Capítulo 12: Cerca de la verdad

Alison estaba furiosa por dos cosas

Primero porque Lucas había dicho que cocinaba horrible

Y segundo porque Sirius estaba ahí

Le molestaba su presencia, pero al ver que a Lucas no parecía incomodarle decidió irse a su fu propia oficina

--Tu amiga es algo...-se quedo callada- Celosa -soltó

--¿Celosa? -se rio- Nada de eso, ella no es así

--Se nota que mi presencia le incomoda -aseguró- Me ve como una amenaza, no lo se, tal vez piensa que me quedaré con su mejor amigo

--No creo que sea eso -aseguró

--Claro que es eso -afirmó- Y bueno, realmente no estaría mal quedarme con su mejor amigo -se rio

Lucas la miró fijamente sin emitir ninguna palabra

--Es broma -se rio para aligerar el ambiente- Lo que no entiendo es porque me odia tanto, si solo somos amigos, ¿o hay algo que no me has contado?

--Nada de eso -afirmo- Es solo que Alison no creía que tu y yo nos volviéramos a ver después de tanto tiempo

Sirius suspiró

--Cambiando un poco de tema -se cruzo de brazos- ¿Estás libre esta noche?

--¿Por qué lo preguntas?, ¿acaso quieres pasar la noche conmigo?

--¿En que sentido? -sonrió de lado y luego se hecho a reír

--Que bromista eres -fingió una risa- Me vas a matar de la risa -comento en forma sarcástica

--Solo quiero cenar acompañada -dijo- Y no sé, tal vez ver una película y comer palomitas, ya sabes, lo que hacen los amigos

--Creo que esta noche no me toca guardia -miro su calendario- Pero tengo una cirugía en 5 minutos así que me debo de ir

Lucas se puso de pie y de inmediato se dirigió a los quirofanos dejando completamente sola a Sirius

La mujer, completamente aburrida, se puso de pie y comenzó a revisar un par de carpetas que tenia Lucas sobre el escritorio

Se trataban de los expedientes médicos de algunos pacientes

Sirius los examino por completo hasta llegar al suyo

Por un momento dudo en si leerlo o no, pero la curiosidad le ganó y terminó abriendo la carpeta amarilla

En el expediente venia su nombre completo el cual sacaron de su identificación, y Sirus se lo anotó con tinta roja en la palma de la mano

--Sirius Karina Coleman Allen -repitió en voz alta para ella- Así que mi segundo nombre es Karina -suspiró

Se quedó pensativa. El apellido Coleman se le hacia familiar, sin embargo; no podía recordar en donde lo había escuchado

Estaba decidida a una cosa, iba a investigar de donde provenía

Si sus recuerdos no iban a ella, ella iría a sus recuerdos, así de sencillo

La noche cayó, y tanto Lucas como Sirius ya estaban en casa

--Has estado muy callada desde la tarde -comento el hombre- ¿Pasa algo?

--No es nada -suspiró

Claramente pasaba algo, Sirius solo pensaba en descubrir realmente quién era

--Creo que necesito un teléfono -comentó- Ya sabes, para emergencias

--Esta el teléfono fijo -respondió

--¿Porque no me quieres dar un teléfono móvil? -cuestiono- Pareciera que me tienes secuestrada

--¿Qué clase de chantaje es ese?

--¿Qué? -comenzó a reir- ¿Chantaje?, ¿me crees capaz de hacer eso?

Lucas la miró fijamente haciendo que la mujer se pusiera un poco nerviosa, de inmediato se froto la nariz

--Yo seria incapaz de hacer eso -aparento estar ofendida

Él rio de manera delicada

Sonia apareció en la sala de estar con diferentes golosinas, comida y bebidas y sin decir ni una sola palabra puso las cosas sobre la mesa y les sonrió

--Que lo disfruten -dijo antes de retirarse

Sirius estiró la mano hacia las golosinas y tomó una caja de dulces ácidos

--¿Te gustan esos? -pregunto sorprendido

--Se supone que deberías saberlo, eres mi amigo

--Bueno, hace mucho tiempo no nos veíamos, así que lo olvide -se justifico

--No me gustan -lo miro- Me encantan -revelo y se llevo una de las golosinas que tomo a la boca

La mente de Lucas fue invadida por un recuerdo de su infancia el cual lo lleno de nostalgia

--¿Recuerdas a la amiga que te dije que tenía cuando era un niño? -sonrió con delicadeza

--La recuerdo -aseguró

--Ella también amaba esas golosinas -comento- Eran sus favoritas y siempre que iba a verla le llevaba una caja de ellas

--Bueno, quizás yo no sea esa niña pero también me podrías regalar una caja cada que me veas -sugirió a modo de broma

El hombre no dijo nada y se llevo un puñado de palomitas a la boca

Lucas iba a cumplir el deseo de Sirius de ver una película, solo que la mujer quería ver algo terrorífico, algo que la dejara sin poder dormir una semana competa

Fue difícil encontrar la película perfecta, pero después de media hora de búsqueda lo logro

--Hoy en día las películas de terror no dan nada de miedo -suspiró la mujer

Sirius estaba escéptica, no creía que la película que había elegido diera miedo, pero después de media hora se había tragado sus propias palabras y casi casi estaba sobre Lucas

--¿Qué carajos? -Lucas intento hacerla a un lado- ¿Quieres hacerte a un lado?

Sirius negó con la cabeza y de inmediato rodeo el cuello del hombre con sus brazos y se pego más a él, estaba aterrada

Cinco minutos después Lucas no lo soporto más y apago la TV

Sirius suspiró

--¿Si tanto miedo te daba porque no apagaste la TV? -le pregunto

--Me daba miedo bajar los pies del sofá y que me los agarraran -confeso

Ambos se quedaron en completo silencio

Sus rostros estaban a tan pocos centímetros de distancia

Lucas podía ver con claridad los preciosos ojos azules de la mujer que se seguía aferrando a él

Verlos era como observar un precioso mar extenso o un cielo despejado

Por otro lado Sirius aprecio cada facción del rostro de Lucas y se lo aprendió de memoria

Sus ojos bajaron hacia los labios rosados del hombre y los contemplo

Él hizo lo mismo, bajo la mirada hacia los labios rojos de la mujer

La tensión era evidente, y no era la primera vez que se sentía

Ambos podían sentir esa extraña atracción

Ambos sentían ese extraño deseo de ir más a allá de las palabras.

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