su casa mientras recuperaba la memoria, aunque realmente aun sigo bajo sus cuidados

--Me gustaría conocerlo

--¿Acaso no lo conoces ya? -cuestiono curiosa

--¿Por qué lo dices?

--Porque él...-se quedo callada- Olvídalo

Sirius se cuestiono por que su ex pareja no conocía a su supuesto mejor amigo de la infancia

Y fue entonces que empezó a dudar

--¿Acaso es otro de tus amantes de la preparatoria? -le pregunto

--No soy una zorra -aseguro

Karina solo le dio un sorbo a su frappe

De su boca no salio ni una sola palabra, pero su cara lo dijo todo

Cuando terminaron de comer lo que habían pedido, se levantaron de sus lugares y salieron de la cafetería

Karina abrió su bolso y saco su tarjeta de presentación

--Toma -se la entregó- Por si gustas llamarme en algún momento

--Gracias -la tomó

Y así cada una se fue por distintos caminos

Sirius tomó un taxi con los $11 dólares que le habían quedado y de inmediato se fue a la casa de Lucas

Al llegar y antes de entrar verifico que nadie estuviera en la sala, no quería entrar y toparse con ciertas personas que le hicieran un interrogatorio. Hoy ya había tenido suficiente de eso

Entro a casa y en cuanto piso la alfombra de "bienvenidos" un Lucas desesperado bajo las escaleras

--¿Donde demonios estabas?

--Estaba caminando por el vecindario -mintió con rapidez- Ocupaba un poco de aire

--Mínimo hubieras dejado una nota

El hombre camino en dirección del comedor mientras pensaba que haría con Sirirus, la mujer a veces era un dolor de cabeza

--Lucas -hablo haciendo que se detuviera

--Dime -la miró

--Quiero encontrar a mi familia -contó

--¿Tan pronto?

--Como yo creo sabrás, mi madre esta enferma y no quiero que muera creyendo que estoy muerta y que se reencontrara conmigo allá arriba

--Pero tu familia te intentó asesinar

--Fueron mis hermanos, mis papás quedan fuera de todo este desastre

--¿Cuando tomaste la decisión?

--Hoy -confeso

Al medico ya se le complicaba estar lejos de Sirirus e imaginarse su partida lo ponía mal

Y como no, si él mismo le salvo la vida y ya esta acostumbrado a llegar a casa y escucharla por ahí

Sin embargo, había echo mal en encariñarse con ella

Él mejor que nadie sabía que debía mantener su distancia y aun así no lo hizo

Resultó sencillo empezar a quererla y convivir todos los días

Pero iba a resultar difícil dejarla partir

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