Capítulo 10: Liberar tensión

Alison se fue por la tarde después de la comida, no podía seguir ahí por mucho más tiempo, pues tenía que regresar al hospital a atender a sus pacientes

Para Sirius fue un alivio que se fuera, pues nuevamente se sentía cómoda

La noche ya había caído y era algo calurosa, así que Sirius se puso un short corto con una blusa de tirantes sin brasier debajo, después de todo no tenía mucho busto que sostener, era copa B

Por otro lado, Lucas estaba en la sala estudiando, ser médico significaba seguir estudiando aún después de haberse graduado y ya estar ejerciendo su profesión

Estaba cansado, le dolía un poco la cabeza y sus ojos cada vez estaban más cerca de cerrarse

--¿Sigues aquí? -pregunto la castaña bajando las escaleras

--¿Tú no estabas dormida? -la miró

--Es imposible dormir con este calor

Los ojos de Lucas dejaron de ver el rostro de Sirius y de manera involuntaria bajaron hacia sus pechos

--¿Quieres beber algo? -le cuestiono el hombre

Ella accedió haciendo que él se pusiera de pie y entrará a la cocina por un vino y dos copas

Al regresar lo sirvió y ambos comenzaron a beber

--¿Qué no es malo tomar?, se supone que eres médico y debes saberlo

--Tomar de vez en cuando no está mal -suspiró- Además me ayuda a liberar tensión

--¿Estás presionado por algo en específico?

--Si, pero no es de tu incumbencia

--Puedo darte un masaje -comento- ¿En dónde sientes más tensión?

--En la espalda -contó

--Bien -se puso de pie- Recuéstate boca abajo sobre el sofá

--No lo haré -se negó

De pronto una punzada en la parte baja de la espalda provocó que el hombre gimiera de dolor

--Esta bien, lo haré -accedió e hizo lo que Sirius le pidió

Una vez que estuvo recostado boca abajo, la mujer se subió sobre su espalda y se sentó cuidadosamente a una distancia apropiada

--¿Es necesario que tu subas arriba de mi? -dijo

Ella no respondió y comenzó con el masaje

Primero puso sus manos justo en la espalda baja y comenzó a realizar pequeños círculos, luego hizo movimientos de arriba hacia abajo

Lucas no solo podía sentir sus manos, sino que también podía sentir como se pegaba cada vez más a él

Cuando la mujer se inclinó hacia adelante para masajear la parte alta de la espalda, pudo sentir como sus pechos lo tocaron, provocando que pasara saliva

--Dios, si que estas demasiado tenso -informó- ¿Ser médico te provoca esto?

--Así es -respondió- A veces me arrepiento de mi trabajo

--¿Se puede saber por qué?

--Porque es demasiado agotador -confeso- Pero luego recuerdo todas esas vidas que he salvado y es lo que me hace seguir adelante con mi profesión

Hubo un ligero y corto silencio

--Gracias -dijo tomándolo por sorpresa

--¿Qué? -se mostró confundido

--Te estoy agradeciendo por haberme salvado la vida, sin tu ayuda yo no estaría aquí

--No me agradezcas, es mi trabajo -suspiró

--Cuéntame de ti -pidió

--¿Por qué quieres saber de mí?

--¿Se supone que somos amigos no?, tal vez si me cuentas de ti podría recordarte un poco

--Bien -tomo aire- Vengo de familia de médicos -comenzó a contar- Así que desde muy pequeño estuve muy familiarizado con los hospitales y esas cosas

Sirius continuó escuchando a Lucas mientras masajeaba todo su espalda

--Cuando tenía alrededor de 6 años mis padres y yo nos mudamos del país y, en ese entonces, me tuve que alejar de una de mis mejores amigas del momento

--¿De Alison? -pregunto

--No, de otra -respondió- Nos conocimos en la primaria cuando por error me tiro mi jugo de naranja y por venganza le tire su sándwich, desde ese día esa niña y yo nos hicimos muy inseparables

--¿Qué pasó con ella?

--No lo sé -confesó- Dejé de verla una semana antes de mudarnos, supongo que ahora es una mujer casada y con familia

--¿Y que hay de tus padres?

--Bueno, mi madre es directora del hospital en el que trabajo

-¿Y tu padre? -hizo otra pregunta

--Él murió cuando tenía 14 años...-hizo una pequeña pausa- Se suicidó con pastillas, mi madre fue quien lo encontró

--Debió haber sido difícil -comento

--Lo fue, él era el antiguo director del hospital

--Puedo preguntar que paso

--No, no puedes -hablo de manera seria- Y por favor ya bájate

Sirius hizo lo que le pidió y se sentó a su lado

Se sentía confundida y no entendía por qué la actitud del hombre había cambiado tanto cuando le pregunto sobre su padre

Para Lucas ese tema era delicado y muy pocos conocían la verdad de la situación

--A veces pienso que no somos amigos -hablo Sirius

--Porque lo dices

--Porque no conectamos en ningún sentido -rio haciendo que Lucas también lo hiciera

--Eso lo dices porque no recuerdas las cosas -aseguró

--Es muy frustrante no poder recordar quien eres -dijo y bajo la mirada- No tengo ni idea de donde vengo

Lucas levantó su mano y por un momento pensó en acariciar el pelo de la mujer en forma de consuelo, pero en lugar de eso tomó su mano

--Tranquila -le sonrió- Un día vas a regresar a lo que eras antes

--¿Y mientras tanto?

--Mientras tanto tu amigo estará aquí apoyándote en todo momento

Sirius no se contuvo y abrazo al hombre

Lucas se quedó estático, realmente no se esperaba ese abrazo

Pero extrañamente se sentía bien, era cálido, honesto y gratificante

Esa noche, los dos adultos habían tenido su primer acercamiento

El primer acercamiento de muchos más.

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